BERLIN ✔️

28. Aléjate de mi

Mis piernas se movían involuntariamente uniéndose al ritmo apresurado del resto de universitarios hacia el jardín trasero. No podía pensar con claridad, no sabía como había sido capaz de permitir que esto se descontrolase tanto. Busqué a Lisa con la mirada, tuve que ponerme varias veces de puntillas para ver si conseguía dar con ella o con alguno del grupo, pero nada, era como si la tierra se los hubiese tragado, y el hecho de que prácticamente todos los jóvenes estuvieran saliendo casi como en una estampida hacia el jardín no ayudaba con mi búsqueda. 

Se formó un coro alrededor de los dos. Conseguí abrirme paso entre codazos y empujones y sentí la respiración pararse justo en mi garganta cuando vi a Lucas calentando, dando pequeños saltos y estirando su cuello. Berlín sin embargo lucía impasible, frío y calculador, con las manos hundidas en los bolsillos de sus vaqueros observando con esmero a su contricante.

Llegué hasta Lucas y lo tomé por los hombros haciendo que girase en mi dirección. 

— ¡Lucas no entres en su juego!—alcé la voz. Todo el mundo gritaba a favor de la pelea—. ¡No quiero que te haga daño!

— Ya va siendo hora de que alguien lo ponga en su sitio—su mirada estaba fija en su oponente. 

Como con Lucas no conseguí nada, fui hacia el otro extremo del círculo y armándome del valor y de todas las agallas necesarias, empujé con todas mis fuerzas a Berlin. Este me miró extrañado y esbozó una sonrisa ladeada cargada de soberbia. 

—Ten cuidado mocosa, no vayas a hacerte daño—exhaló con una sonrisa curvada de suficiencia. 

— ¡¿Qué te crees que estás haciendo?!—volví a empujarle, pero esta vez su cuerpo no se desplazó ni un centímetro, y en su lugar, solo conseguí lastimarme la muñeca—.¡No puedes colarte así sin más y formar este escándalo! ¡¿De qué vas?!

—Te estoy haciendo un favor. Si estuvieras sobria ni se te cruzaría la idea de besarte con él—Gruñó clavando su punzante mirada en mí.

—¿Un favor?—reí descaradamente—.Pues hazme otro y desaparece de mi vista. 

—Lucas no es tan perfecto como piensas Abby. No es bueno para ti— apretó sus labios con dureza, pronunciando la mandíbula. 

—¿Y tú si?— lo empujé nuevamente. Abrió la boca para responder, pero me adelanté—. Juro que como le hagas algo a Lucas...—no me dio tiempo de terminar la frase. Lisa tomó mi mano, arrastrándome hacia ella y al resto del grupo. 

—¿Te has vuelto loca?, ¿cómo se te ocurre hablarle así?

—¿Qué os pasa a todos con Berlin? ¿Es que nadie piensa plantarle cara nunca?

—Es mejor evitar problemas con ellos, pero si Lucas ha decidido enfrentarse a él es mejor que lo dejes. Lleva mucho tiempo queriendo hacerlo. 

—¿No sois conscientes de que Berlin le va a dar una paliza?—señalé hacia atrás. 

—¿Has visto lo fuerte que está Lucas?—mi amiga arrastró la mirada hasta este y yo la seguí—. Berlin no tiene nada que hacer contra él. 

—No estés tan segura. 

Ambos parecían tener la misma altura. Lucas daba la impresión de ser más fuerte, se pasabahoras y horas entrenando en el gimnasio, pero había algo en Berlin que lo hacía jodidamente intimidante, amenazador y hostil, hasta Lucas podría notarlo. 

—¿Preparado para que te deje en tu sitio?—Lucas estiró su cuello, preparándose.

—Estoy deseando ver como lo intentas—respondió Berlin con un tinte burlesco.