19: Manos.

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Newt lo ha notado. Notaba como Credence siempre alejaba sus manos cuando estaban muy cerca de las suyas, a puntos de tocarse ya sea por accidente o no. Lo entendía, o eso creía. Sin importa qué, le daba su espacio y el tiempo para adaptarse a su nuevo entorno juntos, no hacía aún ni dos meses que habían comenzado a vivir juntos luego de New York.

Esa mañana Newt atendía a las criaturas como siempre, alimentadolas y dándoles atención. Cuando regresa Credence está sirviendo el desayuno. Aunque muchas veces al comienzo el mago le dijo que no era necesario, ahora es una rutina entre ellos. Se sienta a la mesa y comienza a hablar de las criaturas esa mañana cuando Credence se sienta a su lado y le pregunta. Newt habla y habla de todos sus bebés con igual emoción: como una madre orgullosa de sus hijos.

El pensamiento siempre a vagado por la cabeza de Credence desde un principio, y aunque Newt no sea -claramente - la madre real de las diversas criaturas que mantiene en su maleta, se pregunta como habría sido tener una madre que te ame con la intensidad y seguridad en que Newt lo hace.

No se da cuenta de lo que está haciendo hasta que siente al mago a su lado girarse en su dirección y tocar su cara con una mano. Y le escucha decir: -¿Qué pasa? ¿Qué está mal?

Credence solo puede llorar y negar, no puede hablar, porque la intensidad de la mirada de Newt llena de preocupación real, demostrando que realmente le interesa lo que le pasa, es demasiado para su lastimado corazón. Su corazón, que se hincha de dolor por su pasado y calidez por el mago. Logra susurrar entonces, con dificultad: -solo recordaba a mi madre.

Newt esta más cerca, a movido la silla y empuja la cabeza de Credence sobre su hombro, en un pequeño y algo incómodo abrazo, mientras que con una mano acaricia su cuello para calmarlo y la otra aprieta su mano sobre la mesa. Y es cuando Credence se da cuenta de ese detalle, que Newt también lo hace, apretando el agarre en la mano ajena que intenta escapar. El mago susurra, sin soltar a Credence: -Ssh, todo está bien. Estoy aquí contigo. Todo está bien -porque ahora lo entiende.

Entiende el porque Credence oculta sus manos de él. Newt puede sentir las cicatrices bajo las manos del neoyorquino, y sabe lo que ellas siempre le recordarán.

Credence se siente, por primera vez en años, seguro. Seguro y querido en los brazos de New Scamander; el mago que le salvó la vida, que no lo utiliza, que le muestra cariño sin nada a cambio. Y es un sentimiento cálido, le llena, y su corazón no puede dejar de saltar en un remolino de sentimientos mientras llora el recuerdo de su pasado.

Mientras, Newt sujeta a Credence como si soltarlo significará que se va a romper en miles de pedazos. Y piensa, mientras apreta el agarre de las manos unidas y siente las cicatrices otra vez, que ciertamente, los únicos monstruos son las personas.

O.S 🌸 [crewt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora