Suya mi guerra

CAPÍTULO 13

Narra Nerea

Acabé de preparme; me puse unos pantalones negros con una rotura por la rodilla, una camiseta de uno de mis grupos favoritos, una chaqueta de cuero y mis vans favoritas.

Bajé al garaje y cogí el coche para ir a buscar a Aitana. Tenía la cita perfecta planeada y por una vez en la vida, estaba nerviosa por una chica.

Había mucho tráfico, así que al cabo de unos 15 minutos ya estaba en el portal del piso de Aitana. Llegaba 5 minutos antes así que decidí esperar pero antes le mandé un mensaje.

Nerea

Aitana estoy ya en tu portal, baja cuando puedas.😘

Aitana

Ya estoy, ya bajo.

Al cabo de un par de minutos vi salir a Aitana por la puerta de su portal. Lo único que conseguí decir fue "joder".

Iba con un vestido rojo, no muy formal pero tampoco informal, y tenia un escote de vertigo. Llevaba unos zapatos del mismo color e iba sin maquillaje y con el pelo alisado.

-¿Te gusta como voy? - Me preguntó ella.

-Muchísimo, yo a tu lado parezco una vagabunda- Dije de broma.

-Es qué no sabía si me ibas a llevar a un sitio formal o informal, así que opte por algo formal pero tampoco excesivamente elegante.

-Bueno pues estas preciosa, venga monta en el coche- Le dije mientras le abría la puerta.

Conduje durante 15 minutos y por fin llegamos al restaurante. Se había vuelto un habitual desde hace un par de años, el dueño y yo ya éramos amigos.

Había conseguido un reservado para así poder estar mas cómodas hablando.

El camarero nos llevó hasta el reservado y nos trajo las cartas.

-En un rato vengo a tomaros nota- Nos dijo el camarero mostrando una sonrisa.

-Joder Nerea, no hacía falta tanto- Dijo ella mientras pasaba las hojas de la carta.

-Bueno es nuestra primera cita, tendré que impresionarte- Dije bromeando y ella se empezó a reir.

Llegó el camarero y pedimos uno de los mejores vinos y los platos que íbamos a comer.

Mientras esperábamos por el primer plato, Aitana me hizo una pregunta bastante directa.

-¿Qué quieres de mí?

-¿Cómo que qué quiero de ti?

-¿Un polvo? ¿Algo serio?

-No sé Aitana, vayamos poco a poco y ya veremos que pasa.

El primer plato llegó y rompió la tensión que se había formado.

Aunque al principio la cena se complicó un poco, al final acabó genial.

Pagué la cena y salimos del local.

-¿Bueno te apetece ir a casa o te llevo a tomar una copa?

-¿Y si tomamos la copa en mi casa?

-Eso me parece muy buena opción

Llegamos hasta mi coche y me puse rumbo a su casa.

Puede que la noche incluso fuese a acabar mejor de lo que esperaba.