Caminé de nuevo a la cabaña, cuando abrí la puerta Steff salía del baño ya con el pijama. Suspiré. Ni siquiera voltio a mirarme, se sentó en su cama dándome la espalda y comenzó a desenredar su cabello, caminé hasta mi armario y saqué el pijama y lo metí en una bolso pequeño, fui al baño y cogí mi cepillo de dientes y mi toalla. Steff entrecerró los ojos.
- ¿Qué estas haciendo, ____? -preguntó con curiosidad.
- Pues, ¿no ves? Me voy -contesté.
- Ya eso ya lo veo, pero, ¿a donde? -preguntó. La miré como si fuera obvio.
- ¿A donde va a ser, Steff? A la cabaña de Niall -dije como si nada. Steff al principió se mostró neutra y después esbozo una sonrisa que lleno su rostro. Me abrazó fuertemente, y yo a ella.
- Gracias, gracias -dijo separándose de mí, después se mordió el labio- Lo de... lo que pienso de ti, yo...
- Tranquila -sonreí relajada- Hablaremos de eso mas tarde -la abrace de nuevo. Dudaba que pudiera haber mas amigas como Steff. Única- Ahora ponte algo sexy que viene tu príncipe para acá -me burlé. Ella salió hasta su armario y comenzó a rebuscar. Yo cerré la bolsa, y la miré- Que duermas bien... -dije, ella sonrió. Cuando iba a salir de la cabaña la miré de nuevo- Ah no, que hoy no duermes -dije divertida. Ella se rió y me tiro el cepillo, me reí y salí de allí.
Caminé hasta la zona de los chicos, intentando no hacer mucho ruido. Pero grite cuando me choque con alguien, y me tapo la boca.
- Shh, soy yo -susurró la voz de Liam en mi oído. Me quito la mano de la boca y me giro.
- Estúpido -susurré pegándole en el brazo.
- Au, ¿y eso por qué? -preguntó sonriendo.
- Por asustarme -respondí- Y ya vete -dije empujándolo. Él rió flojo- Y pásatela bien -dije guiñándole un ojo. Él sonrió.
Suspiré y seguí caminando, vi la luz de la cabaña de Niall encendida. Me preparé mentalmente, no haría ninguna tontería esa noche, o eso creo. Abrí la puerta. No había nadie. Tire mi bolso a la cama donde no había nada, y me puse de espaldas a la otra para sacar mi pijama, y mi cepillo de dientes. Escuche cuando la puerta del baño se abrió, y me di la vuelta. Niall salía del baño con una toalla alrededor de la cintura y unas gotas de agua bajaban por su definido abdomen, él se echo el cabello hacia atrás. Fruncí el ceño.
- No sabia que me ibas a recibir así -dije asustándolo. ¡Eh!, pero su reacción fue muy divertida, me miró sorprendido y la toalla de su cintura se cayó, al mismo tiempo que me sonroje comencé a reírme fuertemente. Él se tapó, y después suspiró.
- No sabia que ibas a venir tan pronto -dijo dándome la espalda y buscando unos boxers. Me mordí el labio.
- Bueno, entonces culpa mía -susurré. Creo que no me escucho. Suspiré y cogí mi pijama- Voy al baño a cambiarme.
Caminé hasta el baño y cuando iba a cerrar la puerta, escuché a Niall.
- Puedes cambiarte aquí -se burló. Lo miré entrecerrando los ojos.
- Sueña Horan -respondí. Él rió. Cerré la puerta y me quite la blusa.
Este era el comienzo de una noche muy larga...
Volví a girar sobre mi cuerpo poniéndome boca arriba. Suspiré y puse una mano sobre mi frente. No podía dormir. No sabia si era porque no estaba acostumbrada al olor y a la cama o era porque a unos pocos metros de mi estaba Niall semi-desnudo. Si seria lo primero. Sarcasmo. Me tape la cara con la almohada, la luna entraba por las ventanas como si quisiera enserio molestarme. Escuché a Niall respirar tranquilo. ¿Por qué él podía dormir y yo no? Me senté en la cama y lo miré, estaba boca abajo y la luna daba contra su espalda.
Me sentí abrumada. Cuantas veces lo hicimos bajo la luz de la luna en este mismo campamento. Cogí mi almohada y se la tire, me tape la boca para que no se me escapara la carcajada cuando se asusto y se cayo de la cama.
Me acosté y me hice la dormida, después sentí de nuevo la almohada en mi cabeza. Me senté en la cama 'sobresaltada' y miré a Niall quien me miraba serio.
- Hey, ¿qué te pasa? -quise sonar seria, pero me salía a burla. Recordando cuando se había caído.
- No, ¿que te pasa a ti? ¿A caso querías matarme de un infarto? -exageró. Puse los ojos en blanco.
- No exageres, Niallsito -me burlé. Después lo volví a mirar, y no pude mas, comencé a carcajearme. Verlo caer de la cama había sido divertidísimo.
Él me pego con la almohada en la cara, hice una mueca por la sorpresa. Y comenzamos a pelearnos por la almohada. No sabía cual de los dos era más inmaduro e infantil. Pero lo que si sabia, es que esta era una de las pocas veces en las que los dos podíamos ser nosotros mismos. Atraje a la almohada hacia mí, y él perdió el equilibrio y cayó encima de mí. Los dos nos miramos, él puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, miró mis labios. Los entreabrí, dándole la confianza suficiente para que me besara. Cerré los ojos, dejándome llevar nuevamente por mis estúpidos sentimientos.
Sus labios se movían a un compás totalmente erótico. Abrí mis labios y su lengua paso, danzando sensualmente con la mía. Sentí sus manos deslizar la fina seda de mi pijama hacia arriba, haciendo que su tacto contra la piel de mi cintura me hicieran sentir corrientes eléctricas. Subió sus manos hasta mis senos, jadeé, él comenzó a masajearlos. Y a dar pequeños besos y mordidas en mi cuello. Me quito la blusa y volvió a besarme, pude sentir su abdomen contra mis pechos. Mis pezones se irguieron.
Entrelace mis piernas alrededor de su cadera, notando como su 'amigo' se empalmaba. Bajo sus besos por mi cuello dejando allí marcas de que sus labios ya habían pasado por allí. Bajo hasta mis pechos y mordió delicadamente mis pezones. Gemí. Acaricie su espalda desnuda. Perfecta. Dura. Suspiré cuando el bajo sus besos por mi vientre y volvió a subir haciendo el mismo recorrido, pero, quitándome los shorts junto con las bragas. Beso mis labios y sentí como se sacaba los boxers. Mi corazón comenzó a acelerarse. Se posiciono en mi entrada, pero acerco sus labios a mi oído.
- ¿No te vas a arrepentir después? -susurró. No hablé, solo gire mi cabeza encontrándome con sus ojos. Me mordí el labio, cuando sentí como su miembro rozaba mi sexo. Jadeé. Enrede mis brazos alrededor de su cuello.
Él entro en mí, gemí. Lo sentí tan caliente, tan duro dentro de mí. Comenzó a moverse dentro de mí, sin salir, suavemente. Se levanto un poco deshaciendo mi abrazo, y puso las manos a cada lado de mi rostro. Me miraba a los ojos mientras entraba en mí, yo cerré los ojos. Comencé a jadear cada vez más fuerte. No creía que nadie nos escuchara.
Agarre las mantas, mientras su cuerpo empujaba contra el mío. Los dos estábamos sudando. Derrochábamos pasión y lujuria. Sentí un hormigueo dentro de mí. Escuché sus jadeos y supe que estábamos cerca... muy cerca de llegar. Buscó mis labios y me beso bruscamente cuando los dos llegamos al orgasmo.
Comencé a respirar entrecortadamente después de que abandonara mi boca. Él se salio de mi, y se echo al otro lado de la cama. Los dos nos quedamos mirando al techo. Nuestras respiraciones comenzaron a calmarse. Suspiré.
Vi como su boca se abría para hablar...
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Fin del mini maratón 4/4
#Lina