TREINTA I CINCO

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Murmullos, aspavientos, mensajes de amor ocultos.

Los veo a todos. Veo un amor marchito destruirse con el famoso "Si quiero" en labios de otra mujer. Veo a dos niños crecer junto a una mujer, un hombre grandioso y una guitarra.

Pero no puedo hacer nada. Culpa mía; soy consciente.

Veo el dolor en los ojos azules de un hombre que ha sido expulsado de su grupo por una afición. Una tortura. Un personaje incomprendido.

Tampoco llegué a tiempo, lo sé.

Veo a un muchacho arrancarse la vida con la intención de mejorar esta. La substancia lo ha ganado, pero él no ha luchado correctamente.
Posiblemente más de una vez se preguntó a donde había ido a parar esa chica de ojos grises y piel de cerámica. Siempre desaparecía, huía de él. Hasta que nunca volvió.

La culpa me inunda de nuevo.

Observo a un torbellino que carece de hogar destruirlo todo. Absolutamente todo. Un ser incapaz de amar y manipulador, con una inteligencia prodigiosa y pelo rojizo. Ahora está solo.

Tampoco pude salvarlo.

Otra dosis de realidad.

Una figura callada y atormentada se mantiene en silencio. Mantiene su adicción al límite. Ni un poco más ni un poco menos. ¿Cuando va a durar esa abstinencia? Como siempre; guarda sus secretos bajo llave. Por eso nadie ve lo jodido que está; aparte de yo. Ahora puedo sentirlo todo.

Por último, lo veo a él. Y sobretodo puedo sentirlo. Siento el dolor que se me fue inculcado al ver esas grandes lágrimas que se le formaron en los ojos cuando vio que había perdido al amor de su vida; como a todos los que había tenido. Pero, maldita sea, ese dolía mucho más. Puedo sentir también lo duro que fue no mostrarse débil delante de sus amigos cuando vio que solo ocho personas fueron a su funeral. Noto bajo la piel, desgarrándome la por momentos, lo desdichado que se sintió al creerse al fin lo que ella le había contado.
Pero él tuvo que asumir que ese día llegó demasiado tarde y ella ya estaba muerta. "Quizás, si no hubiese perdido los nervios... Quizás."
Pero también le había mentido cuando le dijo que eso era todo; Michelle se moría y quiso ocultárselo.
Se planteó muchas veces si Elle se lo ocultó también a ella misma.
Ahora ya era demasiado tarde. Él encontró a alguien que también lo hacía feliz, años más tarde, y prometió compartir una vida con esa persona. La promesa sigue hasta el día de hoy.

Observo, en la tenue luz de mi viaje, que todo ha acabado totalmente igual, pero ahora puedo recordarlo todo. Lo recuerdo a él; a Axl Rose, mi amor, mi inspiración.
Y te recuerdo a ti. Tú. Siempre te elegí y lo seguiré haciendo, Duff.
Te portaste muy bien conmigo; me cuidaste y me mimaste, y lo que es más importante: Fuiste capaz de amar a alguien que no fuera ti mismo. A mi.

Nada ha cambiado, todo sigue igual. Ellos me han olvidado pero yo a ellos no.

"¿Estas lista ahora?"

Asiento. Lágrimas de impotencia recorriéndome todo el cuerpo.

"Es hora de volver"

Y es aquí, cuando me doy cuenta de que estoy condenada a fallar; enamorándome una y otra vez de alguien que no voy a ver nunca más.
Me doy cuenta de que nada ha servido ni lo va a hacer.

"¿Oyes eso?"

Un sonido estridente.

- Sí, ¿Qué es eso?

"Una dosis de realidad"

Inevitablemente el miedo me carcome por dentro. No quiero separarme de esas voces; Son las que me hacen pensar que estoy segura. No quiero prescindir de ellas.

- ¿Vamos a volver a vernos?

"Por supuesto; todos los días, en tus sueños. Solo es cuestión de tiempo"

Poco a poco, la estancia deja de estar oscura y la luz se hace presente.

- Cuestión de tiempo...

MATTER OF TIMEWhere stories live. Discover now