Purple Flowers

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Ahí se encontraba el, de rodillas sosteniendo un ramo de flores al chico más sexy, atractivo y popular de la universidad, mientras observaba como el rostro serio que el chico siempre poseía, se deformaba en una mueca de confusión y le entendía ya que, estaba acostumbrado a siempre recibir cartas y confesiones de cientos de chicas pero ¿Un chico? Ni siquiera el mismo se lo creía. Sin embargo, ahí estaba, con los nervios a flote y con unas increíbles ganas de cagar.

­—¿Cómo se atreve ese chico a confesarse así? — Murmuro una chica viendo como el príncipe se quedaba inmóvil y de su rostro no se iba aquella expresión de confusión—El príncipe de hielo a rechazado a cientos de chicas ¡Que le hace pensar que lo aceptara a el!.

El chico de cabello negro ante aquel comentario bajo el ramo de flores, se levanto del suelo y salió corriendo lo mas que sus pies le permitieron, dejando en el suelo aquel ramo y maldiciendo en su mente a Pete por haberlo alentado a declararse frente a todos su amor por el egocéntrico, tonto, altanero, sexy y atractivo Tin Mettanat.

Corrió hasta que llego a los vestidores del equipo de futbol encontrándose con sus amigos del equipo ya con su uniforme puesto listos para entrenar, sin embargo, el solo tenia el rostro mas que sonrojado y una falta de aire a mas no poder. En ese momento sus amigos le miraron con confusión rodeándole, listos para realizar el interrogatorio.

—Hey Ae ¿Sabes si Pete esta afuera? — Pregunto el chico antes de que sus amigos se atrevieran a abrir la boca

—Si esta en las canchas. Sabes que siempre viene a verme entrenar— Contesto el chico un poco nervioso sin entender que pasaba con la actitud de su amigo­—¿Qué sucede Can? — Pregunto Ae pero tan pronto como termino de hablar siguió con su carrera hasta llegar a donde Pete se encontraba. El joven de mejillas regordetas platicaba amenamente con ChaAim y Pond mientras sonreía como bobo, seguramente estaban hablando de Ae. Can se acerco a ellos tomando de la mano al más alto y llevándoselo un poco lejos sin decir nada.

—¡Can! ¿Cómo te fue con Tin? — Pregunto Pete con una sonrisa, la cual fue rápidamente borrada al ver el rostro sonrojado y un tanto enojado de su amigo— No tan bien como puedo ver

—¡Peteeeee! — Soltó sin mas el pelinegro, convirtiendo su enojo en un gran berrido de desesperación, arrojándose a lo brazos de su amigo— Fue horrible jamás lo debí haber intentado.

—Calma Can seguramente Tin quedo algo sorprendido y ya— Trato de consolar el chico mientras soltaba pequeñas palmaditas en su espalda como si fuera un niño pequeño. Can estaba tan nervioso que si por el fuera se hubiera quedado así toda la vida llorando en los brazos de su amigo, pero una voz demandante le saco de sus pensamientos.

—¡Hey mono albino! — Grito Type observando con enfado a Can y su gran retraso a la práctica de hoy— ¿Que te hace pensar que puedes estar aquí llorando mientras los demás están haya?

Can se separo de los brazos de su amigo y emprendió camino a los vestidores para ponerse su uniforme tras la furiosa mirada de Type y gracias a ello su entrenamiento consistió en solo dar vueltas alrededor de la cancha con un muy mínimo descanso.

Para Can ese día se podría calificar como el peor de su vida.

Una vez fuera de su entrenamiento, se dio una rápida ducha y volvió a colocarse su uniforme sin hablar con nadie. Dirigiéndose a su clase de matemáticas a la cual no le entendía una mierda mucho menos ahora que en su cabeza no dejaba de repetirse la escena de hace unas horas.

—Hey Can ¿Entonces vienes? — Fue lo único que escucho el muchacho después de salir de su trance y ver como su amigo le miraba de manera animada mientras posaba una mano en su hombro

—¿Voy a ir a...? — Murmuro alargando la frase tratando de no tan estúpido

—Fiesta. Iremos a un bar hoy en la noche con Ae, Tecnho y los demás ¿Vienes o no?

Can no se lo pensó más de dos veces aceptando la invitación de su amigo, dejando caer la cabeza sobre la mesa.

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