Narración de ___
Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Al abrir los ojos, noté que Slash no estaba a mi lado. "Seguro sigue de fiesta", pensé. Solo esperaba que no estuviera con alguna de sus típicas "acompañantes".
Revolví la mesita de noche buscando una aspirina. Mientras tragaba una cápsula con el vaso de agua que encontré por ahí, recorrí con la mirada la sala. Las chicas todavía dormían, así que decidí volver a mi habitación. Quizá sería buen momento para leer un libro o ver alguna película, aunque realmente solo quería relajarme antes del día crucial: la boda de Jessie.
Me levanté, desperezándome del todo, y me metí a la ducha. El agua caliente hizo maravillas. Me quedé un rato bajo el chorro, permitiendo que el estrés del día anterior se fuera por el desagüe. Por otro lado, Slash seguía sin aparecer, y ni una señal de los chicos. Curioso, pero no del todo sorprendente.
Salí de la ducha y me envolví en una toalla. Mientras me maquillaba frente al espejo, alguien golpeó en la puerta. Fui a abrir y ahí estaba él: Slash, con el rostro hecho un desastre. Sus ojos estaban hundidos, las ojeras marcadas, y su chamarra de cuero estaba cubierta de cenizas y colillas de cigarro.
—Buenos días, preciosa —dijo con una sonrisa cansada.
—Te ves terrible —respondí, evaluándolo sin disimulo.
—Y tú te ves hermosa... —susurró, acercándose para abrazarme por la cintura, pero lo aparté.
—Tienes que ir directo a la ducha —dije con una sonrisa—. ¿Los demás ya llegaron?
Él asintió. Salí al pasillo y me encontré a los chicos en la sala. Se veían igual de destrozados. Roger estaba descalzo, Brian empapado, Steven sin un zapato, y Duff con los pantalones completamente rotos. Sus caras eran un poema a la resaca, pero, sorprendentemente, Freddie lucía inmaculado, como si no hubiese estado con ellos.
—Dios, ¿pero qué les pasó? —comenté, mirando a cada uno.
—¿Pasar? Nosotros somos los Guns N' Roses, hermosa. Pasar es lo que hacemos —bromeó Roger, mientras los demás reían con un desgano evidente.
Freddie nos explicó las locuras de la noche anterior mientras los demás entraban a las duchas. Según él, había habido alcohol, cigarros, peleas por colchones y hasta intentos de trepar un candelabro. Yo no podía parar de reír.
—Definitivamente se divirtieron más que nosotras anoche —comenté, divertida, a lo que Freddie asintió con una sonrisa pícara.
Cuando los chicos salieron del baño, la diferencia era notable. Ya no olían a cantina ni parecían fantasmas errantes.
—¡Eso es otra cosa! Al menos ahora se ven vivos —dijo Erin entre risas.
—¿Adónde van tan arregladas? —preguntó Roger, lanzando una mirada lastimera a Jessie, claramente desanimado por quedarse solo.
—Al spa. Freddie nos va a llevar —respondió Jessie con una sonrisa.
Nos despedimos y subimos al auto. La idea de un día de mimos y cuidados era la pausa perfecta antes del caos de la boda.
En el Spa...
El lugar era tan relajante como prometían las revistas. Apenas llegamos, unas chicas amables nos entregaron toallas y nos llevaron a los vestidores. Comenzaron con los masajes: hombros, espalda, manos y pies. Era como si esas mujeres tuvieran manos milagrosas. Todo el estrés se evaporaba con cada movimiento. Después, pasamos por tratamientos de uñas, mascarillas de lodo, aguacate y pepino, y finalmente, un jacuzzi con agua caliente.

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Fuck you. [Slash & tu] ✔️
FanfictionEn la vibrante y caótica década de los ochenta, el mundo del rock and roll es un torbellino de excesos y emociones desenfrenadas. ______, una modelo tímida, es arrastrada a este mundo electrizante cuando conoce a Slash, el carismático y enigmático g...