-Capítulo 3-.

258 30 3
                                    

—Capítulo 3—.

Lynn.

El sonido de la canción «Sweater Weather» de The Neighbourhood me despertó de mi sueño sobre un chico de ojos verdes y cabello negro.

Me moví adolorida y abrí los ojos para darme cuenta que me había caído de mi cama al dormir en la noche anterior.

Mis piernas estaban enredadas con mis sabanas cuando yo solo pensaba en seguir durmiendo y sin importarme que estaba en el frío suelo me volví a recostar y apoyé mi mejilla en un cojín que estaba a mi lado para descansar cinco minutos más.

Solo... cinco minutitos más...

—Orquídea, ¡Levántate ya mismo! —gritó mi mamá al otro lado de la puerta mientras la golpeaba, tanto ruido de su parte me sacó de mi pequeña sesión de descanso.

¡Solo necesitaba cinco minutos! ¡Ahgr!

Me levanté con pesadez y tiré mis cobijas en mi cama para lanzarme a la misma e intentar reanudar mi momento de dormir.

Pero la alarma volvió a sonar y con la canción más escandalosa que hallé entre mi música guardada.

—¡No quiero ir a la escuela y solo quiero dormir para siempre! —exclamé al ventarme para apagar la alarma, me fijé en la hora y me quité el pelo arrimado en mi cara, revisé mis notificaciones en Wattpad y mensajes de Whatsapp para luego irme a bañar medio dormida.

Al salir del baño me peiné una eternidad y vestí con el uniforme de mi escuela, una camisa manga larga con una corbata roja junto a un saco negro y una estúpida falda de cuadros que me obligaba a depilarme las piernas con más frecuencia y sufrir por la cera o maquina rasuradora.

Tomé mi mochila, mis audífonos y teléfono junto al libro que leía, «Una corte de rosas y espinas» de Sarah J. Maas. Bajé de dos en dos las escaleras y me encaminé a la mesa de la cocina donde mi mamá cocinaba torpemente unos huevos para ella, yo desayuné mi cereal favorito de Zucaritas sabor chocolate con malvaviscos y fui a lavarme los dientes lo más rápido posible porque me tomó la tarde y el bus estaba a poco de pasar por mí.

Y eso señores y señoras, era como comenzaba cada uno de mis días, aburrido, ¿Verdad que les aburrió que les narrara mi rutina matinal?

Aunque, eh, aquí viene lo más interesante:

Salí de mi casa a pasos torpes que empeoraron cuando llegué a la acera y vi a dos chicos con el uniforme de mi escuela.

Al ver al más alto, de cabello negro en contraste con sus ojos encantadores junto al uniforme escolar se veía demasiado... ¿Guapo? Le quedé viendo como tonta y tropecé con una piedra que no vi, sin darme cuenta alguien me atrapó a tiempo antes que hiciera el estúpido ridículo enfrente de ellos.

—Hey, cuidado —dijo el chico de cabello rubio que me atrapó. Me solté de él un tanto nerviosa y susurré un firme «Gracias y lo siento».

Mucho me andaba cayendo últimamente...

—Hola, soy Dev Howland, al parecer somos vecinos e iremos a la misma escuela, eh, ¿mucho gusto? —agregó el rubio de mirada azul oscuro, movilicé mi vista de él a Danel, que se situó a su lado.

—Hola y sí, tienes razón, yo soy Lynn, mucho gusto —repliqué con una leve sonrisa, después realicé contacto visual con Danel y le saludé con mi mano en el aire—. Hola, Danel.

—Espera, ¿ustedes ya se conocían? —cuestionó Dev al percibir que su acompañante me devolvió el saludo.

Asentí con mi cabeza y antes que ambos pudiéramos replicar al mismo tiempo, notamos que nuestro bus se estaba acercando.

Delirios de una Fangirl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora