𝙉𝙤𝙫𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙡𝙚𝙧 - 𝙎𝙚𝙪𝙣𝙜𝙡𝙞𝙭

03

El día lunes, Seungmin despertó sabiendo que todo lo ocurrido el día anterior fue solo un mal sueño.

Porque era imposible que su mamá se hubiera dado el tiempo de buscarle un novio a su hijo por una página de internet con un nombre estúpido y hubiera alquilado a un chico por seis meses.

Su mamá no era una loca de patio, así que todo fue sólo una pesadilla de la que se iba a reír más adelante.

Tenía una clase ahora en la mañana en la universidad donde estudiaba arquitectura, así que ya era momento de levantarse para vivir otro cruel día de esa dura realidad.

Se giró en la cama y pegó un grito al ver un rostro a centímetro del suyo.

Oh no. Oh no.

—¡Despertaste, cachorrito! —gritó Felix encantado.

—¡¿Qué haces en mi habitación, tú...maldito cachetes?! —dijo cubriéndose con la sábana.

—¿Te gustan mis mejillas, cachorrito? —replicó Felix sonriendo.

—¡No!

—¿Te gustaría morderlas?

—¿Puedo hacer–? ¡No!

—¡cachorrito! ¿Te parezco tierno? —Felix juntó sus manos llevándolas a sus mejillas, sin dejar de sonreir, y Seungmin no pudo evitar pensar en algo sucio que incluía la boca de Felix y su entrepierna.

Cálmate. Cálmate, estúpido, mantén la cabeza fría.

—¡Fuera de mi cuarto! ¡No te invité a pasar!

—¡Puedo pasar cuando quiera, somos novios!

—¡No somos novios!

—¡El contrato que firmó tu mamá dice que lo somos!

—¡¿Que mierda dice ese contrato?!

—Que debes tratarme bien, darme abrazos y besos, alimentarme y decirme lindura —Felix dió un paso y Seungmin volvió a gritar.

—¡No pienso decirte lindura!

—¡Pero cachorrito!

—¡Fuera antes de que llame a los policías!

—¡¿Qué son todos esos gritos?! —su mamá abrió la puerta de golpe, furiosa y con la sartén en una mano, dispuesta a golpear a todo aquel que estuviera gritando.

—¡Saca a Felix de mi cuar–! ¡MAMÁ, LA CHANCLA NOOOOOOOO!

Seungmin estaba murmurando por lo bajo mientras terminaba de comer su leche con cereal en tanto Felix miraba su reflejo en un pequeño espejo de mano que tenía, lamentándose por el moretón que la mamá de su novio le hizo luego de reírse como enfermo al ver a Seungmin aturdido por el golpe con la chancla que recibió.

El pelinegro se puso de pie, mirándolo de forma horrible, pero Felix sólo le sonrió mientras pestañeaba repetidamente con inocencia. Seungmin se limitó a bufar, dejando el bol vacío sobre el lavamanos, agradeciendo que su mamá se hubiera ido minutos atrás a trabajar.

—No sé qué harás ahora —le gruñó a Felix

—¿Sigues enojado conmigo, cachorrito? —Felix hizo un puchero y Seungmin desvió la vista, sabiendo que observarlo por mucho tiempo lo haría sentir raro.

—No soy un puto cachorro, Felix —replicó Seungmin—. Ahora debo ir a la universidad, así que...

—Te acompañaré —Seungmin sé cruzó de brazos—. No quiero que mis amigos–

—Por favor, también tengo clases allí —Felix le sacó la lengua—. No todo mi mundo gira en torno a ser tu novio, Kim Seung Min.

Y sin decir nada más, marchando sé cómo si fuera la reina del lugar, Felix salió de la casa sin mirar atrás y dejando a Seungmin con una desagradable sensación en el estómago.