Capítulo #039|(Editado)

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Hace más de una hora exacta que nos levantamos, mi jefe actualmente esta preparando el desayuno mientras que mi persona solo esta frente al espejo. Básicamente arreglando mi cabello.

La noche estuvo relativamente tranquila, sinceramente me emocioné demasiado al pensar que mi jefe estaría durmiendo en mi cama, justo a mi lado.

Podría decirse que este tipo de cosas no son normales, pero básicamente ya sucedieron demasiadas como para preocuparme por esto.

Al abrir mis ojos me encontré con una persona demasiado hermosa frente a mi, admirando en silencio mi rostro mientras que acomodaba mi cabello.

Una escena que quedo grabada en mi mente, un recuerdo inolvidable de esta intitulada relación.

Sonrío al escuchar su voz, — Sara, ven a desayunar. — grita desde la cocina.

Termino de arreglar mi cabello y salgo del baño, — Voy. — hablo en modo de respuesta.

Llego a la cocina rápidamente dedicándole una mirada al hombre.

La temperatura del día es espantosa. Desde la ventana se puede observar las nubes grises. Algo qué no me preocupa, ambos estamos cómodos con lo que actualmente cubre nuestros cuerpos.

Un pantalón spandex que cubre sus piernas resaltando perfectamente su trasero haciéndolo ver demasiado sexy, algo normal en él. Mientras que su torso esta al desnudo, dándome el placer de admirar cada uno de sus perfectos músculos.

Mientras que yo, solamente estoy con su camisa. Fue lo primero que encontré al despertar y sinceramente no tengo ganas de quitármela, debajo no tengo nada. Solo mi ropa íntima que perfectamente la cubre dicha prenda de arriba.

Me siento frente a la isla, justo frente a él. — Buenos días. — sonrío y hablo mirando sus ojos.

Sonríe mostrando sus blanqueadas perlas, — Buenos días señorita Brown.

Miro el plato ubicado frente a mí, — Entonces carbohidratos?.

Asiente, — No te gusta?. — cuestiona llevando un trozo de bacon a su boca.

Asiento, — No suelo desayunar esto, pero podría acostumbrarme.

Traga la mezcla en su boca, — Acostumbrarte?.

Niego nerviosa, — Digo que podría comerla sin ningún problema.

Asiente mirando mi vestimenta, llevo el bacon a mi boca. — Me gusta como te queda mi ropa.

Miro la camisa para luego dirigirme a él, — Lo siento, fue lo primero que vi al salir del baño.

Ríe, — Romina llamo. — habla terminando su desayuno.

Toso nerviosa, — Contestaste?.

Niega, — No, pero llamo varías veces. Creo que deberías llamarla.

Asiento dándole el plato vacío. Agarro mi celular de la mesa ratona a la vez que marco el número de mi compañera.

La cuál no contesta, pero en cambió me envía un mensaje.

Romi: Quieres almorzar conmigo y Federico?.


Sara: Estoy con un amigo en casa, no creo poder ir. Pero veo si llego.

Romi: No hay problema si también lo invitas. Igual te pasare la dirección del restaurante.


Sara: Lo invitare, aunque es difícil que pueda ir. Perfecto quizás nos veamos luego.

Responde el mensaje dejando un simple visto. Dejo el celular de lado replanteando lo que acaba de decirme, miro al hombre que acaba de terminar de lavar los platos.

Miro sus abdominales, y subo la mirada rápidamente, — No tenias porque hacerlo, lo podría haber echo yo misma.

Niega, — Entonces era algo urgente?.

Niego, — Solo una invitación a almorzar. — levanto mis hombros.

Apoya sus codos en la isla, — Irás?

Asiento, — Quieres acompañarme?

Niega riendo, — No. Sabes perfectamente que tengo trabajo pendiente.

Le dedico una mirada triste, — Serás así de malo? — hablo mirando como se acerca a mí.

Asiente, — Soy malo? — me baja del asiento, dejando mi cuerpo frente al suyo.

Asiento haciendo puchero cuando el abre mi camisa con brutalidad. Rompiendo cada uno de sus botones y dejando mis senos desnudos al aire, a su disposición. Acción que provoca la elevación de mi temperatura, y el descontrol de mi respiración.

Mira mi cuerpo, — Quieres que vaya?. — habla demostrando su voz ronca de excitación.

Asiento y él sonríe cubriendo mis senos con su camisa. Cruzo mis brazos evitando que esta se vuelva a abrir, _ Esta bien. — dice caminando al sofa.

Sonrío, mordiendo mi labio inferior — Que fácil eres. — hablo yendo a mi habitación.

Asiente riendo irónicamente.

***


Lo mira nervioso, — Esto nunca me había sucedido, jamas almorcé con ningún otro jefe.

Ethan lo mira serio, — Comparto tu pensamiento, nunca almorcé con un empleado. — habla regresando su atención al celular.

Levanto mis cejas, — Entonces porque estamos aquí? — cuestiono a mi amiga.

Fue difícil convencer a mi jefe a que venga, se perfectamente que tiene trabajo pendiente y en estos momentos me doy cuenta que fue una muy mala idea.

Hace días que no tenemos encuentros sexuales, más haya de mi manipulación y estoy notando que esta comenzando a necesitarlo. Como todo hombre.

Se perfectamente que esta incómodo, nunca antes estuvo demasiado cerca de sus empleados como lo esta en estos momentos. No es mal jefe pero sabe mantener distancias profesionales, aunque conmigo algo salió mal.

Sonríe nerviosa, — Quería contarte algo Interesante.

La miro sorprendida, — Enserio? — hablo adivinando sus próximas palabras.

Asiente, — Somos pareja.

Rio alegre, — Felicidades chicos. — habla Ethan sonriendo.

Digo las mismas palabras mirando a mi cuñado, — Probablemente los incomode con mis siguientes palabras pero parece que tienen una muy buena química. — habla Federico tomando un trago de su bebida.

Miro nerviosa a mi jefe el cual lo mira seriamente, — Te equivocas.

Romina niega, — No sé si lo saben, pero el día del incidente con Lucía. Al salir del edificio gritó cosas vergonzosas sobre ambos.

Hundo mis cejas preocupada, — Que?, Que cosas?.

— Que eres la sucia y zorra amante del jefe, que te acuestas con el por pura conveniencia. Que fuiste la zorra que arruino su relación, y que por tu culpa perdió un niño inocente. — habla seriamente.

Bufo sería, — Soy incapaz de hacer esas cosas. — digo nerviosa.

— Pero no todos lo saben. — dice enfadado. — tienen idea de las personas que estaban en recepción en ese momento?.

Asiente, — Solo personas equis que entraban por consultas. Nadie del edificio estaba en el piso, solo dos secretarias y Aída. Además de los chicos de seguridad. — habla Federico.

Sonrío nerviosa, — Que harás?.

Me mira, — Tengo que irme, Sara el lunes necesito que estés temprano en la oficina. — se levanta de su asiento, nos dedica una sonrisa y abandona el restaurante.
















Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020Where stories live. Discover now