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JH pov

  Bajé el cierre del pantalón y coloqué la punta de mi miembro en su entrada. Me miraba con lujuria y le sonreí maliciosamente, introduciéndome en ella de un solo golpe.

   T/n soltó un gritó. Sus ojos se abrieron más sin apartarlos de mí y su cuerpo temblaba.

—¿Qué? —pregunté, jocoso—. ¿Te viniste con solo meterla?  Qué sensible estás hoy…

   Aún con mi uniforme comencé a moverme. T/n gemía mientras se sujetaba de las barras posteriores.

—¡Coman-...dante Jung! —Su voz me volvía más loco cuando me llamaba así.

  El sentimiento de hacerlo en la base era diferente. Se sentía como si fuese algo prohibido.

—Baja la voz —le dije.

  Ahora lo entiendo. Esto es muy excitante.

—¡Está siendo rudo, señor! ¡Más suave!

—¡No! ¡Es tu castigo, tú lo pediste!

   Cada vez que entraba en ella sus piernas temblaban. Las tomé y las abrí lo más que pude, teniendo una vista muy caliente. Podía ver claramente mi pene siendo devorado por su interior y como nuestros fluidos se mezclaban.

  T/n mantenía sus ojos cerrados fuertemente y su cuello inclinado hacia atrás. Sus labios, antes abiertos, se cerraron con fuerza. Luchaba para contener los gemidos y evitar que fueran escuchados por los hombres de afuera. El maquillaje en sus ojos se corría por el sudor. Esta chica estaba muy caliente y yo disfruté verla conteniéndose.

  Cuando le hablé al oído su cuerpo se estremeció.

—¿Debería abrir la puerta para que vean cómo te follo?  Seguro querrán ver tu cuerpo lujurioso.

  T/N abrió sus ojos al ver como llevaba mi mano hacía la puerta. Se veía muy asustada. Su interior reaccionó estrechándose más y, por Dios, se sentía increíblemente apretado.

"Me correré si sigue así…"
"¿De verdad cree que voy a permitir que otros la vean?"

—No quiero a nadie más, solo a usted... —rogaba, aferrándose a mí.

   T/n estaba extasiada y yo quería seguir volviéndola loca. Continué penetrándola mientras luchaba para mantenerse en silencio. Esa expresión y su agonía ante el placer sin dudas estaba llegando a su punto de quiebre.

—¡Vuelve a decir que buscarás a otro para que te folle y te juro que voy a joderte así el resto de tu vida! ¡Recuérdalo, T/n! —Sonreí al ver su cara frustrada y excitada—. ¿Te quieres venir? —Ella asentía—. ¡Voy hacer que te vengas entonces!

  Al poco tiempo tuvo su orgasmo y yo me vine encima de ella. La observaba mientras me recuperaba, pero la notaba algo perdida.

—¿El resto de mi vida? —Decía mientras balbuceaba—. Si es usted, que así sea...

   Sonreía sin fuerzas. Sus ojos se cerraban. Tuve que evitar que se durmiera.

—Debo irme, se me hace tarde... —Acaricié su cabello, acomodándoselo. Luego la ayudé a limpiarse y vestirse—. ¿Puedes caminar?  Debes regresar con los demás, T/n. —Caminaba de una forma muy singular. Demonios, la jodí muy fuerte—. Deja que te ayude a subir las escaleras.

—Señor...

—Dime... —Se me acercó y me besó.
—Lo quiero de regreso sano y salvo. —Sonreí como un tonto—. Por Favor, cuídese allá arriba...

Heridas del pasado. (Jaehyun y tu) CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora