Capítulo 40

5.6K 301 829
                                    

Nate comienza a tomar pequeñas inhalaciones para intentar calmarse, tomo sus manos y miro sus ojos, le doy una sonrisa haciéndole saber que todo está bien.

Sé que está molesto y no lo culpo, yo también lo estoy y demasiado pero no es algo que deberíamos considerar muy importante para rebasar los límites de esa manera, Jim es un menor de edad y Nate al ser mayor de edad se meterá en demasiados problemas muy serios y no estoy dispuesta a dejar de haga algo como eso. Los gestos molestos de su rostro desaparecen poco a poco, sé está tranquilizando y me alegra, Jim es una persona capaz de alternar los nervios de Nate en un segundo, enloquece y es difícil hacer que pare.

—Sé que puedes estar muy molesto pero por favor relájate, respira —Digo, Nate posa sus manos sobre su cintura mientras toma una gran bocanada de aire —¿Estás bien?.

—Odio que te hiciera esto, desearía haber estado ahí para matarlo y luego arrojar su cuerpo a un río y así poder sentirme satisfecho—murmura, doy una pequeña risa.

—Estás completamente loco.

—Lo estoy, sabes que no dejaría que alguien te hiciera daño pero ese maldito me saca de quicio y juro que...

Nate aprieta de nuevo sus puños así que me apresuro a decir algo.

—Estoy bien ¿De acuerdo?—afirmó con rapidez, él me mira por unos instantes y finalmente asiente levemente.

—Bien, pero de una vez te digo que está vez fue la última vez en la que me controlo, si lo vuelvo a ver tan siquiera un poco cerca de ti no dudaré le romperle la cara —Responde aún con ese tono molesto mezclado en la gravedad de su voz.

—Tal vez esto fue mi culpa, no debí haber hablando con él, debí haberme ido y esto no estuviera pasando ¿Sabes que? Ya no quiero hablar de eso—niego, quiero olvidar cualquier rastro de este día.

—Esto no es tu culpa, es de él—Nate coloca sus manos en mi mejilla—No dejaré que nadie te haga daño, no importa las consecuencias, haré lo que sea necesario para mantenerte a salvo.

Él acerca sus labios y besa mi frente delicadamente, cuando se separa me lanzo a su brazos, mi cabeza queda en su pecho así que permanezco ahí hasta que siento sus brazos rodearme. Los latidos de su corazón aún continúan yendo a un ritmo rápido pero de cierta manera me tranquilizan.

Permanecemos un par de segundos más hasta que finalmente nos separamos.

—Bien, debo volver ¿De acuerdo?—Pregunta algo a lo que rápidamente respondo negando, él vuelve a dejar un beso en mi frente.

Entre cierro mis ojos al instante.

—No, ¿Cómo sabré que si en realidad irás al trabajo?—alzo una ceja.

—¿Confías en mí?—pregunta de la misma manera, él continúa sosteniendo mis manos.

—Completamente.

—Bueno, yo te prometo que iré al trabajo y después iré a casa —se acerca a besar mi mejilla, por mi parte lo único que hago es asentir, él hace lo mismo —No me meteré en problemas, al menos no está noche.

—Bien, te veré después para la cena de tu abuela ¿Cierto?.

—Por supuesto —asiente —Adiós, cariño.

—Adiós —suelto sus manos, él me sonríe y se da vuelta para dirigirse a su auto, cuando llega a él se sube y lo enciende para después arrancar, lo veo marcharse y cuando lo hace volteo hacia donde se encuentran Emma y Noah dentro del auto observándome, les sonrío y ellos segundos después deciden salir.

—Eso fue intenso —Dice Emma bajando del auto mientras cierra la puerta, Noah hace lo mismo y ambos caminan hacia mi—¿Está todo bien? Eso parecía como el fin del mundo.

Sin ControlWhere stories live. Discover now