Capítulo 24

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A Leo se le había ocurrido que hoy fuéramos a nadar con delfines, no hubo nada notable en todo el día, ya que Paulo se quedó en la casa porque necesitaba hablar con el club y Leo no nado con nosotros porque tenía que cuidar a Thiago.

-Mal día?-pregunté a Leo después de que acosto a Thiago en la cama de su cuarto.

Paulo seguía hablando con uno de los directivos de la Juve en nuestro cuarto y no quería interrumpir, por lo que vine con Leo.

-Un poco aburrido eso es todo- contestó de mala gana.

Teníamos que hablar con susurros porque Ney también estaba en el cuarto dormido en el sillón.

Nos sentamos en la cama para seguir platicando.

-Solo quería unas vacaciones sin problemas, y Thiago termino rompiéndose un hueso y abriéndose la pierna- dijo incrédulamente.

-Siempre hay algo bueno en lo malo- mencione.

-Yo no le veo nada bueno a esto, que le ves tu?- dijo riendo.

Me quede pensando por unos cuantos segundos.

-Pasaste más tiempo con tu hijo- comente.

-Eso esta bien, pero yo quería pasar más tiempo contigo, por eso organicé todo esto- dijo rascándose la nuca.

-Yo también quiero pasar tiempo contigo, solo tienes que decírmelo tonto- dije divertida.

-Mia...?

-Que pasa Leo- pregunté, el se acercó un poco a mi.

-Perdón pero tengo que hace esto- dicho esto se abalanzó sobre mi y pegó nuestros labios.

De la nada me encontré a mi misma respondiéndole el beso.

Al ver que no me separe me tomo de la cintura y me sentó encima de él. Esta no era la primera vez que nos besábamos, ya lo habíamos hecho en el estadio, pero esa vez yo lo separé.

No se que es diferente ahora, pero no quiero dejar de hacerlo.

Sus labios y los míos encajan a la perfección como si estuvieran hechos el uno para el otro, cada uno de sus besos me hacía sonreír. Nada que ver con los besos que había tenido con Paulo.

Con el simple hecho de acordarme de Paulo me spare de Leo.

-Leo, esto no está bien, Paulo está literalmente en el cuarto de al lado- diciendo esto me levante de su regazo y camine hacia el balcón en donde pude observar el hermoso mar.

Leo se levantó conmigo y se quedó observándome a mi lado, esperando a que dijera algo.

Iba a empezar a hablar, pero le interrumpí.

-No hagas esto más difícil de lo que ya es- dije, me di la vuelta y comencé a caminar hacia la puerta para irme de aquí.

Me tomo del brazo haciendo que parara y me regreso a su lado.

-Solo necesito que me escuches un minuto, por favor- mencionó casi rogándome.

-Esta bien- cedí.

-No se como decírtelo. Es complicado.

-Entonces me voy- dije dispuesta a atravesar esa puerta.

-No te voy a mentir diciendo boludeces como que me enamore de ti a primera vista- me pare en seco cuando escuche eso- En realidad fue poco a poco, cada cosa de ti hace que te ame cada vez más, tu sonrisa, tu pelo, tus ojos, tu voz, como te enojas, tu manera de querer y la persona tan hermosa que eres- a este punto ya estaba una vez más junto de mi, viéndome directamente a los ojos.

Sonreí al escucharle decir eso sobre mi.

-Después de tanto tiempo que ha pasado me he dado cuenta de que eres única y que eres a la persona que amo con todas mis fuerzas- continuó- No puedo prometerte nada, porque la vida me ha enseñado que no importa lo mucho que planees las cosas, siempre va a haber sorpresas buenas y malas. Lo único que te aseguro es que te amo y se que quiero estar contigo porque eso me hace feliz, tal vez no puedo darte el perfecto futuro que seguro tendrías con Paulo, pero te amo y quiero que sepas eso- todo esto lo dijo muy rápido, como si estuviera tratando de sacarse un peso del pecho.

Al llegar al final de lo que me dijo las lagrima ya corrían por mis mejillas.

No hable, solo me quede viendo las olas y analizando lo que acaba de salir de la boca de mi mejor amigo. Ese era el problema Leo era mi mejor amigo. Lo vi un segundo por el rabillo del ojo y noté que estaba nervioso, aparte de que tenía los ojos extremadamente llorosos.

-Seguramente piensas esto porque estás confundido- dije, ni siquiera entendía lo que estaba pasando y no quería aceptarlo.

-Nunca he tenido algo más claro en mi vida, desde antes de que Anto muriera yo ya lo sabía, pero ella era mi esposa- dijo con nostalgia al acordarse de ella.

-No confundas el amor con la amistad, y sobre todo no me confundas a mi- rogué.

-Que parte no entiendes de que te amo Mia! Porque no lo puedes aceptar- Ahora si subió el volumen de su voz.

Esto hizo que Neymar se despertara, al verlo no me importo nada y salí del cuarto, entre al mío y cerré la puerta tras de mi.

-Todo bien?- pregunto Paulo al verme llegar.

-S-si- dije dudando un poco ¿estaba todo bien de verdad?

-Que bien, tengo buenas noticias- exclamó con una gran sonrisa.

-Cuales son?- pregunté ansiosa por escucharlo.

-Hable con los directivos y después de mucho tiempo logre convencerlos de que ya estoy bien para regresar.

Esto fue tal y como si me cayera un balde de agua helada en la espalda, lo que me faltaba ahora tendría que afrontar otro problema.

-Que pasa? Porque no te alegras?- dijo acercándose un poco a mi.

-No es nada, estoy feliz por ti Paulo.

-Solo hay un problema- dijo inseguro- el club quiere que regrese ya mismo, quieren que vuelva a adaptarme a la dinámica del equipo.

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Lunes 1 de Abril del 2019

Capitulo un poco intenso, no creen?
¿Que opinan de Mia y Leo como algo más que amigos?
Voten y comenten!
-P♥️

ÍDOLO DE TU ÍDOLO  [Lionel Messi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora