"Un trauma difícil de olvidar" - Emiliaco

"El comienzo de la pesadilla"

Joaquin.

—Al abrir los ojos volví a mirar aquel cuarto oscuro que me afirmaba que no había sido una pesadilla, realmente estaba secuestrado, nadie sabía de mí y desconocía si saldría con vida. Esa idea de no volver a ver a mis familiares, a mis amigos y a mis fans, era difícil de asimilar, jamás creí encontrarme en una situación parecida y ahora estoy aquí pensando en la muerte y despedidas. ¿Cómo estará mi madre? ¿El fandom estará esperándome? ¿El señor Osorio está buscándome? ¿Emilio que estará haciendo?No pude más, las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas en abundancia, tenía miedo, me sentía desprotegido, pero a la vez un completo idiota por confiar tan fácil en una persona que apenas había conocido, tenía tanta impotencia, que la sangre del golpe que manchaba mi rostro y ropa no era mi atención ahora, pues realmente no podía culpar a nadie cuando yo solo me metí en esto, porque ¿quién se subiría a un auto de un extraño? ¡Nadie! Solo yo.
Minutos después escuché una puerta abrirse detrás de mí y a pesar de no ver, sabía quien había entrado y confirme esto una vez la luz prendió y enfrente de mí nuevamente estaba Karen—

K: No te vez muy bien Joaco~ te traje algo de comer

—Me dijo con lo que parecía ser una charola en sus manos, realmente su cinismo era insoportable, lo que menos pienso es en comida y se lo hice saber—

J: Estas loca, no te saldrás con la tuya!

K: Yo tendría más cuidado de cómo me hablas...

J: Yo te hablaré como se me de la gana ¡¡AYUDAAAAA!! ¡¡ALGUIEN AUXILIOOOO!!

—Mis gritos fueron callados por otro golpe en el lado contrario al anterior, pero esta vez trate de no caer inconsciente, aún que sin duda me ocasionó un mareo muy fuerte que me hizo debilitar por completo, no sabía con que me golpeaba pero era muy duro.
No recuerdo cómo es qué pasó, pero al volver a la realidad después de aquel mareo ahora estaba sobre una mesa boca abajo y con mis manos atadas hacia adelante, estaba muy perdido y cuando quise hablar una cinta en mi boca me lo impidió, fue ahí cuando el miedo volvió y las ansias de huir, traté de levantarme y moverme sin tener éxito debido a otro amarre en mis piernas, pero además de eso, algo no cuadraba y es que estaba completamente desnudó ¿En que momento pasó?—

K: Joaco~ no planeaba llegar a esto pero... necesitas aprender que si te portas bien te tratare de la misma forma, además, creo que esto fue algo que imaginé muchas veces

—Debe estar bromeando, por favor que no sea lo que creo, Dios dime que no es cierto. Inmediatamente comencé a forzar y moverme para desatarme, el coraje y el horror se intensificaban conforme los segundos avanzaban sin poder escapar, no importaba si me desgarraba las muñecas, debía soltarme—

K: Tranquilo~ si cooperas, seguro no la pasarás tan mal y te tengo una sorpresa, alguien nos ayudará con esto...

J: ¡Hmm! ¡Nhg!

—Trataba de hablar, gritar y rogar, lo que fuera pero debía detenerla, no podía llegar tan lejos. Además ¿Alguien ayudará? ¿Contrató a una persona para hacerme sufrir acaso? ¿Quién vendría?—

K: Esto te encantara!

—Un televisor se encendió delante mío percatándome hasta ahora que había uno, pero eso no era lo relevante, en la imagen se proyectaba un video conocido o mejor dicho, de alguien conocido, era Emilio.
¡¿Que demonios!?
No entendía que pasaba, era un video editado donde Emilio repetía mi nombre una y otra vez 'Joaco, Joaco, Joaco...' ¿Ella hizo esto? ¿Con qué propósito? Tenía miles de dudas pasando por mi cabeza pero mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí que alguien separaba mis piernas, no lo pensé dos veces y comencé nuevamente a moverme con la intención de parar todo, mientras gritaba con desesperación y fuerza, me estaba lastimando la garganta, pero no me interesaba—

K: Shh~ Joaco soy Emilio, no te lastimare si cooperas~

—Esa maldita voz de burla, me daba asco y no ayudaba el hecho de que el video siguiera reproduciéndose, me voy a volver loco.
Todo fue peor cuando sentí algo duro entre mis piernas, trataba de alejarlo con esfuerzo y desesperación, era un material como ¿madera? ¿un palo? ¿una escoba? no lo sé y no sabía si quería saber. En un segundo el dolor más fuerte que había sentido en mi vida apareció, como si me atravesaran con millones de cuchillos, mi cuerpo se retorció y un grito desgarrador salió de mi boca, junto a muchas lágrimas de mis ojos, aquel dolor me atravesó más y más mientras yo gritaba con todas mis fuerzas tratando de escapar sin ningún resultado positivo. El tiempo fue tan lento que me había rendido, todo dolía, creo que mi garganta se destrozó por mis gritos al igual que mi cuerpo, pues desde minutos atrás un líquido cayó de mis piernas y no fue difícil saber que era sangre, todo se volvía cada vez más nublado y con el recuerdo de aquel rostro en la televisión fue cómo caí inconsciente, ya no tenía fuerzas—

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Emilio.

—Todo a estado de mal en peor, han pasado tres días desde que supimos la desaparición de Joaquin, estaba preocupado claramente y ya no sabía cómo apoyar a la familia de Joaco, mi padre hacía lo posible para acelerar a la policía en su búsqueda, miles de fans posteaban todos los días y a cada hora hacían tendencia en redes con la búsqueda, yo también lo hacía y compartía la mayoría, él debía aparecer, debía estar bien—

E: ¿Dónde estas Joaco?...