CAPÍTULO XVII La horrible verdad

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Lunes, 23 de octubre. Cuando llegué al colegio me encontré con algo peculiar. Tanto 1101 como 1102 estaban ubicados en el patio sin hacer nada. Todos los lunes mi curso tenía educación física a primera hora y en el patio. Sin embargo, 1101 tenía clase en otro salón, pero hallar a casi todo ese curso era una nueva oportunidad para hablar con la gente que me interesaba, o al menos, estar cerca de ella.

Vi a las amigas de Kevin y las saludé. Aún no había llegado Kevin, pero si estaba con ellas podría saludarlo si llegaba. Les pregunté por qué su curso estaba ahí y me dijeron que les iban a dar una información (de seguro sobre el proyecto de grado). Luego, ellas hablaron de sus cosas privadas, me sorprendió que Mafe hablara mal de un miembro de su familia y acerca de brujerías. En esa situación preferí mirar a otro lado, no quería involucrarme en problemas de otras personas; por eso no hablé más con ellas ese día. Era cierto que quería ser social, pero no enredarme en cuentos de otras personas y mucho menos si no las conocía bien.

De pronto, llegó Kevin con su elegante bufanda azul oscura. Él saludó de beso en la mejilla a sus amigas y me saludó a mí de la misma manera. Al fin algo bueno ocurría y conmigo. También estaba su amigo Federico que igualmente saludó a las chicas y a mí.

—¡Uuuy! —mencionó Federico cuando Kevin me saludó.

Yo actué como si nada hubiera ocurrido. Mientras tanto, las amigas de Kevin le pidieron a Federico que les guardara los cuadernos de ellas en su maleta. Él como un buen bobo aceptó y cargó con más peso en su mediana maleta. Después de esto, se fueron los dos amigos y otra vez quedé con ellas que seguían hablando de lo mismo. Pronto alguien vino y nos avisó que la información la entregarían en cada salón. Entonces, me dirigí al patio donde mi curso nuevamente no tendría clase por la incapacidad médica de la profesora.

No tuve más encuentros con Kevin o relaciones cercanas de él ese día. Llegué a mi casa y seguí adelantando tareas y el proyecto de grado escrito. También tenía el Facebook abierto, y en la noche decidí enviarle un mensaje a mi querida amiga Daniela sobre el saludo que me había dado Kevin ese día. Además, ella ya estaba enterada acerca de mis planes de hablar con él y las veces que nos veíamos.

—Mira que el viernes nos vimos. Sólo si te contara en persona... hoy estuve con sus amigas. Después llegó Kevin y las saludó de beso, también a mí. Su amigo nos vio y dijo como ya sabes, ¡uuuy! Jajaja xD.

—«Ay mi Anyu... ay algo que tengo que contarte, pero no te lo quiero contar acá... es sobre ese tema de Kevin y eso. Pero quiero ir a tu casa o que tú vengas a la mía y poderte contar.»

—Okey me pones nerviosa —emoji de nervios, sin habla y de tristeza—. No puedo ir a la tuya. ¿En serio no me puedes contar ya? ¿Es urgente? —respondí con mucha ansiedad. Si ella hablaba de venir a mi casa o ir a la de ella, definitivamente era algo muy delicado. Intenté conservar una vaga esperanza de que no fuera algo malo, y proseguí—: Pero dime, ¿es positivo o no? Pues para no embarrarla con él —emoji de sorpresa con espanto y otro con sólo espanto.

—«Bueno, sí, es negativo.... exacto, no la embarres con él —emoji de tristeza—. Sabes que te quiero, y más que nada, no quiero verte sufrir por un pendejo.»

—Dani... igual tengo que seguir hablando con él, pues por el libro nada más. No quiero tener nada con él —mi poca esperanza se desvaneció y acepté la situación como si estuviera preparada para recibirla—. No voy a sufrir... he sufrido tanto ya que todo me da igual. Por eso le hablé desde un principio.

—«Ay mi Anyu... —emoji de tristeza—. Él no quiere hacer ningún libro. Mira, lo supe todo ayer. Fui a la casa de Diany y estábamos hablando, y le dije que hoy, o tal vez esta semana iba a tu casa a darte un regalito; obvio dije tu nombre. Diany reaccionó como si se hubiera acordado de algo y me dijo: ¡Anyuli! Verdad parce, tengo que contarle algo. Yo le dije: ¿qué? Y me dijo que en el salón de ella había un chino llamado Kevin y eso... yo me hice la que no tenía ni idea de quien era él. Bueno, el caso es que me contó que él es muy mierda. Él le conto a Diany que tu harías un libro de él y todo. Bueno, ella me contó que cuando tú te acercabas a él, pues él trataba de alejarse de ti. Entonces ella le dijo a él que fuera mierda con quien quisiera, pero que contigo no, que no fuera mierda contigo. El caso es que él está tratando de no lastimarte, pero trata de evitarte. ¿Me hago entender? Es más, en el salón de él le hacen chistes diciendo: Uy con Anyuli entonces. Pero Anyu, ahs... es que cuando escribo no me sé explicar muy bien, porque no te puedo contar bien cómo es la cosa. Es más, no sabía que esas tales amigas de las que tú hablabas... son Karen, Mafe... o sea, uy ¿ellas? Jumm, no sé qué decir —emoji de tristeza—. Quisiera que estuvieras aquí, o yo allá... para contarte mejor las cosas... es que Diany me contó mucho, lo que te conté es poco. Es más, ni sé si me expliqué bien. Jajaja.»

—Okey entiendo... eso me pasa por querer ser social. Sí, noté que él se alejó de mí el otro miércoles. Mmm, ¿sabes qué? Más bien, le preguntaré sinceramente a él mañana o el miércoles si enserio quiere seguir o no. No me importa.

—«Sí, esas son, excepto Karen que no sé quién es. Justo hoy vi que hablaban de brujerías o cosas así. ¡Qué miedo! —emoji de espanto y otro de espanto con alivio—. Pero todo fue negativo o, ¿hay algo positivo?

—«No, pues no hay nada positivo en eso. Y no sé, no vayas a incluir a Diany, jajaja.»

—Ah no, cómo se te ocurre. Agradezco que me lo digas, pondré todo en su sitio. A mí no me van a ver de tonta. Esto me pone fría y seria... ya no más ternura.

—«Y tienes que decirle de una manera como no sé. Ay, como si tú eres la que estás notando la diferencia... como: Kevin, no sé tú quieres seguir con el libro, sé sincero... «es que te he notado, no sé, como si quisieras alejarte...» o cosas así, pero no le vayas a decir: "es que me contaron." Porque pailas. Y sí, así. Tienes que poner todo en su sitio, porque la gente es mierdosa con las personas que son bien... —emoji de no querer ver—. Y eso no lo soporto.»

—Sí, eso tenía pensado, pero decirle que lo he notado, no. Más bien que necesito más tiempo... y no sé si lo pueda lograr. En serio, gracias. El miércoles estuve a punto de dedicarle una canción que compuse de estilo rap, ¡qué garra! Jajaja te lo mostraré cuando vengas —emoji de felicidad.

—«Jajaja. Ojo mi Anyuli cariño a esas personas... no. Porque como habíamos hablado la otra vez: las apariencias engañan. Y esos chinos, o sea, ese grupito de chinas jumm... y claro, es que son ese grupito de ñeritos. O sea, yo las conozco desde niñas y ellas son un horror. Nunca me logré llevar bien con ellas. Jajaja, sólo hablaban conmigo cuando necesitaban algo, no más. Y sí, de nada mi corazón... sabes que lo hago porque te quiero y porque no quiero que te cojan de juego. Lo sabes, no eres ninguna tonta. Tú misma lo has dicho. Jajaja, uy no. Prefiero hacerles una canción a mis papás, que a un chico. Jajaja».

—Pues ellos no saben exactamente mi problema con el curso, pero mira que Mafe me dio una reflexión súper cool y la voy a tomar como consejo para el libro —emoji de felicidad—. La frase que me dijiste se parece a mi curso. Vale —emoji de felicidad—, voy a actuar seria. Jajaja, tan linda con tus padres —emoji de felicidad—, pues yo he escrito muchas ahorita a él, y a otros que no les diré jajaja xD. Nunca sabrán que fueron para ellos.

—«Sí, por ahí Diany me contó que Mafe fue la única que te trató bonito —emoji de corazón—. Jajaja, lo cual la sorprendió, porque ella era la más mierda. Jajaja, Siempre eran como gatos y perros con Diany. Menos mal que nunca me trató así, o si no... jajaja. Sí, yo también he hecho lo mismo. Escribo para personas, pero después las deposito a la basura cuando son hechas a mano... y las borro cuando las escribo en el computador. Pero el caso es que las elimino y yo me desahogo. Jajaja».

—Pues sí, noto que Mafe sí es linda conmigo —emoji de felicidad—. Falta hablar con Jessica y con Laura para quedar bien con ellas. Creo que Kevin... él está nervioso conmigo, no ha estado con alguien como yo. Somos muy diferentes y por eso él intenta alejarse, porque es una mierda y se siente mal conmigo —pensé yo en concluir las cosas de una buena manera. ¿Sabes? Intentaré tomar lo que dije para poder hablar con Kevin, porque enserio ya estaba odiando acercarme a él sin confianza. Lástima que no pude hablar con él antes —emoji de pesimismo—, el jueves podía, pero me quedé con mi amiga Carol viendo a su chico... y yo distrayéndome viendo a otros chicos más o menos lindos.

—«Jajaja. Pues bueno, como tú quieras, sólo pues... no confíes mucho en ellas. Ese fue un consejo como amigas y porque te quiero. Pues sí, tienes razón, son muy diferentes... antes se logran hablar. Gato y perro: así son. Jajaja, por algo te entiendes con tu amiga. Jajaja, pues viendo chicos las dos.

Después terminamos hablando de cosas banales. Sabía que estaba presintiendo algo malo de todo este asunto con Kevin. Desde antes ya me habían roto el corazón y me supe controlar. Aun así, este asunto lo estaba empezando a digerir cuando lo confirmé por medio de mi mejor amiga Daniela. Al menos, me alegraba una parte: ya no iba a creerme los falsos cuentos que hiciera 1101 conmigo.

Desde esa noche y los días siguientes, comencé a realizar una encuesta para todo aquel que quisiera apoyarme y responderla. Kevin no era el único chico social existente en el colegio... había otros y los tenía que descubrir. Además, la encuesta no sólo sería dirigida a personas sociables, también a las personas que no lo fueran tanto, y así, observar y comprender por qué unas personas logran ser sociables y otras no. Mi búsqueda al camino de la sociabilidad hasta ahora empezaba.

Mi vida intentando ser socialWhere stories live. Discover now