11.- Oko Ruto: Un hechizo

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En un profundo sueño, que absorbía toda su energía, se encontraba vagando sin rumbo

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En un profundo sueño, que absorbía toda su energía, se encontraba vagando sin rumbo. Caminando mientras arrastraba los pies con una mirada perdida, en un espacio sin fin hasta que, una luz estaba al frente como un rayo de esperanza.

─Oye Ayano, Ayano─El tacto en su hombro hizo estremecerla pero gracias a esto, le ayudo a alcanzar la luz. Fue abriendo sus ojos con una gran dificultad, hasta que por fin los tuvo totalmente abiertos.

Observó todo su entorno y notó que se encontraban sillas esparcidas en la habitación, de esas que hay en un aula de clases, mientras que a través de las ventanas se podía apreciar los árboles de cerezo que dejaban caer su hermosas hojas rosas, una vista espectacular. Por algún motivo le daba paz.

Regreso su vista hacia el frente encontrándose con los ojos verde de un chico.

─Ayano, te estoy hablando─El chico se cruzó de brazos haciendo un puchero.

─¿Dónde estoy?─Todavía un poco confusa, Ayano se preguntaba que había sucedido, como si hubiese despertado de un largo sueño.

─Dah, estás en la clase 2-1─Alza una ceja como si le estuvieran jugando una broma.─Te has quedado dormida en clase y me has dejado esperándote─La chica lo miraba con el seño fruncido.

─¿Qué?─Pregunto realmente confundida.

─Oh vamos, no voy a explicar nada, solo levántate y vámonos─Hizo caso, se levantó y tomó su bolso para comenzar a caminar junto al chico. Quién resultó ser Hayato.

─De verdad que intente despertarte, pero estabas como un tronco─Hablaba entre risas. Ayano se mantenía indiferente con algunas dudas en su mente.
─¿Acaso te dormiste tarde?─Pregunto mientras le daba rápidas miradas, pero la chica parecía sumisa en sus pensamientos.

─Hey Aya...─Una voz interrumpió su frase.

─Hayato, ¿Puedes venir un momento?─Ambos chicos voltearon a ver hacia la profesora que llamaba al chico. Él Asintió.

─Adelantate sin mi, Ayano─Le hizo un guiño y acto seguido se fue en dirección contraria. Mientras Ayano caminaba hacia la salida.

No puedo recordar nada, ¿Estaba soñando algo? ¿Que está pasando?

Muchas preguntas abundaban su mente, y las respuestas todavía no llegaban.

Mientras caminaba por el pasillo, una presencia paso justo a su lado, más bien un chico, y en un instante sus miradas se cruzaron congelando en unos segundos el tiempo. Sus ojos eran de un color morado claro, con unas ojeras por debajo de ellos, parecía que se desvelaba haciendo cosas.

Y en ese momento un flashback la hizo caer de rodillas, se tomó la cabeza como signo de dolor, la imagen de una chica con aspecto parecido al chico que acaba de presenciar permanecía ahí.
Pero no solo eso, otras imágenes atacaron su mente, todos los recuerdos de aquellos chicos y un asesino.

Sus lágrimas comenzaron a brotar debido al dolor interno en su cabeza y también emocional, su corazón estaba roto, y casi era imposible soportarlos.

El chico que yacía hace un momento, fue a darle socorro.

─O-oye, ¿Q-que sucede?─La pregunta era un poco torpe, pero no sabía que decir o hacer. Así que colocó su mano por su espalda, mientras tomó el resto de su cuerpo para elevarla en el aire.
La mantenía cargada en brazos, mientras ella lloraba en su pecho.

Todo el dolor se había acumulado y se preguntaba cómo aún no estaba muerta.

El chico con paso acelerado se dirigió hasta la enfermería, pero al llegar ya no había nadie, al parecer la enfermera se había ido temprano.

Y la única solución que se le ocurrió fue llevarla hacia un club, especialmente al de ocultismo.

La chica parecía aturdida y desconsolada. Pero al cabo de unos minutos, el dolor y todo recuerdo había desaparecido, como si hubiese sido arte de magia. La respiración de Ayano se calmó, mientras aún seguía en brazos del chico y se hundía en su cálidez sin igual.

Al tenerla tan cerca, no pudo evitar sonrojarse. Pero no era momento de algo así.

Por tanto la bajo con delicadeza a una de las sillas que estaban en dicho club. Parecía que se había recuperado.

─¿T-te encuentras mejor?─Por algún motivo estaba nervioso. Pero también se había hechizado por su belleza que lo único que hizo fue apartar su mirada.

─Si─Aún estaba perdida.

─¿Qué ha sucedido?, ¿Acaso sufres de alguna enfermedad?─La chica negó.

─No se─No recordaba nada del por qué se había puesto mal. Pero como se había recuperado tan rápido.

─Se que te estás preguntando, ¿cómo es que te has recuperado tan rápido?─La chica lo miró con atención.
─E-es por─Se tapo el rostro con el libro un poco avergonzado.
─Mi club ha hecho un hechizo para aliviar las enfermedades de las personas aunque no muchos lo crean, hicimos un pacto que nos ayuda a esto. Y realmente es efectivo.─Bajo la mirada con un leve sonrojo en el rostro. Ayano pudo notar que el chico tenía el cabello azul oscuro algo desordenado.
Llevando el uniforme masculino de Academy con calentadores de brazos de tela de araña. Mientras usa una banda de del Club de Ocultismo.

Su parte misteriosa y extraña resultaba ser un atractivo para la chica pero no dudó en desechar esos pensamientos.

─No sé si creer eso, pero gracias─Le dió una sonrisa falsa. Si algo le había enseñado era a devolver favores y a agradecer aunque no tenga sentido la situación. El chico asintió.

─¿Cuál es tu nombre?─Pregunto una forma pequeña de cortesía.

─M-me l-lamo Oko Ruto─Hizo una reverencia.

─Oka ruto-Mencionó el nombre por instinto, sonaba familiar.

─N-no Oko─Sonrió tímidamente. La chica se despidió con un ademán. Despejando toda su mente. Parecía como si no hubiese sucedido nada. Mientras que una palabra permanecía aún.

Oka Ruto

¿Pero de quién se trataba?

─¿Con que aquí estabas? Pensé que te habías ido, pero gracias por esperarme─Hayato sonrió y ambos emprendieron un rumbo hasta sus respectivas casas.

(Nos vemos dentro de 2 meses XD)

A No se crean:'v

Hasta que la muerte nos separe©★ (MaleRivals×Ayano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora