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46: Alabar al sol

Hablando honestamente, Seiji sintió un sentimiento de admiración por Michirou Juumonji que estaba dispuesto a inclinarse ante Seiji solo por proteger el territorio de su propia organización. Por supuesto, el grupo Juumonji era una organización mafiosa que participaba en actividades ilegales; no era precisamente un grupo digno de elogio, pero incluso entre la sociedad clandestina, algunas personas estarían completamente destrozadas, mientras que otras tenían su propia moral y honor.

No era exactamente como el segundo grupo podría tomar el terreno moral, pero Seiji todavía sentía cierto respeto por las personas que aún podían mantener sus códigos morales en una sociedad así. Los que están en los peldaños más bajos de la sociedad pueden no ser necesariamente completamente malvados, al igual que los que están en la parte superior no siempre son ejemplos brillantes para todos: era la misma lógica. Todos eran ... simplemente humanos.

Enfrentado con el jefe de la mafia que le hizo una reverencia por segunda vez, Seiji permaneció en silencio durante un largo período de tiempo.

"Aunque quiera saber una respuesta de mi parte, tampoco tengo idea, tío ..." Se sentía impotente ante la situación. ¿Cómo se suponía que iba a engañar a Michirou Juumonji? No quería arruinar la impresión de Michirou de él.

"Por favor levántate por el momento, Juumonji-san". Como mínimo, tenía que evitar que Michirou se inclinara ante él.

"Yo ... sí sé algunas cosas sobre esto, pero no sé cuánto debería decirte". Seiji se frotó la barbilla. "Necesito regresar y pensar en todo esto y ... discutirlo con otras personas. Si hay algo que pueda hacerte saber, te contactaré ... ¿Será suficiente?"

Los ojos de Michirou Juumonji comenzaron a brillar cuando levantó la cabeza. "Haruta-sama ... aunque hayas sido exiliado de tu familia, me imagino que todavía hay reglas que debes respetar. Reconozco el hecho de que puede molestarte preguntarte por esta situación y que lo digas. la verdad. Es natural que Haruta-sama quiera considerar las cosas. Incluso si es vergonzoso para mí, yo ... espero sinceramente sus noticias ... ¡Te lo ruego! " Cuando terminó, bajó la cabeza respetuosamente una vez más.

"Lo consideraré cuidadosamente". Seiji solo podía responder de esa manera.

Y así, su discusión formal finalmente terminó.

...

Takashi Kobayashi y Kahei Watari esperaban en silencio en el mismo lugar.

No había pasado tanto tiempo, pero se sentía como eones para ellos mientras su imaginación se volvía loca.

Pero no importaba lo que imaginaran o pensaran, no podían hacer nada.

¡Este sentimiento de impotencia e impotencia era tan irritante!

"Suspiro ... Kahei, ¿qué somos exactamente?" Kobayashi se agachó y apretó la cabeza deprimido.

"Takashi ..."

"Casi nos mataron a golpes mientras luchábamos en la calle ... Fuimos salvados por nuestro compañero de clase, pero lo vendimos ... y aunque lo seguimos hasta aquí, solo podemos pararnos aquí tontamente ... nunca alguna vez me sentí tan inútil antes! "

Watari se agachó en silencio junto a él.

"No hay nada que lo ayude; de ​​hecho somos inútiles, ya que nos falta fuerza", dijo a la ligera.

Si tuvieran la fuerza, entonces no habrían involucrado a su compañero de clase Harano en primer lugar.

"Fuerza ... ¿es así? Si solo tuviéramos fuerza ..." Los ojos de Kobayashi brillaron con una luz indescriptible.