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VI

El chico había llegado a el restaurante que había elegido con su padre

Hisashi:
–Bien Izuku, decidí pedir la comida para llevar así que pedí Katsudon para ti, ¿Te gusta?– A Izuku se le iluminaron los ojos
Izuku:
–¡Me encanta, Gracias!–
Hisashi:
–No hay de que, ahora tenemos que volver a casa antes de que mamá despierte–
Izuku:
–Esta bien–

Ambos caminaban rumbo su casa mientras platicaban de cosas triviales, aunque Izuku no tenía mucho tiempo de conocer a su padre se llevó muy bien con el, puesto que a Hisashi le encantaba la lectura al igual que si hijo

Hisashi:
–No creí que te gustará la lectura, pensé que eras muy pequeño para que te gusten ese tipo de cosas–
Izuku:
–Mamá dijo lo mismo cundo le pedí que leyera un libro conmigo–
Hisashi:
–¿Quien más de tus amigos lee libros?– Izuku se quedó pensando un momento
Izuku:
–En eso hay un problema, no tengo amigos, bueno, almenos no de mi edad–
Hisashi:
–¿Como?, Te juntas con los de grados superiores–
Izuku:
–Si a eso te refieres con solo los profesores si–
Hisashi:
–¡Que!! Solo le hablas a tus profesores–
Izuku:
–Así es, todos los niños de la escuela son muy inmaduros y no tienen los mismos gustos que yo–

Hisashi decidio no contestar nada, ambos siguieron caminando sin tomar en cuenta su alrededor, al llegar a su casa abrieron la puerta lentamente

Inko:
–Por dios, ¿Donde estaban?, ¿No se lastimaron?, ¿Por que se salieron sin previo aviso?– Estas y muchas más son las preguntas que ambos recibieron por parte de Inko al entrar a casa
Izuku:
–Tranquila, solo fuimos a comprar comida, no queríamos arriesgar la casa por intentar cocinar– Izuku acompaño con una leve risa su comentario 
Inko:
–Que alivio, para la próxima dejen una nota, y en cuanto a lo de cocinar, creo que tomaré cartas en el asunto–
Izuku:
–Esta bien, que te parece si terminamos la comida antes de que se enfríe, pensé que quizás quieras Tsukemono así que le dije a papá que comprara ese para ti–
Inko:
–Muchas gracias–

Al terminar de charlar todos se dirigieron al comedor para degustar la comida que habían traído, la comida fue callada como de costumbre, al terminar Izuku se ahorro el lavar los platos sin embargo empezó a levnatar y arreglar todo en la casa dejando a Inko y Hisashi solos

Hisashi:
–¿Que no solo tenia que lavar los platos?–
Inko:
–Así es, pero el siempre ha echo eso, tal vez sea una forma de agradecer la comida–
Hisashi:
–Lo has educado muy bien–
Inko:
–Pues esto no hubiera sido posible sin tu esfuerzo, en fin de cunetas, pronto te darán tu ascenso–
Hisashi:
–Es cierto, ya lo había olvidado–
Inko:
–Estarías muerto sin alguien a tu lado–
Hisashi:
–Y por suerte ese "alguien" eres tú– Antes de que Inko respondiera Izuku bajo rápidamente con un libro en sus brazos
Izuku:
–¿Quieren leer este libro conmigo?–
Inko-Hisashi:
–Claro que si–

Izuku estaba sentado en medio de ellos en el sofá, Hisashi no lograba entender completamente la historia pues el no había leído el libro desde el inicio así que cuando no lograba entender algo Izuku se lo explicaba detalladamente

Hisashi:
–Entonces ese tal Dante está tratando de llegar con su amada Beatríz–
Izuku:
–Así es, y como podrás ver, apenas llegamos a la parte del purgatorio–
Hisashi:
–Increíble– Después de un gran rato de lectura Izuku quedó dormido totalmente
Inko:
–Será mejor que lo lleves a su cama–
Hisashi:
–Esta bien– Y así fue, Hisashi tomó cuidadosa y lentamente a Izuku en sus brazos para llevarlo a su habitación
Hisashi:
–Descansa–

Izuku despertó entusiasmado pues ya era Viernes, el chico se preparó más rápido que nunca para ir a la escuela pues quería que el día se acabará ya, Izuku llegó súper rápido en la escuela sin importarle las veces que se callo en el trayecto, Izuku entró a su salón de clases y empezó a leer un libro, antes de que se diera cuenta ya había soñado la campana para el receso

Maestro:
–Izuku, ¿Te podrías quedar un momento?– El chico solo se dirigió con el profesor mientras todos salían
Izuku:
–¿Que pasa?–
Maestro:
–¿Quien es el sujeto que ayer vino por ti?–
Izuku:
–Es mi padre, no hace mucho que volvió de su trabajo–
Maestro:
–Me alegra, creo que hice bien al hacer una previa suposición, cuando te retirabas con el logre ver que realmente eras feliz por lo cual decidí darte algo, cierra los ojos– Izuku se salió un poco de lugar sin embargo hizo lo que su maestro le pidió –Bien, como te vi demasiado feliz decidí comprarte algo, me costó mucho sin embargo al fin lo conseguí, no se si te guste pero va muy de la mano con la literatura, de seguro has oído hablar de Beethoven ¿No?–
Izuku:
–Claro, nunca lo he escuchado sin embargo los demás me dicen que es muy bueno–
Maestro:
–Bien, entonces espero y esta sea la primera vez y tus primeras impresiones las pueda ver, hací que te compre una de sus mejores obras, "La Novena Sinfonía", esa canción que ha sido signo para una gran transición en el mundo de la música al igual que ser el primer Artista en el Mundo de la música y valerse por sí mismo, aquel que logró hacer una presentación tan exquisita que se convirtió en el Himno de la Unión Europea, abre los ojos– El chico abrí los ojos viendo un disco de vinilo con un moño verde
Izuku:
–Muchas gracias, en verdad se lo agradezco lo cuidaré pase lo que pase–
Maestro:
–Solo un problema, no se donde lo podremos escuchar– Izuku se quedó pensando un momento
Izuku:
–Quisiera probar una cosa–

Izuku activo su Quirk y sacó cuidadosamente el disco de su caja para tocarlo levemente con su dedo, Izuku creo unas bocinas en la parte frontal de sus orejas para después iniciar a tocar el disco, después de los 25 min. Más gloriosos de Izuku desactivo su Quirk para emocionarse más de lo que podía

Izuku:
–¡Por Dios! Esto es genial, la manera en la cual mezcla todos esos elementos, sin duda alguna se ha ganado muy bien sus gran impacto en el mundo de la música–
Maestro:
–Que bueno que te gustó, espero y sigas escuchando este tipo de música, como te lo mencioné antes acompaña muy bien a la lectura–

Entes de que Izuku respondiera la campana sonó haciendo que todos los chicos entrarán al salón, después de otro largo día la escuela había terminado, Izuku se encontraba con su maestro en la entrada, Izuku le estaba agradeciendo infinitamente el echo de que le comprase el disco, antes de que se diera cuenta su madre ya estaba ahí, Izuku se despidió de su maestro dando las gracias una vez más y retirándose con su madre a casa.