Bebé

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Cuando YoonGi la miró no podía creerlo.

Era hermosa, con mejillas de algodón, labios delgaditos y unas pestañas y cejas tan finas, que todo ella era una creación divina y tan frágil, que sostenerla entre sus brazos fue inigualable.

- Es hermosa...- dice YoonGi en un susurro quebrado. La emoción que siente es... se queda sin palabras.

- Lo sé...- JiMin le sonríe. Aun sentado dentro de la tina, ambos están allí, sosteniendo el pequeño cuerpo de su hija. Habían soñado con ese momento de llegar a conocerla, de verla por primera vez, y realmente ninguna de sus expectativas se comparaba con las emociones que estaban sintiendo en ese momento.

YoonGi y JiMin se sentían realmente felices de poder ver a su pequeña, ese ser tan indefenso que con un solo movimiento capturaba su atención. La habían anhelado tanto, y ahora al verla, los dos aseguraban en promesas silenciosas que la cuidarían mucho.

- Es tan pequeña...-murmura el mayor.- Quiero guardarla...

JiMin lo mira enternecido y se encuentra con una mirada tan amorosa de parte de YoonGi hacia su hija.

- Estoy seguro que vas a protegerla...- dijo JiMin, y besó la mejilla del mayor. La doctora que estuvo a cargo de todo su proceso, tomó a la pequeña para revisarla.
El mayor ayudó a JiMin, y con el apoyo de una enfermera, lograron que el menor pudiera cambiarse de ropa. Los trasladaron a una habitación individual, dónde el aroma era suave y relajante.

- Me siento tan cómodo que podría dormir- menciona divertido mientras camina despacio hasta la camilla.

- Creo que también...- YoonGi dice, ya que tuvo que cambiarse, pues fue el apoyo de JiMin al momento de traer a su pequeña hija al mundo.

Ambos ríen.
Unos toques se escuchan en la puerta, y ambos giran a verla, una enfermera entra con una manta lila llena de siluetas que forman pequeñas mariposas.

- Ya está, todo en orden, esta pequeña deseaba verlos...- dijo la mujer amable, y depositó a su hija en sus brazos. JiMin la tomó con cuidado mientras sonreía mirando a su pequeña bebé.

- Se volverán locos al verla...- YoonGi susurra una vez están solo ellos tres dentro de la habitación, sus amigos llegarán a ver a su niña esa mañana, su bebé llegó en la madrugada de ese día de verano, linda y rosadita por su blanca piel.

- Tiene tus encantos, Yoon- le dice JiMin mirando a su pareja, quien se sonroja levemente.

YoonGi se acerca e inclina un poco para mirar a su niña que parece dormida, sabe que los retos empezaran una vez su pequeña empiece a crecer. Mira cómo JiMin baja la parte superior de su bata, para alimentar a su niña, quien con un suspiro se aferra al pezón morenito. JiMin acaricia su cabecita con cuidado, solo rozando sus dedos sobre las oscuras hebras, herencia de YoonGi a su pequeña.

- ¿Crees que le guste la música?- pregunta YoonGi a JiMin. JiMin sonríe.

- ¿Recuerdas cómo se movía cuándo te escuchaba tocar la guitarra?- pregunta. Ambos sonríen, su pequeña se movía con fuerza cuándo escuchaba a sus padres cantar y tocar la guitarra, después de que se moviera la primera vez, YoonGi pasaba la mayor parte del tiempo libre pegado al vientre que resguardaba a su bebé, hablandole y contandole todo lo que hacía en el día, cantandole o a veces solo tocando su guitarra.- Amará la música porque su papá le ha enseñado a amarla...

- Uh...- YoonGi asiente avergonzado- También amará el mar, tanto cómo tú, mira que los sustos no fueron en vano...

JiMin ríe suavemente.

Su niña parecía disfrutar de todo lo que le compartían. Cuando JiMin cumplió los seis meses, su doctora de prenatal le recomendó que hiciera alguna actividad fisica que le ayudara a mantenerse activo y en movimiento, JiMin no dudó en la actividad que quisiera hacer, YoonGi supo lo que su pareja decía con sus ojos, regresaron a casa y durante dos meses las visitas al mar, volvieron con JiMin dejando que su bebé conociera una de las cosas que más amaba en la vida.

Quería que su hija sintiera el mar tan cerca de ella como fuera posible. Aumque no podía surfear, JiMin y YoonGi pasaban un rato de cada tarde para nadar o simplemente caminar por la playa.

A veces JiMin despertaba antes y hacia una pequeña caminata al amanecer...

- Jully... Min Jully...- YoonGi dice. Quizás el nombre de su hija no sea completamente coreano, pero JiMin nunca ha sido fan de seguir la reglas completamente o hacer lo que se ve presentable. Su hija tenía un nombre único y lindo...

- Sigo creyendo que se parece a ti...- menciona al verla dormirse pegadita a su pecho.- Le encanta dormir...

YoonGi ríe bajito, y besa la frente de JiMin, aparta sus cabellos levemente y no puede pensar en nada más que en ese momento es tan afortunado de tener una hija con su deidad del mar...

Una bebé que amaría el mar tanto como su padre...

Amor&MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora