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Hoseok observó atentamente a Taehyung y por su expresión casi dolorosa, entendió lo que hacía. Respetaba mucho aquel acto y creyó que él se encargaría de aquel Jungkook destrozado frente a él.

—Bien, confío en tus palabras. ya aclarado todo, pueden irse, chicos — dijo asintiendo hacía el fotógrafo.

El cantante se retiró casi corriendo y Tae le siguió los pasos. A la vuelta del pasillo le tomó de la mano arrastrándolo en silencio y el menor no hizo nada para resistirse.
Aún tomados de las manos, salieron por la puerta privada del gran edificio para encontrar el auto del peliazul. En el camino ninguno artículo palabra o sonido alguno. Tae se reservaba todo lo que quería decir para cuando se encontrarán totalmente en privado.

Jungkook parecía en trance. Un trance lleno de pensamientos confusos. No entendía las palabras del peliazul, no comprendía el por qué negar lo que él notaba que sentían y sabían que pasaba entre ellos. Ni siquiera había habido un beso y aún así, estaba convencido de que ambos sentían que pasaba algo puro y mágico.
Se dejó guiar hacia el departamento, y allí mismo el fotógrafo lo abrazó con todas sus fuerzas, terminando de desarmar a Jungkook.
El castaño lloró liberando toda la atención contenida, no podía parar, pero quería saber el porqué de todo.
—¿Por- Por qué...?— intentó preguntar, pero la respiración se le dificultaba por el llanto, aún así, Tae lo entendió.

— Era lo correcto, Kookie —suspiró acariciando su espalda —No podía permitir que todo por lo que tanto trabajaste se fuera el caño.
—Pero... —Tae lo soltó para verlo a los ojos directamente.
—¿No entiendes lo importante que eres para mí? —Soltó, dejando caer su oscura mirada sobre los ojos del castaño – No voy a permitir que nada te impida lograr tu sueño. Ni siquiera yo.
Jungkook no podía dejar de verlo, ni dejar de sentir ese escalofrío que le recorrió cuando aquella profunda voz pronunció tales palabras. El mayor viendo que no decía nada relamió sus labios nervioso, aprovechó su silencio para acariciar el tierno rostro de Jungkook, sonriendo levemente al ver cuán importante y especial era para su vida.
— Quisiera saber qué estás pensando ahora mismo, incluso aquella vez hace años quise saberlo, pero la vida quiso que me quedara con la intriga. – Dijo y vio la confusión nublar el rostro que tenía tan tentadoramente cerca del suyo.
— ¿Hace años?
— Ven, tengo que enseñarte algo.— Lo tomó de la cintura llevándolo a su estudio. Allí, el cantante admiró todo como un niño impresionado tanto por sus trabajos como por sus herramientas, pero sobretodo, por la fotografía que es el peliazul le señalaba.
— ¿Ese...Soy yo?— pronunció sorprendido e intrigado.
— Hace años, mis padres y yo fuimos de vacaciones a ese lago. Mi madre me había regalado una vieja cámara – señaló su sujeto favorito. – Pase esas semanas fotografiando muchas cosas, pero por lejos, esta tarde fue muy especial para mí.

Jungkook había tomado la foto y la observaba sin creerlo. El fotógrafo simplemente lo abrazó por la espalda apoyando su mentón en el hombro.
— En ese mismo instante supe que quería ser fotógrafo. Tú y el hermoso paisaje que me regalaste al arrojar todas esas flores al agua, fueron los que me llevaron a donde estoy ahora, me llevaron nuevamente hacia ti.
—Ese día... — comenzó hablar Jungkook, poniendo su cálida mano sobre aquellas que lo abrazaban – Ese día también fue importante para mí. Ese día que me viste, estaba allí porque cumplía una promesa que le había hecho a mi madre.— Tae aflojó sus brazos para voltearlo y ver su rostro – le había prometido que cuando falleciera iría a ese lago y que lo llenaría de sus flores favoritas. Me estaba despidiendo de ella.
Tae tomó suavemente el rostro del menor sintiendo sus manos humedecerse por culpa de una lágrima que caía.

– Allí prometí que trabajaría duro por cumplir mi sueño. Ella siempre me alentó a seguirlo.— Una triste sonrisa endulzo el rostro que Tae no podía dejar de ver. —Ella era un ángel al cantar, ella me enseñó todo lo que sé y lo que soy. Por eso reaccione así cuando Hoseok nos llamó la atención, él sabía mi punto débil.

Tae no pudo más. Desde que lo había reencontrado y conocido en profundidad quiso hacerlo. El simplemente lo besó , dejando que sus sentimientos lo guiarán. Reclamó aquellos labios ahora gratamente suaves a causa de las lágrimas. Saboreó lentamente aquel contacto y abrazó el momento como ningún otro. En ese beso quiso enseñarle todo el amor que sentía por él. Quiso enseñarle cuanto le importaba.

Jungkook se sentía volar. Sentía un cálido hormigueo recorrer todo su cuerpo. Se sentía completamente abrazado en cuerpo y alma.

Era triste saber que ese sería su primer y último beso...

PAISAJE [•TAEKOOK•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora