Hay que tener cuidado

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Me levanté más feliz que todos los días para ir al instituto, con un poco de dolor de cabeza pero feliz.
Hasta el pipí de la mañana había sido feliz, pues había soñado con Cate.

Además de el momento que tuvimos el día anterior.

Camine por los pasillos del instituto en busca de Óscar hasta que lo encontré junto a la cafetería con Matt, exelente mi día iba bien.

-Hola lindura- me saludó mi amigo besando mi rostro- ¿Como estás hoy?

-Ahora no tan bien- dije mirando a Matt, este sientiendo mal se alejó de nosotros.

-Uhhh veo que aun no arreglan los problemas- dijo con cara de chisme- ¿piensas en volver con el?- preguntó mirándome con atención.

-No lo se Oscar, no lo creo ahora no me interesa.

-oh ya veo, ¿estás interesada en alguien más?- preguntó riendo-  porque ese hombre es un bombón yo le perdonaría todo.

-Tu perdonarías a todos Óscar, eres muy bueno con ellos, a veces tienes que hacerte respetar.

Oscar solo se limitó a reír.

Caminamos por el instituto conversando de cosas triviales, cuando al fondo del pasillo vi a Cate, mi corazón se puso muy contento, era la primera vez que la veía luego de lo que pasó entre nosotras.
Me la quede mirando perdiéndome en su belleza ignorando completamente lo que Óscar me decía, de pronto sentí que Óscar me zarandeaba.

-¿emy? ¿Me estás escuchando?- desvíe la mirada hacia el.

-Si claro- respondí sonriendo - solo que estoy un poco cansada, ayer tome un par de tragos entonces ya sabes.... la cabeza dime tiene mal.

Cate me tiene mal, ella es la causa.

-Tal vez deberías tomarte un café, quédate por aquí te traeré uno de la cafetería- dijo con mirada preocupada típica de amigo.

-Gracias Óscar- te espero aquí.

Lo vi perderse a lo lejos cuando volví a mirar al fondo del pasillo, Cate seguía allí pero ahora me estaba mirando con una sonrisa.

Le devolvía la sonrisa, ella con un gesto me indico que me acercara, mire hacia todos lados no había nadie.

Camine hacia ella vacilante, hasta que llegue frente a ella, me tomo de la mano y me metió en un salón que estaba cerca.

Cerró la puerta y me beso, le seguí el beso sin miedo, ahora todo se sentía tan natural tan lindo tan..... especial.

Luego de un momento se separó de mi y me beso la frente.

-Hola- me saludo - ¿como estas hoy? Te extrañe .....- "te extrañe" eso me hizo la más feliz del planeta, nunca creí que escucharía algo así de su boca.

-Estoy bien, bueno ¿como podría estar mal luego de lo que hicimos?- dije mirándola coquetamente- te extrañe también.

-John me estuvo tocando las pelotas toda la noche, pidiéndome perdón y todo lo demás- suspiro- no quiero darle una oportunidad ¿como se supone que podré perdonar una cosa así?

La mire atentamente, no podía aconsejarla pues mi pensamiento era muy subjetivo, por mi le diría deja a ese patan y quédate conmigo toda la vida, pero bueno no solo te trata de lo que yo quiero ¿no?

-Estos días trata de no pensar tanto en el- dije tomando su mano- deberías pensar en ti.
Me miro a los ojos, y soltó mi mano.

-Tienes razón- se dio media vuelta- si queremos seguir manteniendo ... "esto" que tenemos las dos, tenemos que ser cuidadosas, nadie nos puede descubrir.

Señorita Blanchett Where stories live. Discover now