Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

7.

Lean el capítulo con la canción Unworthy de Vancouver Sleep Clinic para mas placer.

Abrí mis ojos y obcerve alrededor, estaba en una cama matrimonial y la habitación era amplia, color crema, habían unos cuadros y muebles que la adornaban, me senté en la cama y por el gran ventanal que había pude obcervar el paisaje que había afuera, árboles y mas árboles, la casa estaba ubicada en el bosque.

Baje las escaleras y pude ver que en la sala estaban varias personas reunidas, ojos color dorado por aquí y por allá, entre ellas solo pude reconocer a Alice, Edward y mi madre, ellos me vieron y la primera en acercarse fue Rosalie, la madre que juraba que estaba muerta, cuando estuvo frente a mi dispuesta a tocarme, las imagenes de ella atacando a ese venado llegaron como flashes, abrí mis ojos y me aleje de ella de forma automática, podía existir la posibilidad de que me hiciera daño a mi, al fin y al cabo era vampira, se alimentaba de sangre. Ella me obcervo con pena y se alejo unos pasos atrás.

- Son vampiros - Mire a todos los precentes.

- Nunca te hariamos daño hija - Mi madre habló y yo la mire con rencor.

- No hables de daños por que tu fuiste la primera en hacerlo, estos casi 70 años pense que estabas muerta mamá. - La mire dolida.

- No podía mostrarme ante ti en este estado Evangeline, pero si estuve presente. - Ella me acaricio el rostro y aleje mi cara de su lado.

- Observar lo que hacía por 10 años no cuenta, como dices ahora, no hubieras sido capaz de dañarme, pero solo te fuiste, dejándome sola, pensando que viviría una eternidad sin ti. -

Sentí como lágrimas bajaban por mi rostro, negué y salí corriendo de aquella casa, no sabía cuanto tiempo había corrido pero me encontré con una pequeña laguna, respire profundo logrando calmarme, la naturaleza provocaba eso en mi, me adentre a la laguna y cerré mis ojos, recordando los sucesos de hoy hace un rato atrás antes de desmayarme, ¿por qué pude hacer eso? Sabia que quizás en algún momento podría tener dones, aun no sabia con certeza que es lo que era. ¿podría hacer más cosas?

Recuerdo que había deseado que ella no se me acercara y así paso todo, me imaginé el agua flotando en formas y así pasó, el agua comenzó a flotar por los aires se congeló en hielo y nuevamente en agua cayendo como lluvia, los pétalos de las flores se unieron creando la combinación perfecta.

- ¿Que eres? - Ahogue un grito por la sorpresa, gire la cabeza y vi a Edward, el estaba ligeramente sorprendido, supuse que vio todo lo que hice, claramente lo había visto.

- Solo quise hacerlo y resulto, es como si el bosque o cualquier habitat natural fuera mi hogar y me siento algo así como poderosa al estar en contacto con el, llevo 70 años tratando de averiguar que soy querido. -

Su mirada era indescifrable, no podía adivinar que pensaba, pero en esa postura me hizo verlo de manera diferente, el era extremadamente atractivo, su piel blanca, labios rosados y ojos dorados, era increíblemente apetitoso, quería besarlo, ansiaba besarlo, aunque quizas después muriera de vergüenza.

Con ambas manos juntas hice un movimiento de separación y el lago se abrio tal y como lo hizo Moises para que sus acompañantes atravezaran el mar, reí internamente por mi comparación, Edward abrió la boca y los ojos a más no poder y se alejo unos pasos.

- Ven, prometo que lo disfrutaras - Tendí un brazo hacía el para que lo tomara al acercarse, el agua seguía en sus sitio sin moverse, por que capte que la podía manejar con la mente.

- Eres asombrosa Eva -

El sonrió y tomo mi mano, sin embargo puso su brazo alrededor de mi cintura y quedamos demasiado cerca, cuerpo con cuerpo, la diferencia de estatura era notable, el me miraba, como queriendo anotar cada detalle de mi y yo lo miraba de igual forma, ¿Como Isabella pude dejar a este hombre por otro? Jacob era lindo, por supuesto que lo era, pero Edward era perfecto, me sentía fuertemente atraída hacia el.

- Soy asombrosa en muchas cosas querido vampiro -

Me puse de puntitas y mis brazos se fueron a su cuello acariciando su cabello, lo mire y sin pensarlo me acerque a su rostro para besarlo, sus labios y los míos se juntaron haciendo que todo dentro de mi se pusiera como loco, el me atrajo más hacia su cuerpo profundizando el beso, esto era como tocar el cielo, me separe por falta de aire y junte mi frente con la de el, pude sentir como el se había encorbado para poder estar un poco a mi altura y reí por eso, el agua azotó con nosotros y yo me separé de el completamente.

- ¡Jodida puta mierda me asuste! - grite cerrando mis ojos y escuche su carcajada.

- Tu si sabes como romper un momento romántico Eva-

El me tomo en brazos, y yo me afirme de su cuello para luego sentir sus labios en los mios nuevamente provocando que mi corazón latiera como loco.

Esta conexión que sentía con Edward era sobrenatural, de eso estaba segura, quizás la misma naturaleza estaba moviendo nuestros hilos rojos, quizás estábamos yendo muy rápido, pero este chico me causaba paz y seguridad, sabía que a su lado estaría segura.