Suya mi guerra

CAPÍTULO 7

NARRA AITANA

- Eh, sí claro, sigue en pie ¿por?

-Me interesa esa cena

-¿Qué día te viene bien?

-Te mando un mensaje y lo hablamos, no quiero entretenerte más, tendrás cosas que hacer.

-Espero ese mensaje

Me guiño el ojo y entró en su despacho, y yo fui hasta mi mesa.

La mañana se desarrolló con tranquilidad, le llevé un par de cafés, le pase algunas llamadas, llevé algunos papeles de planta en planta, nada del otro mundo.

Cuando ya estaba llegando la hora de marcharme, empecé a recoger mis cosas para irme ya a casa a preparar la comida para después ir a recoger a Evan del colegio pero de repente apareció una chica alta, con una melena similar a la de un león.

-Hola

-Hola, ¿te puedo ayudar en algo?

-¿Eres la chica nueva?

-Sí, este ha sido mi primer día.

-Soy Miriam, una amiga de Nerea y su hermano.

-Encantada, yo soy Aitana su nueva secretaría.

La chica se aparto el pelo de la cara y joder vaya mandíbula.

-Está noche vamos a salir a cenar y a tomar unas copas después, ¿te apetece venir?

-No sé si podré pero te aviso si me apunto.

La chica me dio su número para avisarla si al final me apuntaba.

-Por cierto ¿tú trabajas aquí?

-Llevo las cuentas de la empresa y todo ese rollo financiero, porque Nerea es un desastre para esas cosas ¿por?

-No por nada, es que como has dicho que eres amiga de ellos me surgió la duda.

-Bueno Aitana, me tengo que ir ya me avisaras si te apuntas.

Nos despedimos y acabé de recoger las cosas para ir a la parada del bus.

Cuando estaba saliendo por la puerta de la empresa apareció Nerea

-¿Te acerco a casa ?

-No hace falta

-Venga no seas tonta, tengo el coche aquí al lado

Al final acabó convenciendome y me llevó hasta casa

-Ya hablamos

-Sí, claro.

No sabía como despedirme así que le dejé un beso en la mejilla.

Mientras preparaba la comida, llamé a Luis para ver si podía quedarse hoy también con los niños aunque no le correspondiera el día.

-¿Qué quieres Aitana?

-¿Puedes hacerme un favor? Por favor.

-Depende, ¿Qué es?

-Sé que hoy no te toca quedarte con los niños pero ¿podrías quedarte con ellos?

-Me toca quedarmelos mañana, no pienso quedarmelos hoy también, son tu deber.

-Gracias, por ser tan amable siempre, vete un poco a la mierda.

Me colgó el teléfono, a ver que hacía yo ahora para poder ir a la cena de esta noche.

Intentaré actualizar con más frecuencia