Señorita Blanchett

Besame por favor

(Aquí se ve la perspectiva de Cate)

Salí del instituto en busca de mi auto, me sentía vacía, me sentía realmente mal, Emy se enojó demasiado conmigo y probablemente lo que "teníamos" se acabó, pero la entiendo.

Se que debería estar enojada conmigo porque le prometí muchas cosas pero, ella también debería entenderme, el es mi marido, no lo puedo dejar así como así. con el habíamos pasado mucho, durante toda mi vida planeamos tener una familia feliz y perfecta, pero la vida no nos acompañaba, yo quería tener un hijo pero no lo lográbamos nunca.

Cuando me subí a mi auto tome el teléfono y le escribí a Emy, no puedo dejar que las cosas terminen así, esto no es fácil para mi.

Partí rumbo a mi casa, se supone que uno debería volver aliviado a su hogar pero yo no, solo podía sentir pena y frustración, no quería llegar a mi casa, pero ya me había convencido que tenía que darle una oportunidad a mi esposo.

Quizás será lo mejor..... o quizás no.

Estacione el auto y baje caminando hasta la puerta de mi hogar, saque las llaves y abrí la puerta.

El silencio reinaba dentro, deje las llaves sobre el mueble de la entrada y camine en dirección a la cocina, tenía un poco de hambre pero no tenía ganas de preparar nada.
Deje mi bolso en el asiento de la cocina y mire a mi entorno, no sabía que hacer estaba como totalmente ida, no podía dejar de pensar en emy. Mejor será que me vaya a descansar un poco.

Subí las escaleras y me adentré en mi cuarto, me lance sobre la cama y mire al techo.

-Soy una horrible persona- me dije a mi misma.

Sin previo aviso comencé a llorar, me sentía muy culpable muy mala pero al mismo tiempo no podía evitar sentir que tenia el derecho a hacer lo que hice, yo podía darle una oportunidad al hombre que ....¿amaba?
Ya no lo sabia, ya no tenía certeza de eso, ¿y si amaba a Emy? No, imposible era muy luego aún.

Tape mi rostro con las sabanas e intente dormir un poco, caí rendida a los brazos de Morfeo rápidamente.

........

-Cate....- una voz susurraba en mi conciencia

-cate....- repetía una y otra vez

Cuando de pronto me di cuenta que no era una voz en mi conciencia, era mi esposo despertándome.

Abrí los ojos y vi a John parado junto a mi, sonriéndome tiernamente, no se como lo hace para ignorar todo lo qué pasó.

-Hola cate- me saludó besando mi mejilla- ven vamos a comer, traje sushi, yo se que te gusta- se levantó y camino hasta la puerta de la habitación- te espero abajo.

Solo asentí, no tenía ganas de hablar aun.
Me senté en la cama y me levanté rápidamente, al menos el apetito había vuelto a mi.

Baje las escaleras con pereza y me dirigí a la cocina donde ya se encontraba John con una bolsa de sushi y un vino en la otra mano.

-Al fin- dijo celebrando- Ven siéntate- me abrió la silla para luego acomodarla.

Me senté y quede frente a una mesa con comida sobre ella, sin pensarlo si quiera comencé a comer, untando el sushi en la soya.

Al rato, John me acompaño sentándose también, me ofreció una copa de vino a la cual acepté pues, me vendría bien un trago.

-Y.... ¿como estuvo tu día?- preguntó tomándome la mano libre, alce mi vista y lo mire durante unos segundos retirando mi mano- he tenido mejores días- respondí tomando otra pieza y metiéndola en mi boca.