Kiss me again ─ 2min[COMPLETA]

Parte 23.

"Capítulo 23: Te encontré"

Todo estaba completamente oscuro, no sabía si era de día o si ya era de noche.

Su estómago dolía, necesitaba tomar agua moría de sed, la cantidad que le habían dado hace unas tres horas, suponiendo, no habría alcanzado ni para refrescar a un bebe.

Todo seguía dando vueltas en su cabeza, no podía creer como esas personas podían ser tan malas y crueles, en reclamo de algo que ellos perdieron.

Sentía que ya no iba a poder más, no sabía exactamente cuánto tiempo ha estado encerrado, pero estar sin Minho era como una eternidad más eterna que la palabra.

Desde ese día todo era nebuloso para Taemin, de un momento a otro todo estaba oscuro y recibió golpes constantemente, quería saber que era lo que había hecho para merecer todo lo que le estaba ocurriendo.

En medio de sus pensamientos, escuchó como las cadenas y la puerta del lugar en donde estaba era abierta. Su corazón empezó a latir con fuerza, siempre que lo entraban a ver recibía un golpe en cualquier lugar se su cuerpo y así fue, después de que escucho pasos acercándose a él, sintió una patada en un costado de su cuerpo.

Se imaginaba que a este paso, luego de todos los golpes que había recibido en todas esas que suponía que eran semanas, su cuerpo debe estarse viendo como una bolsa de boxeo.

Esta vez no sintió ni un golpe, cuando los pasos finalmente se posaron en frente de él, escucho la misma voz que le revolvía el estómago a punto de querer hacerlo vomitar.

─── Al parecer no le importas a nadie. ─burló una voz femenina.

La primera vez que le habló supo reconocer rápidamente de quien se trataba. A pesar de no haber tenido el disgusto de conversar con ella, su estúpida y molestosa voz quedó completamente grabada en su cabeza.

─── Al parecer nadie te extraña. ─burló.

Aunque su cuerpo estaba adolorido, su mente y su corazón estaban llenos de ira, no se quedaría callado por nada del mundo así lo golpearan mil veces más.

─── Créeme que lo hacen. ─respondió entre dientes, la odiaba verdaderamente.

─── ¿Y entonces dónde están? ─preguntó. Taemin podía reconocer su manera de hablar y juraba que estaba con una antipática sonrisa.

─── Oh, créeme cariño que en cuanto sepan dónde estoy, vendrán a patearte el trastero. ─Taemin rió con lo último dicho.

Enseguida sintió como la cadena de su cuello fue tirada hacia arriba y pudo sentir claramente el aliento y el olor a labial barato cerca de su rostro.

─── Escúchame bien maldita basura, nadie va a encontrarte, y de eso me encargaré personalmente, ¡Escuchaste! ─dicho esto lo soltó haciendo que cayera al piso y le propinó un golpe a la altura de su abdomen.

Taemin sabía perfectamente que Minho estaba buscándolo, confiaba plenamente en su amor y sabía que lo sacaría de ahí.

Minho llegaría en cualquier momento y el esperaría, no importaba cuántos goles tendría que soportar, no la dejaría salirse con la suya.

Minho estaba desesperado, ya sabía del paradero de los culpables de los problemas ahora, lo sabía perfectamente, pero su padre tenía razón, debía esperar un poco para poder proceder a invadidos y recuperar a Taemin.

Sin ánimos de nada abandonó la cama la cual ahora le parecía incomoda y vacía sin la presencia del otro y fue directamente al baño, iría a la empresa a poner de parte para continuar con la construcción, ya habían pasado semanas y el simplemente no tenía las fuerzas y la cara para ir.

Se apresuró a llegar pero sin embargo ni medio acababa de entrar y ya se sentía incómodo con las miradas y los susurros a su alrededor, o escuchar que le decían que todo iría mejor o que el joven Taemin aparecería, cuando tantas veces los había escuchado en los cubículos hablando de lo mal que se veía junto a él o de la muy poca cosa que era para él.

Evadiendo cualquier intento de producir lástima entre los demás, se limitó a ofrecer una gélida mirada e ingresar a su oficina para retomar sus papeles.

Tenía una batalla mental en ese momento, por más que quería no hallaba la manera de concentrarse lo más mínimo en las cosas y dejar de lado las ganas que lo carcomían de salir corriendo y arrancar esa estúpida cabellera roja a la culpable de todo.

Sin más se apresuró a salir, estar encerrado en esa oficina no le vendría nada bien. Ya había hablado con su padre y la gente que los estaba ayudando, pero como anteriormente mencionó, debía esperar un poco más y aún que al principio se negó rotundamente debía hacerlo.

Por ahora debía mantener sus pensamientos en otras cosas si quería poder soportar unos días más. Más que ansioso estaba preocupado, de que podían hacerle o si lo estarían cuidando, si comería o no.

Ese tipo de cosas lo consumían diario desde su desaparición, pero sólo era cuestión de esperar para proceder.

Su mente aún no captaba como habían podido estarlo intimidado en su presencia, y lo que lo volvía aún más turbio era que Taemin en ningún momento que estuvo junto a él se mostró preocupado o algo por el estilo. Simplemente todo era normal y eso lo enfurecía, se supone que era su pareja y debía de saber lo que le sucedía con tan sólo una mirada pero no era así.

Luego de estar varios minutos en su auto llenándose de ese tipo de pensamientos, finalmente decidió bajar del auto y encaminarse al edificio. Aún que su cabeza no abandonaba todo tipo de conclusiones tenía que hacerlo.

De repente antes de entrar al edificio sus ojos captaron una silueta muy reconocida que hizo que sus ojos echarán fuego. No sabía cómo una persona así tenía el cinismo de pasearse en las calles aun sabiendo lo que hace.

Inmediatamente llamo a los contactos de su padre y les dijo donde se encontraban.

─── Necesito que vengan y revisen el lugar. ─dijo con la mandíbula tensa.

[De esta no te escapas]...

Holaaaaa...