Capitulo 15

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Ya que solo @Perla_cota29 ha votado en el capítulo anterior, "cada día es el catorce de febrero" que significa que Claudio será el chico más cursi y romántico del mundo mundial mundialistico. Van a celebrar cuanto tiempo ha sido novios como Claudio lo dijo pero Claudio seguirá dando pequeño obsequios a Machu y obsequios grandes cuando cumplen la semana, mes, y año.

Claudio

—Bueno....por el primer mes de novios, lo vamos a celebrar cada semana. Nos falta dos semanas. Después lo celebramos cada mes y hasta cumplir un año, será cada año como personas normales. Pero....¿a ti como te gustaría celebrarlo?— le pregunto a Machu. La conozco súper bien y sé que a ella le encanta sentir consentida por las personas que ama y las que aman a ella. Es alguien súper especial y quiero que se siente la mujer mas amada del mundo.

—Mm...¿me dirás "caprichosa" si quiero que todos los días me tratas así de lindo? O sea, comprándome cosas y consentirme, ¿me dirás "caprichosa" o "malcriada" si quiero eso?— me pregunta Machu, haciendo un puchero. Es imposible no amarla.

—Claro que no, Machu. Mira, se me hace imposible no consentirte, ¿sabes? Sí me pides la luna, yo te bajo el sol, pídeme el cielo y te llevo hasta Marte. Cada vez que me digas que te gusta algo, siempre encuentro la manera de comprártelo. Eres la persona más importante en mi vida, quiero que sientes amada y consentida y sobre todo, quiero que sientes protegido y que me puedes pedir todo lo que vos quieras. Bueno, Martina también es importante para mí, ¿verdad, princesa?— le digo a Martina y empieza a estirar sus manitas para que la cargara yo. Machu me mira con ternura.

—Mis dos bebés juntos, ¿que más puedo pedir?— me dice con una sonrisa.

—Joven Claudio, ya llegamos a la casa de la señorita Machu.— me dice Fernando. Él abre nuestra puerta y Machu baja primero y yo la paso Martina y luego yo me bajo. Le doy las gracias a Fernando por scar nuestras maletas de la cajuela y Machu saca las llaves de su bolsillo y entramos a su casa.

—Ay, se siente bien estar aquí contigo, Claudio. Es como si fuéramos una pareja de recién casados.— me dice Machu, besándome. Luego Martina hace un ruidito.— ¿Tienes hambre, mi amor?— Martina se asiente la cabeza. Machu saca la silla alta de Martina para ponerla en la cocina. Machu pone a Martina en su silla y empieza a buscar algo para que come. Pero luego oigo si estomago rugir.

—Ay, es cierto, mi reina, no has desayunado.— le digo. Me acerco a donde estaba Machu y la abrazo por detrás y le beso el cuello.— ¿Te parece si salimos juntos a desayunar?— le propongo.

—¿Estás seguro? Podemos cocinar algo, de verdad.— me dice Machu.

—Machu, te quiero Machu, pero ni vos ni yo sabemos cómo cocinar. Vamos, yo invito, ¿no que querías ser consentida? Vamos, quiero consentir a mi reina y a mi princesa.— le digo, besando la mano de Machu y la mejilla de Martina.

—Está bien, está bien, ¿pedimos taxi o qué onda?— me pregunta Machu.

—Uber, no quiero molestar a Fernando, ya está en camino a mi casa.— le digo. Pido un Uber y dice que llegarán en 10 minutitos.— Ya está en camino. Y....¿a donde quieren desayunar?— les pregunto.

—¿Podemos ir a Vips? (Mis mexicanas y españolas, ya saben, es un Diner, aunque en Nueva York, puedes pedir algo del menú del almuerzo para el desayuno y eso me gusta micho)

—Sí, claro, tiene el menú infantil y todo, es bueno para ella. ¿Verdad Martina?— le pregunto y empiezo a hacerla cosquillas. Después de unos minutos, llegó el Uber. Machu agarró la bolsa de Martina que tiene sus pañales, juguetes, y todo eso para ella. Entramos al carro y el Uber nos dejó a Vips.

—Bienvenidos a Vips, acompáñame a su mesa, ¿quieren una silla alta para la bebé?— nos pregunta la mesera.

—Sí, muchas gracias, que amable.— dice Machu, sentamos a la mesa y la mesera nos trajo la silla. Pusimos a Martina en la silla y abrochamos el cinturón de seguridad que tiene la silla.

—Ahorita les traigo el menú.— nos dice.

—Martina, ¿estás a gusto?— le pregunta Machu y Martina se asiente la cabeza. Vi que unas señoras nos estaba mirando. Una señora se acerca a Machu.

—Ay, que bonita hermana tiene usted, señorita.— le dice la señora de 40 o 50 años.

—De hecho, es mi hija, no mi hermana.— dice Machu.

—¿No has oído de condones o pastillas del día después o anticonceptivos?— pregunta la señora. Vi que Machu hizo un puño entonces empecé a acariciar su mano de arriba de la mesa.

—Por favor, señora, no creo que la incumbe su vida, por favor, retirase, que amable.— le digo y ella se fue de mala gana.

—Gracias.— me susurra Machu. Yo le doy un beso en la mano y ella se sonroja. Es tan perfecta, no sé cómo Dios ha creado a una chica tan perfecta como Machu y la ha puesto en mi camino. Pero le doy las gracias porque ahora está conmigo y la quiero mucho.

—No tienes que agradecerme, las adoro a ambas y las voy a proteger de viejas metiches como ella, (en voz de bebé) ¿a poco no, Tini?— le digo y ella sonríe y empieza a mover las manos.

—Eres lo más lindo que me ha pasado. Te quiero muchísimo, Claudio.— me dice Machu.

—Yo también te quiero mucho.— le digo. Luego viene la mesera con los menús y se retire.

—Creo que podemos pedir la Estrellita Vips para Martina, ¿no crees? Es un hotcake en forma de una Estrella con fresas cortadas por la mitad, una sonrisa de manzana, y dos pasas como ojos. ¿Te gusta Martina?— pregunta Machu acariciando la cabeza de Martina y ella solo sonríe.

—Machu, te quiero preguntar algo y no quiero que te ofendas. ¿Por qué no abortaste cuando te enteraste que tu violador te dejó embarazada?— le pregunto. Machu para de acariciar a Martina para sacarla de la silla y ponerla en su regazo. Jugando sus manitas y Martina juega con los anillos de Machu.

—Te lo voy a decir. Como sabes, soy pequeña, siempre ha sido pequeñita, tengo huesos delgados y todo. Como yo soy pequeña, un aborto no era una opción para mí. Además, tenía como 13, 14 años cuando me violaron. Y sí abortaba a Martina, había una posibilidad que no podía quedarme embarazada cuando sea mayor. Mi cuerpo sigue siendo pequeña pero en ese entonces, la doctora dice que no podía aguantar un aborto por tener el cuerpo pequeño. Por eso nunca aborté, ha soñando con tener una familia y ya lo tengo, Martina, tú, y yo, la familia más perfecta, o por lo menos para mí.— me dice Machu, sus ojos se veían vidriosos entonces me paré de mi lado del booth y me senté a su lado, abrazándola y a Martina.

—Lo siento, no debía preguntarte eso y tan temprano en la mañana.— le digo, besándola por todo su cara.

—No te preocupes. Entonces, ¿que vas a pedir para desayunar?

Yo quiero un Claudio en mi vida, ¿y ustedes? Espero que te gustó el capítulo de hoy. Acabo de llagar a casa del cine y ya siento una nueva historia, tengo problemas.

Madre Adolescente Where stories live. Discover now