🐞💖 Los gángsters gays y tú 💖🐞 [Vento Aureo x Lectora]

Caliente, caliente (LEMON Ghiaccio x lectora)

Notas preliminares:

(LEER ANTES DE EMPEZAR❗❗)

Continuación del "Frío, frío"

Les recuerdo que esto es sólo una fantasía pensada para mayores de edad.

Ya avisado, este lemon será algo violento y con el consentimiento no del todo claro por parte de rayita (Hablamos de un asesino profesional de la mafia con notorios problemas de manejo de la ira, así que bueno...)

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Sin duda, había sido una excelente idea convencer a Ghiaccio de que te acompañara en tu escapada nocturna al pueblo de Acqui Terme, que estaba a menos de un kilómetro de la villa en la que estaban quedándose junto al resto de la Squadra. Primero que una máquina asesina, era un ser humano, y ningún ser humano que conocías no disfrutaría de una noche de carnaval en un pueblito turístico. Ni siquiera pudo aguantar las ganas de comprarse un gracioso globo de helio con la figura de un pingüino, que se había negado rotundamente a dejar atrás cuando tuvieron que escabullirse de regreso a casa.

- Me voy a dormir. Buenas noches, Ghiaccio- Te despediste al pie de las amplias escaleras que llevaban a los pisos superiores.

- Nos vemos- Respondió.

Dado que él estaba unos escalones más arriba, ya era hora de que se apartara y te diera espacio para subir por las escaleras hacia tu cuarto, pero seguía parado en el mismo lugar con su mirada fija en la tuya. Tú no pudiste sino sonreírle cálidamente y extender tus brazos hacia él, alentándolo a acercarse para darle un beso de buenas noches.

Unas fracciones de segundo antes de rendirte a su abrazo y cerrar los ojos, creíste ver un movimiento en el sombrío reflejo del pasillo que entregaba el espejo ovalado colgado en la pared, pero en el momento no pudiste darle importancia.

Sin embargo, la preocupación ya había quedado anidada en tu cabeza. Sin separar tus labios de los suyos, volviste a abrir los ojos para darle un último vistazo, y te congelaste en seco al observar la imagen reflejada por el cristal.

Allí, a sólo unos centímetros de tu reflejo y el de tu compañero, se veía esa figura familiar de cabellos largos y oscuros, observándolos con una sonrisa malévola. El pánico te hizo separarte de golpe de Ghiaccio, empujando su pecho con ambas manos y haciéndolo devolverte una mirada confusa.

Cuando volviste a fijar la vista en el espejo, la figura ya no estaba ahí.

- Illuso...-Susurraste, antes de que Ghiaccio alcanzara a pedirte una explicación por tu actitud.

- Mierda...- Maldijo el peliazul entre dientes.

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- ¡Y QUE MIERDA ME IMPORTA ESO! - Gritó Ghiaccio, dando un fuerte puñetazo sobre la mesa.

- Bájame la voz, Ghiaccio- Le contestó Risotto serenamente, dirigiéndole una de las miradas más amenazantes que hubieras visto en tu vida- Cuando llegó, les dejé claro que ninguno de ustedes podía intentar nada con ella

Ante la expresión de Risotto, el asesino de hielo volvió a su asiento, haciendo su mejor esfuerzo por intentar templar su ánimo. Era realmente estremecedor verlo actuar así de impertinente con el jefe de la Squadra.

De pronto, soltó un risa burlona.

- Apuesto a que Illuso también habría roto esa regla con gusto ¿O no? - Dijo el peliazul con sorna, cruzando los brazos.