¿& si?

¡Niegalo!

Al llegar la mañana, los rayos del sol se colaban por la ventana, como si me insistieran para levantarme; a lo que me negue al darles la espalda. Pasé la noche dandole vueltas a lo que pasó el día de ayer y, sigo sin lograr entender como él pudo poner esa clase de expresión después de lo que me hizo.

Me encogí en posición fetal, abrazando mis piernas, con el ceño fruncido y los ojos inchados por el llanto.

Después de unos minutos de silencio, escuché los toques a mi puerta, seguidos de una voz más que conocida.

---- Katsuki, tenemos que hablar. Ahora.

---- No quiero hablar contigo, vieja bruja.

---- Tienes que, a menos que quieras seguir encerrado, sin comer, perjudicando al pequeño que llevas contigo y al hombre de tu vida.

Odiaba cuando tenia razón esa mujer.

Me levanté, quité el seguro y volví a mi cama, abrazando mi almohada.

---- No puedes y no debes seguir así, Katsuki.

---- ¿Cómo mas quieres que esté despues de lo que me hizo el idiota de Kirishima? ----repliqué en alto, con mi voz quebrandose y mis lagrimas escapando de nuevo.

---- Sabes mejor que cualquiera que él no sería capaz de hacerte algo así ----su tono era firme, confiado, seguro.

---- Es fácil para ti decirlo. Tu no estuviste ahí y lo viste besuqueando a esa estupida.

---- ¿Lo viste escabullirse para verla?

---- Yo...

---- ¿Lo viste tomar la iniciativa?

---- No, pero...

---- ¿Estas totalmenre seguro de lo que dices que hizo?

---- Yo... Esto....

Puedo jurar que vi una sonrisilla en los labios de mi madre al confirmar sus palabras con mi duda al tratar de responder.

---- Nisiquiera estas seguro de lo que viste y, ¿crees tener el derecho de tratarlo así, cuando él jamás te ha dado razones para ceerlo capaz de algo como eso?

No hice siquiera por negarlo o aceptarlo.

---- Katsuki, entiendo que te molestaras por lo que crees haber visto pero, eso no quiere decir que podias hablarle de un modo tan deprolable, además de golpearlo por algo que no estaba bajo su control.

¿Porqué siempre tenia razón esta mujer?

Y si sé que tiene razón, ¿porqué lo hice?

---- No quiero hacerte sentir aun peor pero, quien tiene derecho de molestarse; es Kirishima

---- Él no es de molestarse conmigo ----murmuré con seguridad, tratando de convencerme de mis propias palabras.

---- Creo que él llegó a pensar lo mismo de ti

Esas palabras, bastaron para hacerme abrazarla como nunca en mi vida, mientras lagrimas recorrían mi cara con furia; al menos hasta que sonó el timbre.

[. . .]

Nuestra casa; nada.
Casa de Sero; nada.
Casa de Kaminari; nada.
Casa de Midoriya; nada.
Casa de sus padres; descartado.

Pánico, miedo, ansiedad, eran los que controlaban mis pasos. Miraba a mi alrededor a cada instante, esperando verlo al menos a la lejania pero, nada.

Mina insistía con verificar la casa de sus padres. En el fondo, sabía que estaba ahí pero, quería evitar a toda costa el verlo. No me sentía listo. Necesitaba tiempo.

Mis esperanzas se vinieron abajo cuando tuve una llamada entrante de parte de Katsuki.

Apagué el aparato, escapé de Mina entre el gentio y caminé sin rumbo por horas, sumido en mis pensamientos deprimentes; convenciedome de que era mi culpa, que no merecia estar con alguien como él.

Con cada paso, sentía el nudo en mi garganta agrandarse pero, ¿qué mas daba si me ahogaba con aquel nudo?

[. . .]

Al atender a la puerta en lugar de mi madre y encontrarme con quien menos queria ver, mantuve la puerta cerrada.

---- ¿Qué es lo que quieres?

---- Solo quiero hablar, reparar el daño que cause, además de disculparme contigo y Kirishima

---- Yo no quiero oír nada de ti o de ese idiota. A todo esto, ¿porqué no estas con él? Seguro que le vendría bien uno de tus besitos

---- No puedo creer que alguien tan puro y amable como Kirishima quiera estar contigo, siendo tan hiriente y rencoroso. No es que piense que yo sería mejor para él pero, al menos debió buscar alguien que en verdad valga la pena.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

Abrí la puerta, tome su blusa con fuerza y la apegue lo suficiente para que hubiera apenas espacio entre nuestros rostros.

---- ¿Qué es lo que estás insinuando?

---- Que no lo amas lo suficiente como para confiar en él

Halzé mi puño, amenazando con golpearla, pero no hubo reacción en su rostro.

---- A diferencia de otros, yo no tengo miedo de tus amenazas vacias

---- Tsk.....

---- Él no hizo nada, Bakugo. Fuí yo.

Respiraba agitado, queria que cerrara la boca pero, no iba a golpearla.

---- Yo le robé el beso, él no hizo por corresponder. Yo.... sabía que él jamas llegaría a sentir por mi lo que siento por él pero, la opresión de este sentimiento me empujó antes de que pudiera siquiera meditarlo y.... arruine su única felicidad

Noté las lagrimas que dividian su rostro, sus ojos rojos, sus manos temblorosas por la rabia contra si misma. Justo la mirada que vi en él ese día.

---- Así que, te pido que no te molestes con él pues, no es más que la principal victima de mis impulsos

---- Solo... vete...

Murmuré, soltandola, para después volver al interior de la casa en la que crecí y ocultarme tras la puerta cerrada, abrazando mis piernas.

---- Bakugo, también vine por Kirishima... Lo he buscado en todas partes, para disculparme con él pero... No logré encontrarlo

Apenas oía sus palabras atravez de la puerta pero, lo que llegue a escuchar hizo que una alarma se encendiera en mi cabeza.

Con nerviosismo, marqué su numero y esperé; nada.
Segundo intento; no salió siquiera la llamada.
Tercer intento; igual que el anterior.

El temor de que le pasara algo comenzó a recorrerme, por lo que opté por llamar a todos los que, creía, podian haberle visto. Necesitaba saber que estaba bien, que aún tenia oportunidad de disculparme, de volver a estar entre sus brazos.

---- Lo necesitas y no puedes negarlo, mocoso ----murmuró mi madre, antes de abrazarme al verme inquieto mientras caminaba en circulos en la sala, despues de alertar a todo conocido o amigo de la ausencia de su pelirojo.

Odiaba que todos tuvieran razón pero, no podía contradecirlos aún si quería. Me limité a corresponder el abrazo, sin buscar huir.