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Los días pasaban y Elizabeth se negaba a hablar con alguien de su familia.

No salía de su habitación.

Difícilmente probaba algo de comida, pero tenía que tener energías si quería ayudar a Meliodas a salir de la prisión donde estaba.

Margaret le había comentado que su padre hizo un trato con Mael. Entregarle a su hija en matrimonio a cambio de que la encontrará.

Elizabeth era una belleza, la mayoría de los duques le habían pedido en matrimonio a Baltra, pero aún era muy joven y se les negaba.

Luego de que desapareciera, tuvo una crisis financiera.
Un duque le prometió ayudarle a cambio de que una de sus hijas sea su esposa.
Margaret se ofreció a ayudar a su padre y así ella y Gilthunder Winster se comprometieron.

Al pasar los meses y Elizabeth seguía sin aparecer el detective le propuso una singular oferta.

- " Traeré a su hija a casa, a cambio de que sea mi esposa "-

La rubia se decepcionaba más de su padre, sin importar sus sentimientos de ella, el la había ofrecido al mejor postor.

Cada día que pasaba su preocupación aumentaba, no sabía si Meliodas estaba bien o si comía, o tenía al menos un lugar para dormir.
Pensaba en Lucy quien debería estar pasándola igual que ella.

La vida era injusta.

Les dio la oportunidad de amar y al mismo tiempo les arrebataba esa libertad para ser felices.

15 de Mayo de 1851

La luz eléctrica era novedad. Algunas casas de la clase alta contaban ya con ese servicio.

Elizabeth miraba hacia el cielo estrellado unas lágrimas caian, tenía ya 3 semanas que estaba encerrada y que no veia a Meliodas.

Su corazón no aguantaba más la preocupación.

Al día siguiente los rayos del sol la despertaban, se había quedado dormida en el mueble cercano a la ventana.

Se levantó rápido y tomo una ducha, se coloco el primer vestido que encontró en su armario.

No tenía ánimos de arreglarse, sentía que la vida se le apagaba poco a poco

Margaret tocó a su puerta.

Ella no abrió.

-Elizabeth, el sastre ah llegado, viene a tomarte las medidas de tu vestido.-

Hablo su hermana desde el otro lado de su puerta.

Lo que le faltaba, había ido su padre hace dos días solo a anunciarle que un sastre iría a tomarle medidas para su vestido de boda, el detective Mael quería que fuera ya su esposa.

Era un oportunidad para salir así que solo seguiría el juego a todos

La puerta se abrió y escucho los pasos de dos personas entrar.
Luego la puerta nuevamente se cerró

-Pierde su tiempo si cree que cooperare.-
Comentó sin ánimos, pues no quería ningún vestido.

-No somos sastres en si Elizabeth, solo venimos a ayudarte, estamos de tu lado.-

Ella reconoció la voz inmediatamente, miro hacia ellos y por fin una esperanza llegaba a ella.

-¡Señorita Diane! ¡Joven Harlequin! ¿Como supieron?-

-En resumen los vi en Bristol. Y supuse que algo malo pasaba. Elaine, Ban y Erza llegaron a los pocos días pidiendo ayuda.-
Contestó rápido Diane mientras se acercaba a abrazarla.

❤️ Rescata a tu princesa❤️Where stories live. Discover now