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Al día siguiente, cruzaba el pasillo tranquilamente como cualquier otra mañana

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Al día siguiente, cruzaba el pasillo tranquilamente como cualquier otra mañana. Sin apuros, sin corridas. Solo yo y un pasillo extenso, medio lleno, con pasos lentos y tranquilos. Siempre me he preocupado por llegar a tiempo a todo -extraño, porque al final siempre llego tarde-, pero hoy no era esos días. Así que, y debido a que no tenía apuro, decidí tomar el pasillo más largo de la escuela, para darme el lujo de chequear qué personas estaban presentes como las que no.

Quizás, la peor decisión que podría haber tomado.

Mientras mis pies se encontraban caminando tranquilamente por allí, tuve un inoportuno encuentro con TaeHyung y JungKook. El pelirosa se encontraba apoyado en un casillero mientras tenía al rubio frente a él, sosteniéndolo de la cintura, con sus labios pegados y moviéndose al compás. Un gusto amargo en la boca se me hizo presente y, al mismo tiempo, sentí la forma en la que mi estómago se revolvía.

Así se besaban en Navidad. Bajo el muérdago, con una pequeña sonrisa en su rostro, y las manos unidas. El recuerdo de mí, observándolos, y la sensación de fallecer que volvió a tener presencia en mi vida, provocó lo que había estado intentando evitar desde mi diagnóstico:

Un ataque de tos.

Me sostuve de las rodillas mientras una mano me cubría la boca, sintiendo la forma en la que los pétalos se deslizaban por mi lengua hasta caer.

La sangre salpicó el suelo, mientras los pétalos quedaban intactos en mi mano. Los apreté con el puño, cuando me di cuenta de que la mitad de las personas presentes en el pasillo me miraban. Entre ellas, JungKook y TaeHyung, quienes miraban preocupados las gotas de sangre en el suelo y a la persona de las que provinieron.

El pulso me tembló. Tengo los benditos pétalos en mi mano; si toser sangre ya resulta extraño, ¿qué tan raro sería que los demás vieran que, entre tanta sangre, también hay pétalos? Logré observar por el rabillo del ojo que JungKook hacía a un lado a TaeHyung y comenzaba a dirigirse a mí. El pánico aumentó en mi interior, pensando en qué podría hacer en una situación como esa y, de repente, una persona se posó delante mío, pero de espaldas a mí.

- El chico parece no sentirse bien, amigo. Sería mejor que lo dejaras tranquilo. -Dijo aquella persona, cruzándose de brazos. Era alto y, desde mi lugar, parecía imponente. JungKook se detuvo frente a él e intentó verme por el costado.

- ¿Y tú quién te crees? Es mi amigo. Hazte a un lado. -Intentó caminar hacia mí, pero el chico lo paró colocando una mano en su pecho y lo empujó levemente hacia atrás.

- Creo que fui claro antes. -El pasillo estaba en un silencio espectral, espectando la escena. De alguna forma esto me sirvió, ya que nadie tenía sus ojos fijos en mí, por lo que pude esconder los pétalos en mis bolsillos, volviendo así mis ojos a la escena. El chico alto lo alejó con otro empujón-. El chico no se siente bien. Vete.

Silencio. Después de unos segundos, TaeHyung se acercó hacia su novio y lo tomó del brazo, tironeando de él.

- Kookie, creo que deberías hacerle caso al chico, podrás hablar con YoonGi después... -Comenzó a hablar en un tono de voz bajo, intentando convencer a su pareja de alejarse de ahí. JungKook mantenía su vista en los ojos de aquella persona, mirándolo fija e intensamente, con los pies cellados al suelo.

Hanahaki | KookGiWhere stories live. Discover now