Epílogo

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Ya había pasado un año desde el enfrentamiento con Zant. La gente del Crepúsculo había vuelto a sus hogares sanos y salvos gracias a Fado, y Midna se encontraba en su recámara, preparándose.

—Solo un poco más, y... ¡Listo! —dijo una sonriente chica.

—Es perfecto —sonrió Midna mientras se observaba en un espejo.

—Te ves hermosa —habló Zelda mientras sonreía levemente.

—Heh, heh. ¡Gracias! —Respondió emocionada para luego mirar a Ilia—. ¡Y gracias a ti también, Ilia!

—Es un placer poder maquillarla, princesa.

—... Ilia, sabes que puedes llamarme por mi nombre, ¿verdad? Nos conocemos hace casi un año, pero ya te considero una muy buena amiga. Tú y Zelda me han enseñado tantas cosas sobre Hyrule...

—Ah... —respondió avergonzada—. Lo siento. Aún no puedo acostumbrarme, pero lo intentaré...M-Midna —. La princesa sonrió para luego dar un largo suspiro.

—Estoy...tan contenta de que estén conmigo.

— ¿Estás nerviosa? —preguntó la princesa de Hyrule.

—Por supuesto. Puede que tenga una personalidad un poco traviesa —dijo haciendo un puchero—. Pero, cuando estoy con él...No solo me dan ganas de hacerle travesuras, sino de demostrarle cuánto lo amo y lo mucho que quiero permanecer a su lado.

—...Midna —dijo Zelda mientras se acercaba—. Ya...es tiempo de que tengas esto —extendió su mano sobre la de Midna, entregándole un anillo de plata que tenía diseñada una línea de zafiro azul en la parte central de este.

—Esto es...

—Es el anillo de compromiso de tu padre...—siguió—. Cuando nuestros padres aún vivían, los tuyos dejaron este anillo al cuidado de mi familia antes de morir... Y, cuando mis padres fallecieron, quién se encargó de cuidarlo fue Impaz, una mujer perteneciente a la tribu sheikah. Finalmente, una vez que Hyrule fue salvado de las manos de Ganondorf, ella lo dejó conmigo.

—Ya veo... Por esa razón nos dijiste que no nos preocupáramos... Es hermoso —sonrió mientras lo observaba—. Supongo...que no tendré que preguntar dónde está el de mi madre —susurró entre risas.

—Princesa Midna —dijo Telma entrando a la habitación con una sonrisa— ya casi es hora —. A Midna se le pusieron los pelos de punta, pero después de unos segundos, inhaló y exhaló profundamente.

—De acuerdo.

—————Mientras tanto, en otra habitación del palacio del Crepúsculo—————

—Este día... ha llegado tan rápido —dijo el alcalde Bono entre lágrimas. Link sonrió tristemente.

—Oh, vamos, señor alcalde —habló Fado mientas sonreía recostado en el aire y con ambas manos detrás de su cabeza—. No se ponga así. ¿Acaso no está feliz por él?

—Pero, por supuesto que estoy feliz. Es solo que... Link, has sido como un hijo para mí, y saber que puedo estar presente en un día tan importante para ti... me pone tan contento.

El joven héroe se acercó y le dio un gran abrazo al alcalde, agradeciéndole por todo lo que había hecho por él desde pequeño.

—No es nada, hombre —dijo devolviéndole el abrazo.

—Link —habló Fado—. La princesa Zelda me ha entregado esto.

— ¡! —. El joven héroe, separándose del alcalde, voltea a mirar a Fado

—Extiende tu mano —dijo para luego entregarle un anillo, igual al que Zelda le entregó a la princesa del Crepúsculo—. Escuché de ella, que este anillo pertenecía a la madre de Midna.

—... —. Link lo observó detalladamente. Era muy bonito, y mucho más sabiendo el significado del zafiro incrustado en él. Sonrió de oreja a oreja, recordando que días antes casi entraba en pánico, porque aún no encontraban el anillo perfecto hasta que Zelda les dijo que no se preocuparan, que ella se encargaría de ese asunto.

—Bueno, llegó el momento —habló el alcalde. El chico de ojos azules sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo.

—Todo saldrá bien, Link, no te preocupes —dijo Fado animadamente.

Él asintió, caminando en dirección a la puerta que lo llevaría a su mayor felicidad.

————— Siete años después —————

Midna se preparaba para salir del palacio a visitar a la princesa Zelda en el reino de Hyrule, por lo que fue a despedirse de su querida hija y su querido esposo.

— ¿Estarán bien sin mí? —. Ambos negaron con la cabeza —. No sean así —dijo entre risas—. Volveré pronto, lo prometo —sonrió dulcemente.

— ¿Cuándo es pronto? —preguntó una niña de seis años con cabellos anaranjados y ojos color zafiro, quién al mismo tiempo fue tomada en brazos por su padre.

—En la noche, cariño —dijo Midna mientras besaba su cabeza para luego mirar a Link—. No me tardaré —sonrió.

Link le devolvió el gesto y juntaron sus labios en un tierno beso. Segundos después, Midna salió por la gigantesca puerta principal, no sin antes dedicarle otra bella sonrisa a sus dos seres más queridos.

— Papá, ¿cómo fue que se conocieron tú y mamá? —preguntó la niña.

—... —. Link buscaba las palabras para relatarle la historia a su pequeña hija sin ser demasiado detallista. "Todo empezó cuando ella me encontró...'' pensó el ya crecido héroe del Crepúsculo.



Sinceramente, debería dejar de prometer cosas. Lo siento...

Esta historia ya llegó a su fin. Nos vemos ^^

Hero of Twilight [Link x Midna - TLOZ: Twilight Princess]Where stories live. Discover now