Enamorado de mi jefe (Staxxby)

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Narrador:

Los 4 chicos se dirigieron a la piscina nuevamente. Sentados en la orilla del lado derecho (que estaba cerca de la barra de clientes, donde estaba la mesera miraditas traviesas) Samuel miró a Álex.

-Entonces dime, cómo hago que deje de mirarme esa tía?

-Solo toma a tu chico de la mano -Dijo Álex sonriendo-

-Solo eso? -Mira a la chica y luego a Guille- No te importa, cierto?

-Claro que no -Sonrojado-

Samuel tomó la mano de Guille y le dió un pequeño beso. Cuando todos miraron a la chica, dieron una carcajada gracias a la cara de asco que ésta puso y se fué a seguir trabajando.

-Habéis visto lo mismo que yo? JAJAJAJA -Expresó Frank-

-Pero que cara mas graciosa ha puesto! -Siguió riendo Samuel-

-Creo que ya se cayó de su nubecita de ilusión -Rió Alex-

-JAJAJA -Respira un poco- Y bueno... Qué hacemos? Carrera nadando hasta la escalera del tobogán? -Desafió Guille-

-Vale -Dijeron los 3-

Se prepararon todos y a la cuenta de 3.. 2.. 1.. Empezaron a competir. Iban casi a la cabeza, Guille paró unos segundos para tomar aire y siguió adelante. Samuel llevaba la delantera y, por falta de aire, disminuyó la velocidad haciendo que fueran a la cabeza Álex y Frank. Guille venía súper cerca de los dos al igual que Samuel, y justo cuando casi llegaban a un empate, Álex consiguió la victoria.

-No podéis contra mí! Deben recordarlo muy bien chavales!

-Pero que flipas chaval -Le dijo Samuel alegre-

-Bueno campeón, o subes la escalera o te quitan el puesto -Sonrió Frank-

Álex subió la escalera y Frank iba detrás, junto a Guille y Samuel. Ya estando arriba, propusieron algo.

-Y si nos lanzamos en parejas? -Preguntó Samuel de repente-

-Por mi está bien -Dijo Álex-

-Bueno, si tú quieres, yo quiero -Vaciló Frank-

-Esta bien -Respondió Guille para tomar a Samuel de la mano-

Guille se sentó en el extremo del tobogán, y Samuel se sentó detrás, tomándolo de la cintura, y pegó su pecho a la espalda de Guille para luego impulsarse junto a él.

Narra Frank:

Cuando Samuel y Guille terminaron de caer, miré a Álex.

-No te importa si nos lanzamos como ellos?

-Esta bien -Respondió sonrojado-

Es una monada. Nos sentamos en el extremo y adoptamos la misma posición que los chicos hace un momento. Al lanzarnos, se comenzó a ver más oscuro el interior del tobogán, y yo abrazaba a Álex con fuerza. Al caer, sentí como se separó de mi por la gravedad y el impacto contra el agua. Cuando lo tomé de nuevo bajo el agua, lo abracé de frente.