Acabe de atar el lazo del vestido de boda de Steff, y la vi sonreír mientras se contemplaba en el espejo. Suspiré encantada.
- Estás hermosa -comenté sonriéndole. Ella giro, y dio una vuelta.
- No creía que este momento fuera a llegar tan pronto -suspiró mirándome. Fruncí el ceño.
- ¿Te arrepientes? -pregunté sorprendida. Ella negó con la cabeza rápidamente.
- Por supuesto que no, Liam es el hombre de mi vida y bueno.. ya cinco años de relación dan sus frutos -dijo volviendo a mirarse al espejo. Sonreí- Solo estoy un poco nerviosa.
- Si, Liam es el indicado y si no lo quieres tú, me lo quedo yo -bromeé, ella me fulmino con la mirada- Ok que posesiva, es todo tuyo -dije riéndome. Ella sonrió.
- Emm.. -comenzó, vi como movía sus manos inquietamente, enarque una ceja- ____...
- ¿Qué pasa? -pregunté preocupada.
- No nada -dijo dándose de nuevo la vuelta- ¿Puedes ayudarme con esto? -preguntó arremangándose un poco el vestido y para arrancar un hilo.
- Claro.. -dije no muy convencida. Cogí unas tijeras que habían al lado encima de la mesa, y corte el hilo. Me levante y la mire- Dime -pronuncie seria, ella trago saliva y suspiró.
- Ok, pero deja las tijeras, ¿si? -sonrió burlona, me reí y fui a dejarlas.
- No puede ser tan malo.. -comenté dejando las tijeras encima de la mesa.
- Niall va a ser el padrino de la boda -dijo rápidamente.
Me quede mirando las tijeras, pensando en lo que me había dicho. Niall va a ser el padrino de la boda. Niall va a venir. Cinco años sin verlo, y ahora...
- ____.. ¿Estas bien? -preguntó Steff acercándose a mi, mientras tomaba el vestido no queriendo pisarlo. Me volteé a mirar frustrada.
- ¿Por qué no me dijiste antes? -pregunté mirándola consternada.
- Yo.. no sé, pensé que si te decía no.. No querrías venir y es un momento muy importante para mí -dijo tartamudeando. Suspiré.
- Sabes que de todas maneras vendría Steff, eres mi mejor amiga -dije sonriéndole. Una sonrisa débil- Aunque debí haberme dado cuenta, Niall es el mejor amigo de Liam -susurré para mi misa, pasándome la mano para echarme atrás el cabello.
Steff me abrazo, y necesitaba ese abrazo. Los primeros meses después de lo que Niall por segunda vez me hizo había estado casi zombi, Steff había estado muy preocupad por mí, hasta que llego mi cumpleaños y mis padres me visitaron con una sorpresa no muy agradable. Al siguiente año, estaba mucho mejor y ya salía, compraba y... vivía pero aun con un dolor en mi pecho. Los tres años siguientes hacia todo lo mejor que podía, ya que ahora tenia 22 años. Hasta que un día Steff me dijo que se casaría con Liam, fue una sorpresa, bueno no tanto. Y hoy aquí estoy, ayudando a mi amiga en una de las capillas de la Iglesia, mientras su futuro marido la espera a fuera.
La madre de Steff entró y nos separamos, sonrió.
- Yo también estaba como tú, hija. Nerviosa -contó sonriendo, se acerco a Steff y ajusto un poco mas el broche de su cintura- Pero Liam es un buen muchacho, me alegro de que lo hayas conocido.
- Yo también mamá -dijo sonriendo, con un brillo de amor en sus ojos.
- Voy a salir, a ver como esta el novio -comenté sonriendo. Steff y su madre me sonrieron y salí de la habitación. Cerré la puerta y me recosté contra la pared. Sintiendo el frio en mi hombro, una lágrima resbalo por mi mejilla, ¿por qué? ¿Por qué despues de tantos años no puedo dejar de pensarlo? Es insoportable, odioso... mujeriego.
