2 - « Nightmares face to face »

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El silencio a altas horas de la noche, las escasas luces en la zona más recóndita del puerto, adentrarse una vez más en la boca del lobo para él no era más que algo natural.

Rodeó el edificio y lo esperó. Esperó que después de ese mensaje llegara solo y con la cabeza lo suficientemente abierta como para el tipo de conversación que pensaba plantear.

Oyó sus pasos cada vez más cerca, despegó su espalda de la pared de ladrillos y sin sacar las manos de sus bolsillos quedó frente a él.

— ¿Qué pasa contigo? ¿Ya nos extrañas o vienes a que te rompa un par de huesos?

Canturrea como de costumbre, los juegos de palabras con un toque de verdad. Dazai susurró su nombre llamándole la atención debido al tono muerto de su voz, pues desde que vio aquella fotografía los recuerdos de aquella noche no pararon de torturarlo.

— Chuuya... ¿Dónde está Angel?

El pelinaranja se hizo piedra. ¿Por qué tenía que ser así de directo? ¿Por qué no tantearlo desde una mera coincidencia de haber encontrado alguien exactamente igual a ella en la ciudad?

— ¿Qué... dices? —Nakahara realmente estaba helado. Su nombre, el simple hecho de traerlo de vuelta como una bofetada le surtió el mismo efecto de dolor que su ex compañero: revivirla en sus recuerdos. Su sonrisa, su mirada dulce e inocente y aquella mirada de terror volviéndolo en sí— ¿Es una broma? ¿A QUÉ ESTÁS JUGANDO, MALDITO?

Perdió los estribos elevando el tono de su voz a la par que la misma se quebraba y Dazai no se inmutaba ante su reacción. ¿Siquiera estaba respirando? Parecía inerte, con su mirada afilada y oscura, muerta.

— ¡Ella está muerta! —respondió cerrando sus puños y atrapando el cuello de su saco para depositar su mano derecha sobre su mejilla. El castaño cayó al suelo seco, no tenía intenciones de defenderse, Chuuya sintió como la desesperación de Dazai por recibir aquel golpe le dio placer. No lo entendía. — Ella murió en tus brazos, ella murió intentando protegerte, lo vi con mis propios ojos ¡pero tu...!

— Chuuya... —le cortó la inspiración en sus palabras, Nakahara fruncio el ceño molesto mientras lo veía reincorporarse— ¿Dónde está Angel?

El menor pronunció más su molestia en las expresiones de su rostro, Osamu parecía un maldito disco rayado, inconsciente, desorientado, perdido. Se había vuelto el mismo Dazai que vio por última vez antes de dejar la mafia. La muerte de Angel después de la de su amigo Odasaku, fueron las detonantes de su cambio.

— Sabes perfectamente donde está. —susurró hermético — Estuvo seis años en el mismo lugar. —clavó sus pupilas sobre las suyas— No me hagas decirlo.

Dazai bajó la mirada al suelo y se dignó a ponerse de pie. Al mirarlo nuevamente a los ojos, Chuuya vio que algo cambió.

— Tienes razón. —por fin modificó sus palabras— O no.

Nakahara volvía a recibir un balde de agua fría sobre su columna vertebral.

— ¿De qué estás hablando? ¿Acaso te has vuelto loco? ¿Por qué la traes de nuevo de ésta manera?

Dazai sacó una de sus manos del bolsillo y le extendió aquella fotografía, un poco dudoso. Desconocía como podía llegar a reaccionar o tal vez no, simplemente no podía ocultarselo a él.

El menor la tomó con confusión y su alma terminó de partirse en mil pedazos al ver a aquella persona allí. Sus ojos, su mirada inocente, sólo aquello bastó reconocer para mover todo dentro de él y su negación salió a flote.

— ¿Qué es...? ¿De dónde sacaste esto?

La fotografía entre sus manos temblaba, su garganta temblaba, su corazón latía a mil por hora. Dazai finalmente eligió ser directo al ver como los ojos del otro comenzaban a empañarse de desesperación.

Angel | Bungo Stray DogsWhere stories live. Discover now