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el auto de mi madre aparcó en una linda casa de colores pastel, por primera vez alcé mi vista de mis zapatos.

me sentía cansado. estaba exhausto.

pero no me refería a sueño común.

mi mente estaba cansada.

mis ojos estaban ligeramente cristalizados luego de que un bostezo saliera de mi boca. me acomodé en mi asiento, como si no quisiera levantarme de ahí.

fingí estar dormido por un momento. mis ojos se hallaban cerrados y lo único que podía oír era la suave música que salía de mis auriculares.

por un momento no quise moverme de ahí.

pero tuve que hacerlo cuando mi madre tocó mi hombro, entonces me levanté, y salí del auto.

mis piernas se sentían extrañas, y al mover mi cuello este sonó. pero le resté importancia.

por el resto de la tarde, mi madre y yo tuvimos que desempacar todo.

me sentía extraño estando ahí, pero al mismo tiempo cómodo.

cuando acabé de acomodar las cosas en mi nueva habitación, escuché el timbre de la casa sonar.

salí de mi habitación, y bajé las escaleras, pero cuando llegué a la entrada mi mamá ya estaba ahí.

ella solo hablaba con una señora que se veía de su misma edad, y ahora un pastel yacía entre sus manos.

no me moví de ahí, pero ninguna de las dos notó que estaba parado al final de las escaleras.

¿tan invisible era?

mi madre cerró la puerta y fue con dirección a la cocina. un pastel de chocolate fue dejado en la mesa del comedor mientras yo reposaba mi cuerpo sobre la pared.

vi a mi madre darse la vuelta con sorpresa, supuse la asusté. alcé mis cejas divertido y sonreí. sabía que tenía algo para decirme.

─¡cena en casa de los vecinos!─ella trató de sonar alegre. sabía que yo odiaba socializar.

mas solo resoplé, cruzandome de brazos.

─¿formal o informal?

ʙᴏɴᴇs ᶠʳᵉʳᵃʳᵈWhere stories live. Discover now