B A B Y [5]

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Iida había decidido que no dejaría al pelirrojo solo de nuevo junto a Sero y Kaminari, supo que los mas responsables debían cuidar al pequeño Kirishima.

—Yo lo cuidare hoy —Dijo Iida —Yaoyorozu seguirá después de mi, Tokoyami seguirá de ella, después Midoriya, luego Todoroki y Bakugō.

—¡¿Porque tengo que ser yo al último?!

Todoroki mordió una de sus galletas y dijo —¿No quieres cuidarlo?

El rubio chasqueo la lengua y se fue molesto a prepararle algo de comer al pelirrojo quien estaba sentado en el corral que Momo había hecho para el junto con unos juguetes.

—Esperemos que no vuelva a suceder lo mismo de esta mañana. —Dijo el peliazul.

Los que no habían sido nombrados se quejaron de no poder cuidar al pequeño Kirishima.

—No dije que no pudieran estar cerca de el, pero no pueden estar solos, no queremos que Kirishima salga lastimado.

Todos estuvieron de acuerdo.

El peliazul había estado haciendo su tarea mientras vigilaba al pelirrojo

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El peliazul había estado haciendo su tarea mientras vigilaba al pelirrojo.

Kirishima caminaba de un lado a otro tocando y jugando con todo lo que se le hacia llamativo. Una de esas cosas eran los lentes de Iida.

—¡K-Kirishima-kun, e-eso no es comestible!

El pelirrojo se había metido unos de los tantos lentes del peliazul a la boca.

Iida se los quito y los dejo a un lado de su escritorio. Donde estarían fuera del alcance del pelirrojo.

Después Kirishima trato de comerse la libreta de apuntes del peliazul, dejándola llena de baba.

—¡Kirishima-kun!

Iida no llevaba ni cinco minutos que había dejado a Kirishima en el corral para que no se saliera mientras iba al baño y cuando regresó el pequeño ya no estaba.

Revisó la ventana y suspiro aliviado al ver que seguía cerrada.

—¡Kirishima deja de jugar a esconderte y sal!

El peliazul estaba al borde de un ataque cardíaco.

Frente a el estaba el pelirrojo sonriendo le mientras las puertas del ascensor se cerraban.

Iida corrió lo mas rápido que pudo para evitar que se fuera pero llego tarde y se golpeo la cara contra las puertas del elevador.

—¿¡Iida-kun!? —Uraraka se arrodillo junto a él —¿Qué te paso?

—¡No tengo tiempo para hablar Uraraka-san, debo irme!

Y así término persiguiendo a un enérgico pelirrojo.

Corrió por todo el edificio de los dormitorios y termino tan cansado que apenas atrapó al pelirrojo lo dejo en la cuna y se durmió.

Pero el pelirrojo despertó llorando a mitad de la madrugada. Así que tuvo que bajar a la cocina y calentar la papilla que Bakugō había preparado para el pequeño Kirishima.

Kirishima acepto el alimento con gusto y sonrió manchándose la ropa que traía en ese momento.

Iida lo cambio y una vez lo hizo eructar lo acostó de nuevo.

Pero a eso de las cinco de la madrugada el pelirrojo volvió a llorar.

Iida sintió que sus fosas nasales eran quemadas al oler que el pelirrojo necesitaba un cambio de pañales.

Al día siguiente lo dejo al cuidado de Yaoyorozu.

Uraraka se acercó a el. —¡Iida-kun! ¿No dormiste bien?

Iida solo pudo negar. Cuidar a un bebe era tan cansado. Supo que las ojeras que tenia bajo sus ojos no se irían fácilmente.

Kirishima is a BabyWhere stories live. Discover now