Blindly ➳ PJ+JK

»One«

Su rutina se repetía una y otra vez como un disco rayado, no había día donde no se acoplara a sus horarios y las siguiera al pie de la letra, para él era muy importante la disciplina y organización, ya que sin eso, su vida se convertiría en un completo desastre. No se saltaba ninguna de sus comidas, adelantaba sus respectivas tareas e incluso con todo el trabajo que tenía encima, lograba dormir sus ocho horas.

Park Jimin de veinticinco años, estudiante de Medicina, tenía todo fríamente calculado

La vida como médico, era unas de las metas que Jimin quería lograr, desde pequeño siempre supo que su vocación era ayudar a las personas, cuidar su bienestar y si es posible, salvarles la vida. Sus padres lo apoyaron en todo momento ante su decisión, pues estaban conscientes de que no era una carrera fácil, implicaba desvelos, estrés y mucho esfuerzo. Pero confiaban en su hijo debido a que este tenía una cualidad que lo convertía en alguien muy especial y era que cuando el peli-rosa se proponía algo, no importaba cuantas veces fallara, lo seguirá intentando hasta el punto donde vea que haya llegado a su límite. Se mudó a Seúl en busca de una buena universidad, dejando a su familia para construir lo que sería su nuevo futuro.

Fue uno de los primeros golpes de muchos, en su vida.

No cabe duda que al presentar su examen de admisión hubiera estado realmente nervioso, ver a toda la multitud en un mismo lugar, con la hoja sobre la mesa de madera y su lápiz en mano, sabiendo que casi todos los que se encontraban allí tenían un mismo objetivo, lo hacían tener los pelos de punta. Por un lado se encontraban los que se estaban cagando del miedo y teniendo un ataque de pánico, que lo contagiaban de ansiedad, y del otro los que transmitían tanta seguridad y confianza de sí mismos que lo hacían dudar de sus capacidades.

Pero no señores. Park no se preparó por tanto tiempo para aquella oportunidad como para dejarse intimidar por las personas.

Así que sin más preámbulos, se armó de huevos, y contestó con lo que sabía.

La espera de sus resultados fue una terrible tortura, parecía que el tiempo quería transcurrir más lento de lo usual, hasta el punto de querer hacerlo llorar de la impaciencia. Había días donde su mente le jugaba mal, regalándole escenas de lo que pasaría si no llegara a ingresar.

En fin, cuando el día llego y el correo apareció. Cerró sus ojos y exhaló, abrió el sobre y sostuvo la hoja con fuerza con sus manitas.

"Park Jimin.

El motivo de esta carta es para infórmale que usted ha ingresado a la universidad..."

Solo le bastó leer el primer párrafo, mandar todo lo que restaba del texto por un tubo y ponerse a chillar como loco de la emoción

-¡Jodida mierda!-gritó en plena calle, dando ligeros saltitos.-

Se gano varias miradas de confusión de personas que iban caminado cerca de ahí pero poco le importo. Desde ese día, se preparó mentalmente para lo que estaba por aproximarse, ya que sabía que solo era el comienzo de una nueva experiencia. Puede que al principio batallara, pero le tomo poco tiempo acoplarse al sistema educativo que ejercía la universidad. Después de varias patadas por el culo y ser violado en distintos exámenes, ahora cursaba sus últimos años como estudiante.

-Bien muchachos, como ya sabrán, llegó el momento de que realicen algunas de sus prácticas-Informó uno de los profesores más estrictos del instituto.-Serán divididos por grupos y a cada uno, se les asignará un centro médico al cual tendrán que acudir.

-Profesor SeokJin-una alumna levantó la mano pidiendo permiso para proseguir y se le concedió-Estas practicas, ¿implican lo que son las guardias durante la noche?