El chico más lindo que todas las flores del mundo. |One Shot| |Sope-Yoonseok|

Única parte

La fiesta era entretenida, no lo voy a negar me estaba divirtiendo mucho, pero, unos de mis pensamientos no me dejaba tranquilo.

— ¿Qué estará haciendo Hobi?

Teníamos planes para este catorce de febrero, no era un plan muy romántico que digamos, pero me había esforzado. Por mi mala suerte, Hoseok término enfermándose justo este día, dijo que me divirtiera y fuera a la celebración que había organizado mi universidad, aún así me sentía mal por dejarlo, después de todo, en serio lo amo.

— ¡YoonGi, ven un momento!—Gritó un pequeño castaño.

Caminé hasta Jungkook, quien se encontraba fuera de la fiesta, en una pequeña fogata.

—¿Qué quieren?—Pregunté.

—Ay ¿Por qué tan enojado?—Preguntó SeokJin, al parecer le gustaba burlarse de mí.

—Déjalo, es porque el amor de su vida no puede acompañarlo.—Respondió el moreno.

—Ay cosita, pobre YoonGi—Mencionó mi amigo pelinaranja.

— ¿Te gusta molestarme Jimin?—Le contesté.

Tome asiento al lado de Kook, la fogata era muy relajante, el calor que irradiaba me provocaba sueño.

—Ahora que lo pienso—Soltó JungKook repente.—Nunca nos contaste como se conocieron.

—Es verdad ¿Cómo es que se han hecho pareja?—Interrogó Jimin.

—Son tan diferentes—Mencionó SeokJin, mientras se acurrucaba suavemente junto a Namjoon.

—De hecho—. Reí—Es una linda historia. —Mencioné suavemente.

Recuerdo que era un día de clases, estaba dormido en mi escritorio y el maestro me ignoró, inconscientemente sentí que debía prestar atención, pero no tenía ganas, mis compañeros me ayudarían luego, sólo quería dormir y relajarme un día.

—Señor Min, por favor vaya a la sala de detención. —Pronunció el maestro entretenido en la pizarra, escribiendo sus estúpidos ejercicios.

Sabía que esto iba a pasar y no es que cambiaran las cosas, en clase de detención también podría dormir. Tome mis cosas y salí sin quejarme; las ventanas de mi salón estaban cerradas por lo que no note que estaba lloviendo. Era un lindo día, no era como los típicos días sombríos y oscuros, llovía, sí, pero era realmente bonito y de cierta forma, hasta colorido.

Entre a la clase y vi a un chico acostado en el escritorio, por lo que debía suponer que el maestro en turno no estaba. Despertarlo era una opción,  podría preguntarle ¿Dónde está el profesor? Pero, es feo ser interrumpido mientras duermes tan plácidamente.

—¡Hey!—Me sorprendió, el chico estaba despierto. Vi su rostro, su hermosa sonrisa y él me miro a los ojos, quise desparecer.

Si les soy sincero no tenía pensado enamorarme, pero su sonrisa, Dios, iluminaba toda la maldita habitación, no hice más que desviar la mirada hacía el suelo. En ese momento supe que estaba perdido.

Di un par de pasos para acercarme, él me miró e inclino la cabeza, parecía curioso y esperaba mi respuesta a su saludo.

—Hola. ¿Cómo te llamas?—Intenté pronunciar pero no pude responder completamente, me detuve en el "Hola".

Me miró y volvió a sonreír, sentí que un torbellino paso por mi cabeza.

Pasaron los días y realmente hacía lo posible para provocar problemas pequeños e ir a detención. Él chico siempre estaba ahí, descubrí que su nombre era Jung Hoseok, el simple hecho de escuchar su nombre me revolvía el estómago.

Empezamos a hablar más seguido y con cada palabra que decía me enamoraba más y más de él. Es tan ocurrente y encantador, además de sonriente, es divertido y probablemente el mejor bailarín que he visto.

Me hizo sonreír y sonrojar, nada era mejor que estar con Hoseok, parecía demasiado bueno para ser verdad, quería estar con él, debía confesarme, pero si abría la boca se me trababa la lengua.

Un día en detención él no estaba, no había un sol en aquella clase, sólo flores y se perfectamente que él las había dejado ahí.

—Hola, ¿Cómo estuvo tu día?—Pregunté cuando él llegó.

—Mucho mejor ahora—Respondió con una sonrisa, feliz por haberme hecho sonrojar.

Era demasiado, él me tenía perdido, me levanté bruscamente de mi asiento y me acerque a él, quería, no, necesitaba besarlo y decirle lo que sentía, pero me quedé congelado justo en frente de él.

Hoseok solo río y se quedó observándome.

—Basta de juegos YoonGi—Me besó.

—Awww que adorable. — Interrumpió Jimin.

—Amigo, arruinaste completamente el momento. —Le respondió Namjoon abrazando a SeokJin.

Solté una carcajada para después levantarme, me miraron extraño pero sabían a donde iba, me despedí.

Camine un rato por las calles, como era San Valentín la ciudad estaba infestada de peluches y rosas, recibí muchas flores de compañeras y amigas, pero solo había una cosa que quería este San Valentín, a Jung Hoseok.

—Llegaste—Saludo Hoseok aún acostado en cama, con unos ojos llorosos y papeles amontonados a su alrededor.

—Ahí estás—Me incliné para besarlo pero una flor interrumpió mi camino.

—Estoy enfermo, te resfriarás también. Te compre una flor, para disculparme por arruinar los planes de hoy. —Hizo un puchero, pero a mí no me importaba en absoluto, nada se interpondrá entre sus labios y los míos.

—No me importa enfermarme. La flor es bonita, sí, pero nada supera mi chico, el chico más lindo que todas las flores del mundo. —Lo besé.

A la mañana siguiente Hoseok volvía a irradiar brillo y luz, estaba completamente recuperado, mientras yo, pues, me había enfermado y probablemente pasaría el resto de la semana en cama. 

Lo había subido un San Valentín pero...falta mucho. Arreglaré un par de detalles luego.  Hasta eso, disfrútenlo.

—BeyondCoffee