Uchiha Naruto, El Perdón Del Asesino

Capítulo 6.2/Los exámenes Chunin

Un cristal se oyó romperse y alguien entró en el aula.

-Bueno enanos, soy Mitarashi Anko- gritó una mujer al entrar por la ventana-. Seré la examinadora de la segunda prueba.

-Anko, tú no cambias, ¿no?- preguntó de manera retórica el anterior examinador.

-Lo siento Ibiki-sensei, pero sabes que no- contestó juguetona Anko-. De todos modos te estás ablandando, veintiséis equipos son muchos. Buenos mal que estoy que estoy aquí para reducir ese número al mínimo.

-Bueno, ya hablaremos entonces- se despidió Ibiki saliendo aunque nadie lo hubiese visto ir a la puerta.

-Sí, adios- contestó la mujer-. Bueno, mi prueba la acabaréis con suerte la mitad, aunque seréis menos. Nos vemos mañana en el campo de entrenamiento 44, os podéis retirar.

Todos los he se despidieron con una leve reverencia y se fueron a casa o a celebrar en algún sitio con sus compañeros.

-Dobe, vayamos a casa- le dijo Sasuke a su hermano cuando lo vio entre la gente.

-Sí, claro Teme- contestó Naruto-. Hola, Mito-chan.

-Hola, Naruto-kun- saludó la Namikaze-. ¿Preparado para saludar a oka-san?

-Mierda, no me acordaba- respondió con una cara pálida, lo cual representaba su claro miedo.

Esto originó la carcajada de los otros dos integrantes del equipo 7 que paró al ver a Menma salir de la sala.

-¿Irá a casa?- preguntó el portador del Kamui.

-No- respondió la jinchuriki algo deprimida-. Irá a notificarle a Danzo.

Tras esta conversación, los tres fueron a la casa Uzumaki y llamaron a la puerta, cuando Mito y Sasuke desaparecieron sin que se percatase Naruto.

-Voy...- contestó una mujer al otro lado de la puerta-. Mira por donde, si es Naruto-kun.

Dicho esto, una sartén salió a toda velocidad hacia el Uchiha, el cual de no haber usado el Kamui hubiese quedado bastante herido.

-Kushina-san, como te encuentras- saludó muy nervioso el chico.

-Hola, estoy bien- respondió el saludó la Uzumaki-. Entremos, que Mina-kun está preparando la comida.

Tras este pequeño altercado, los chicos entraron en casa y se sentaron en la mesa.

-¿Qué tal fue la primera prueba?- preguntó Minato-. El instructor era Ibiki-san, puede dar un poco de miedo, pero es uno de los mejores shinobis de Konoha.

-Sí que era un poco complicada, pero al final solo con quedarnos en la sala aprovábamos- contestó la Uzumaki.

-Sí, dijo algo sobre que un chunin no podía retroceder ante las adversidades o algo así- añadió Sasuke.

-En realidad, cuando uno es chunin o de un rango superior, tiene que tomar decisiones difíciles- explicó con sabiduría Kushina-. Pero hay que saber responder a los peligros para intentar que todo salga bien.

-Kushina tiene razón. Hace unos veinte años, un jounin llamado Hatake Sakumo tuvo que elegir entre la supervivencia de su escuadrón o el cumplimiento de una misión muy importante para la villa- comenzó a hablar el Cuarto-. Él eligió salvar a su escuadrón y no murió nadie, pero al volver a la villa empezaron a rechazarlo por su decisión hasta los compañeros a los que salvó. Acabó suicidándose.

-Hatake...- dijo en voz baja Naruto-. No será el...

-Exacto- terminó la frase Kushina-. Ese era el padre de Kakashi-kun. Es por eso y un par de cosas más por los que es así.