Capitulo 14: ¡¡Oh dios!!

43.5K 1.7K 149
                                    

POV STEPHEN

- Voy a por algo de comer, ¿Quieres algo?- la miro de arriba a abajo sonriendo ante de contestarle.

- A ti- veo como se ruboriza lentamente y mi sonrisa se ensancha aun mas.

- ¿Si? Que pena que hayas querido parar antes... porque yo también tengo hambre- dicho eso me guiña un ojo y desaparece por la puerta. Mierda, ¿porque unas simples palabras me pueden encender tanto?

- Niñata no juegues conmigo que vas a acabar perdiendo- le grito para qué me oiga. Escucho su risa desde la cocina y apaciguo mi instinto de ir hacia la cocina y hacérselo duro contra la encimera, ¿le gustará así? Dios mío solo de pensarlo me la noto dura.

Despejo mis pensamientos cuando la veo aparecer con un bol de fresas y chocolate. Sonrío ante la imagen de todo lo que podríamos hacer con ese chocolate, la idea de saborearlo por todo su cuerpo me vuelve loco. ¿Sabrá tan dulce cómo es ella?

Observo que tiene la intención de sentarse a mi lado pero tiro de ella para que quede sentada encima mío, me encanta que nuestros cuerpos encajan a la perfección.

- Stephen...

- Dime niñata

- Que te voy a aplastar- la miro extrañado, si no pesa a penas.

- No te voy a dejar escapar así que tendrás que acostumbrarte. Acabas de firmar un pacto con el diablo, nena- noto su nerviosismo antes de besarme, la atraigo mas a mí con cuidado de no hacerle daño y cuando termino el beso escondo mi cabeza en su cuello, huele jodidamente bien.

- ¿Alguna vez has hecho esto?- me separo acomodándole un mechón rebelde detrás de la oreja.

- ¿El qué?- le da un mordisco a una fresa quedando sus labios rojizos, sin poder dejarla contestar me acerco otra vez a ella uniendo nuestros labios, creo que me puedo acostumbrar a comer a través de sus labios.

- Ya sabes... esto de tener amigos con derecho a roce...- me obligo a apartar mi mirada de esos deliciosos labios para fijarla en sus ojos, no lleva ni una pista de maquillaje y aun así esta preciosa.

- Ya te dije una vez que eras mi primera amiga. No, nunca he tenido, ni tengo amigas y ni suelo repetir con la misma persona- las esquinas de sus labios se estiran levemente para arriba antes de lanzar la siguiente pregunta.

- Y ¿por qué conmigo sí?

- Todavía lo estoy averiguando niñata, no sé que coño has hecho conmigo- esta vez soy yo quien coge una fresa porque como no me meta algo en la boca no voy a poder separarme de ella. No sé si lo esta haciendo aposta pero no sabe lo jodidamente sexy que esta mientras muerde esta fruta.

- ¿Con cuantas chicas has estado?- dice tímidamente.

- ¿De verdad quieres saberlo?- asiente con la cabeza.

- No lo se, muchas incluso diría demasiadas- su cabeza se agacha pero la agarro de la barbilla dejando un beso en las comisuras de sus labios- pero ninguna me la ha puesto tan dura como tu comiendo esa maldita fresa.

- ¡¡Stephen!!- dice dándome un golpe en el brazo. Me rio ante su sonrojo, no sé como después de haberme propuesto eso todavía le da vergüenza que le diga esas cosas.

- ¿Y tú?- esconde su cabeza en mi cuello.

- Muchísimos menos que tú.

- Dime niñata.

- Uno- dice con la boca pequeña- comparado contigo queda ridiculo.

- Créeme que me alegra que solo haya sido uno, así puedo disfrutar más de ti.

DESTINOWhere stories live. Discover now