Capítulo IV

391 29 20
                                    

Fuertes pisadas provenían desde la escalera, se acercaban hacia la dirección en donde se encontraba Lulu. Esta, al escucharlas, se estremeció y acto seguido se "escondió" detrás de un mueble que contenía bastantes libros.

Al pasar unos segundos, las pisadas se dejaron de escuchar. La pequeña tragó saliva y movio una de sus orejas hacia arriba, concentrándose en escuchar más bien.

-"Ya te vi"-.

A su lado, una fría y fingida gruesa voz la sorprendió e hizo que se choque contra el mueble, provocando la caída del mismo.

La hechicera cerró los ojos bien fuertes, esperando el golpe. Pero los abrió al no sentir nada. El mago, se encontraba al frente de ella sosteniendo con sus dos manos el mueble. Tímidamente subió su vista hacia la cara del mismo, quien estaba cerrando los ojos.

En ese mismo momento, sintió mariposas en su estómago. Todo parecía en cámara lenta. Se enfocó en la parte baja de su nariz, tenia ganas de agarrar sus mejillas y posar sus labios sobre los de él.

Un gran sonido, la hizo sacar de sus pensamientos y observó a su alrededor. Se habían caído todos los libros.

-"Yo... pe...perdón, lo si..siento"-murmuraba nerviosa y apenada.

-"¿¡No te cansas de provocar problemas!? ¡Desde que te vi no dejas de joder!" -gritaba el mago.

Los ojos de la pequeña se cristalizaron, veía todo borroso. Una pequeña lágrima se resbaló sobre su mejilla.

Veigar rodo los ojos y suspiró.

-"No llores. Te perdonare si me ayudas a juntar los libros"-dijo mientras se agachaba.

Sin decir ni una palabra, Lulu se agachó y empezó a juntar.
En un momento, ambos agarraron el mismo libro, provocando el roce de sus manos. Una corriente de emociones recorrió el cuerpo de la pequeña, haciendo que pegue un pequeño saltito. Rápidamente, el mago soltó el libro.

-"Listo"-afirmó Veigar mientras acomodaba el último libro. Luego, miró de reojo a la chiquilla, quien seguía cabizbaja- "Ya te he perdonado, no tienes porque estar así".

Aún así, Lulu seguía mirando hacia abajo. Pero no lo hacia porque se sentía mal, era para ocultar su rostro ruborizado. Por más pequeño que sea el contacto con el mago, hacia que su cuerpo reaccionará de una forma un tanto extraña para ella.

-"Oye"-el mago se acercó y la agarró del mentón, haciendo que esta lo mirara- "¿Tienes fiebre o algo? Estas muy roja" -afirmó mientras colocaba su mano sobre la frente de la pequeña.

-"Deja"-se apartó bruscamente, no quería que el mago la tocase ya que la hacia poner más roja todavía.- "Estoy muy bien".

Veigar la miro dudoso y asintió.

-"En fin, acompañame"-.

Los dos yordles caminaban a la par hasta llegar a las escaleras. Lulu se posicionó detrás de el y subieron. De repente, observó que se dirigían hacia la habitación del mago.

-"Dis...disculpa pero no tengo experiencia" -el mago paró en seco y se dio la vuelta, mirándola- "Soy virgen"- soltó sin más.

Los ojos de Veigar se abrieron como dos platos y se ruborizo, lo cual tapó con su sombrero.

-"¡Qué carajos estás pensando!" -la hechicera lo miró confundida- "En este momento te estoy llevando a tu habitación. Así te cambias ese mugroso vestido de una vez por todas" -dicho esto, el mago siguió caminando.

Lulu quería que la tierra se la tragase, pues había malentendido todo. El camino hacia la habitación de la pequeña, el cual estaba a 3 habitaciones después que la de Veigar, se hizo muy incómodo. Una vez entraron, el mago habló.

-"Te traeré ropa limpia. Allá esta el baño por si quieres bañarte" -dijo mientras señalaba- "En 10 minutos vengo"-cerró la puerta y se fue.

Lulu observó su habitación, era bastante acogedora y estaba pintada de un negro intenso. Pensó en decorarla, pero tendría que pedirle permiso al mago para eso.

Luego de estar paveando por unos minutos, se metió a bañar. Cuando salió, se encontró con un tanda de ropa tendida sobre la cama. Esta, consistía en un short, una remera y un par de medias.
La hechicera una vez puesta la vestimenta, se observó al espejo. El short le quedaba justito y la remera le quedaba bastante grande, pues le llegaba hasta las rodillas. Dedujo que era ropa del mago. Se colocó los zapatos y bajó a la sala principal. 






🌸🌸🌸🌸

¡Buenas a todos!

Primero que todo, estoy muy agradecida con ustedes. Nunca pensé que alguien leería mi historia 😢. Ni mucho menos que votarán y comentarán. De enserio, estoy muy agradecida con ustedes, ¡son los mejores! 😭💗.

Segundo, espero que les este agradando el rumbo que va tomando la misma. Saben que cualquier cosita pueden decirme, hace un montón no escribía y volverlo hacer me cuesta un poquito.

Tercero, estaré actualizando los martes y sábados a la noche (Argentina) ♡. Me encantaría publicar más seguido pero voy a una técnica y con suerte tengo tiempo x.x.

Bueno, eso es todo. ¡Los quiero mucho! 😻💗

Viviendo con un extraño [Veigar x Lulu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora