2.

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  Eren al otro día pudo respirar... la misma doctora Hange tenía los papeles que él creía haber perdido, maldita vieja chiflada que siempre lo ponía en pánico. Sin embargo, aún le pesaba la cabeza cuando se repetía en su mente la escena de la noche anterior, él preguntando, Coraline huyendo de su departamento como alma que lleva el diablo.

Era difícil trabajar así. Se le hacía el día pesado y tenía un turno de 12 horas por delante en la zona de urgencia.

—¿Estás bien?— le preguntó Ymir al notar que Eren a penas se movía por la zona.

—Uh, ¿Yo?— dijo viendo hacia los lados, pensó que Ymir le hablaba a algún paciente.

Frunció el ceño. Era demasiado extraño que Eren estuviera así de ido. Por lo general era atento, era vivaz, pero ahora parecía que su alma no estaba en su cuerpo.

—Eren, ¿por qué no vas a la zona de las camillas y duermes al menos una media hora? Tienes una cara que no se la deseo a nadie, la verdad.— le dijo dándole una palmada en la espalda.

  No era normal que Ymir fuera tan complaciente, debía de verse horrible.

Asintió. No creyó que pudiera dormir realmente, pero de todos modos se fue y se tiró en una camilla esterilizada y con papel nuevo para relajarse, lejos de la vista de colegas y pacientes. No había mucho trabajo ese día en el hospital, así que no había tenido la oportunidad de cometer cualquier tipo de error. Pero si había tenido la oportunidad de pensar muchísimo.

  Se giró en la camilla una, dos, tres veces. Rompiendo el papel de mala calidad con tanto movimiento. Comenzó a contar de dos en dos, cuando llegó al 100 lo hizo de nuevo pero hacia atrás. Luego de 5 en 5 y así hasta que realmente se quedó dormido.

☁️

  Al comenzar la noche, el turno de Eren se tornó un poco más caótico. Era viernes así que los adolescentes cometían errores y terminaban en la sala de urgencias en su mayoría. Ya no tuvo tiempo de pensar en Coraline. No con tanta profundidad, al menos.

  Socorrió a una niña con unas grapas en los dedos. Atendió a un adolescente de 17 años con un desmayo por alcohol, y así un montón de bizarros casos. A la media noche su turno acababa y estaba listo para pasar por la esquina en donde había visto a Coraline e ir a casa miserablemente si no la encontraba.

  —¿Y, mi interno estrella? ¿Vamos a ir a beber, verdad?— le dijo Ymir cuando ambos estaban cambiándose de ropa.

  Mierda. Había olvidado que tenían planeado eso.

  —Ay, Dios, lo olvidaste. No, Eren. Debes acompañarme, sería muy raro ir con la cirujana yo sola, que vergüenza. Hazme este favor, por favor y te cubro en el turno que sea.— le dijo colgándose en su espalda y haciéndolos balancearse por la zona.

  —Ymir, tienes 27 años, pesas bastante. Y quiero ir a casa, ciertamente.

  —Sí, bien, me bajo de tu espalda cuando aceptes ir a tomar cerveza con la cirujana bonita.— arrimó aún más sus piernas en su torso colgándose como si fuera un koala.

  Eren comenzó a girar. Si Ymir no se bajaba pronto iba a terminar estampada contra unos casilleros.

—¿Qué es tan terrible? Serían sólo un par de amigas bebiendo unas copas. No es extraño.— le quitó hierro al asunto.

  Ymir se bajó de su espalda.

—Ese es el problema, que yo no quiero ser su amiga, quiero ver qué hacen esas manos preciosas de cirujana que tiene, qué mujer. Además a ti no te intimida porque tienes tu especialidad, yo soy una simple interna, desgraciado. Hazme el apañe y juro cubrirte incluso en un turno de 100 horas.— le estaba haciendo un berrinche propio de un niño de 5 años.

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⏰ Last updated: Jan 03 ⏰

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"My little Versailles"» Eren Jaeger.Where stories live. Discover now