Llegó del cielo para alborotar su vida perfecta.
Solo en él está el elegir entre ella o su estable relación con su ego.
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Estudiantes de secundaria Tenten y Sasuke pasan por las adversidades naturales de los jóvenes a su edad, aceptación soci...
Entre semana se habló por el grupo en línea en el que estaban, quienes harían cada cosa y quedaron de ir a casa de Kankuro para unir sus partes del proyecto y ensayar la exposición.
Aunque fue una desgracia para el Uchiha no saber en donde vivía el muchacho castaño, no le importaba saber, pero tenía que asistir a la práctica para que todo saliera bien, así que tuvo que recurrir a un método incómodo para ambas partes.
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Pidió a la castaña que lo acompañará hasta la casa de su compañero de equipo. Lo que no sabía era que para llegar hasta allá era un viaje largo de entre 30 a 50 minutos en transporte.
Esperó a Tenten y una vez que llegó subieron al autobús.
Ambos estaban en sus asuntos haciendo lo que quisieran con una que otra pregunta ocasional acerca del trabajo.
Los silencios por los que pasaban Tenten los sentía distintos a los que tenía con Neji. No sabía si el chico estaba molesto, triste, cansado, perdido con la mente en otro lado. Solo sabía que estaba callado pero no sabía el porqué.
Trató de controlarse, pero eso no funcionó y de un segundo a otro, quiso hablar con él.
—¿Hace cuánto que vives aquí?—
El azabache se sorprendió por su interacción repentina pero de manera formal contestó.
—Desde que tengo memoria.—
—Naruto me contó que eran mejores amigos así que supuse que se conocían de hace tiempo.—
—Él no es mi mejor amigo, está exagerando. Aunque si nos conocemos desde el preescolar.—
—Bueno, eso me dijo él.— Dijo la chica mirando por la ventana.— ¿Tienes algún tipo de afición?— Continuó volteando hacia él.
—Soy futbolista y práctico taekwondo, así que por consecuente tengo que saber de eso.—
—Pero, habló de que... Si ¿Te gusta eso que haces?— Aclaró la chica.
—Yo...— Las memorias del chico se achicaron, trataba de recordar la última vez que disfrutó el correr tras el balón o ser feliz de asistir a clases de Taekwondo. Pero solo tenía recuerdos amargos presionandose a sí mismo acerca de siempre ser el mejor en cualquier cosa que hiciera —Si — Respondió seco. Mentía.
—Debe ser divertido encontrar tu vocación. Sabrías que no batallarias más por saber que es lo que quieres y necesitas.—
—Son simples hobbies.—
—¿Y quién dijo que hablaba de los hobbies?—
—Diste esa impresión.—
—Pues ahora sabes que no hablaba de ellos.—
Sasuke suspiró recostando su cabeza en la cabecera del asiento.
—Bien.—
Las ideas de Tenten se terminaban, pero aún así buscaba la forma de no volver a esos silencios no deseados pero inevitables.
