Capítulo 23: Invitación

1.3K 204 85
                                    

—¡No! ¡Me niego! – Exclamo por lo bajo en la puerta del establecimiento, con los brazos cruzados. –

—Perdió la apuesta, y este era el trato. ¿O me equivoco? – Toma mi cintura obligándome a entrar. Me pongo lo más rígido posible. –

—Nunca pensé que me invitaría a algo así. – Camino renuente a su lado. –

—Pensé que había entendido mi indirecta de la otra noche, más la ropa que usamos.

         Miro nuestros atuendos, pantalones negros medianamente ajustados, camisas de botones, siendo la suya negra, con un profundo escote que no deja nada a la imaginación, se ve hasta el principio de sus abdominales. Y la mía blanca, que deja ver mi clavícula. Junto a zapatos negros formales.

—¡Pues ya ve que no! – Me quejo. —Le dije que tengo dos pies izquierdos y de paso, nunca he bailado algo así.

—Usted solo quédese flojito, déjeme a mí. – Susurra en mi oído sensualmente, acorde con el ambiente del lugar. —El tango flamenco no es difícil.

—No soy una chica.

—Lo tengo más que claro. – Ríe encantador. No con su risa infantil. –

—No lo haré. – Vuelvo a renegar. —Me niego rotundamente.

—¿Acaso es un gallina? – Ohhh, cruzó la línea. –

—Ha calado hondo, joven Phiravich. – Entrecierro los ojos. —Hagámoslo. Nadie me llama gallina.

—Bien, por aquí. – Me lleva cogido de la mano a la pista de baile. – 

        Inicia una canción que realmente no sé cómo calificar. Se acerca a mí a pasos lentos tomando mis dos manos.

—Quédese flojito y sígame. Le iré indicando. Pero sobretodo, disfrute.

         Posa una de mis manos en su hombro para posteriormente bajar la suya hasta casi la mitad de mi espalda. Con su otra mano, sostiene la mía en el aire.

         Se empieza a mover al ritmo de la música, que no es ni tan lenta ni tan rápida y yo me pongo lo más flojo posible, dejándome llevar. Damos vueltas con algunos trompicones de mi parte. Pasos hacia adelante y hacia atrás.

—No se ponga tenso y mueva las caderas de lado a lado. – Murmura. —Pegue su espalda a mi pecho... ya. – Me da una vuelta y hago con esfuerzo lo que ordenó. –

          Aprieta su agarre en mi cintura, dejándome sentir su paquete entre mis nalgas. Plan, céntrate, están bailando, muy sensual, por cierto. Desliza su pierna llevándose la mía por delante, casi me hace caer. Aprovecha mi sorpresa y damos una vuelta juntos en esa posición. Sigue moviéndose mis espaldas.

—Ahora de frente. – Murmura contra la piel de mi cuello que aprovechó de besar. –

          Me vuelve a girar y seguimos bailando como al principio. Realmente me hace sentir que sé bailar. O que hago el intento.

         Deja la mano que teníamos suspendidas en el aire en su otro hombro y me toma de la cintura con ambas manos.

—Salte. – Dice poco antes que suene un acorde algo fuerte. –

          Obviamente no estoy preparado. Por lo que él con fuerza me levanta un poco dejándome en el aire, dando una vuelta para luego bajarme a como estábamos. Vaya, pareciera que volé.

          Miro alrededor, las otras parejas hacen cosas parecidas a nosotros, por lo que nadie nos mira raro. Increíble.

          La música se torna un poco más rápida, por lo que sus pasos se aceleran un poco más. Trato de seguirlos pisándole sin querer.

Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wishWhere stories live. Discover now