Imaginas de Harry Styles.

8.

Cassidy y yo, iríamos de compras, ambos necesitábamos ropa elegante para la boda de mi madre.

—Apúrate rizado, los mejores vestidos se agotan en un santiamén.

—No puedo volar por encima de los autos, Cassidy—bufé mientras hacia sonar la bocina. Mi mejor amiga era insoportable, su voz chillona causaba que todo el mundo encorvara los hombros y siguiera su propio camino. Pero era como mi hermana menor, y la quería.

—Tendrías que haber escuchado a tu madre cuando te dijo que buscaras el traje con tiempo—golpeo su frente—La boda es HOY.

—¿Crees que no lo se?. No estas ayudando, detente—estacione el vehículo cerca del shopping—Tenemos media hora para encontrar algo,nos vemos aquí 7:30–active la alarma y nos separamos.
Internamente luchaba por alejarme de la tienda Gucci, esos trajes eran mi perdición y no estaba satisfecho con solo tener cinco.
Como si estuviera espiándome, mi teléfono sonó, en señal de que mi madre me había mandado un mensaje.

Suspiré resignado y seguí mi camino hacia la próxima tienda, sus trajes mas comunes expuestos en la vidriera, con su respectiva etiqueta dando a conocer los precios excesivos.
Una vez tomadas mis medidas y siendo acomodado en la bolsa para entregármelo, pagué con mi tarjeta y me retire de allí. A lo lejos divisé a Cassidy regresar, sus manos repletas de bolsas y esbozando una amplia sonrisa.

—Vámonos, no tenemos mucho tiempo—conduje rápidamente hacia la casa—El que llega ultimo es un huevo podrido—salió disparada, llegando primera al baño.

—No es justo!—acomode mi regalo en el escritorio para no olvidármelo, e hice tiempo hasta que ella saliera y por fin pudiera alistarme.
Acomode las mangas del saco con incomodidad, los rayos del sol pegaban con furia sobre mi cabeza. La ceremonia se llevaría a cabo en la parte interior, pero debido a que llegaron mas personas de las contadas, primero debíamos quedarnos en el pequeño parque. La familia de Robin era grande y estaba seguro que solo conocía a sus padres.
De pronto sentí mi cuerpo chocar contra alguien.

—Uhm,lo siento.—Frotó su hombro. Entreabrí mis labios dejando salir una ligera risa, sus ojos me observaron vivamente.

—Descuida—levante su bolso del suelo. El vestido resaltaba el color bronceado de su piel radiante, a su vez acentuaba las curvas de su cintura como si de una guitarra se tratara.—Soy Harry—estreche su mano y sonrió mostrando sus dientes en perfecto estado. Si que era hermosa.
Me despedí con un gesto y camine topándome con la figura de mi madre.

—Llegaste a tiempo—me abrazo—Veo que conociste a la bella muchacha—acomodó su velo—Su familia es amiga de Robin y hace mucho no se veían.
La fiesta había comenzado, todos bailaban en la pista principal con alcohol de mas en sus venas. De repente pose mi vista sobre aquella chica sentada acomodando sus zapatos. Me acerqué a pasos lentos y rompí el hielo.

—Gran noche—me sente a su lado. Asintió cruzando la pierna derecha.

—Fue increíble.

No supe en que momento nos encontrábamos bailando al compas de la música, sus dedos jugando con mi cabello y los míos entrelazados en la parte baja de su espalda. Deseaba besarla, realmente quería hacerlo. Abrió su boca para decir alguna frase, fue entonces cuando aproveche la situación y simplemente lo hice. Disfrute de cada movimiento,como nuestros cuerpos seguían danzando y nuestras lenguas rozaban en repetidas ocasiones. Robin me ojeó, alzando su dedo pulgar y asintiendo frenéticamente.

—¿Por que no vamos a un lugar mas privado?—accedió posicionándose a mis espaldas para seguirme, tome su mano y caminamos entre mis tíos ebrios carcajeando.