•Cheating•

306 22 4
                                    

Advertencia: lenguaje ofensivo, violencia ligera. Si no te sientes cómodx con esto, te veo en otro imagina, corazón.🍪🍨❤️

No puedes creerlo, quieres creer que es falso, que la imagen fue modificada, quizás un ángulo nada conveniente, pero mientras más miras la foto, es más claro para ti.

Cientos de notificaciones en tu teléfono se convierten en miles en poco tiempo, todos los fans de Shawn e incluso la gente que no lo es tanto se vuelven locos con la noticia.

"¡¿Shawn y t/n han terminado?!"

"Shawn por fin se ha hartado de ti."

"Por lo menos ella es más delgada."

"Ya la investigué y sin duda es más bonita."

"Estás acabada @t.u.t" (tu user en Twitter).

No quieres hacerlo, no quieres llorar pero simplemente no puedes creerlo. Tu mirada sigue fija en tu teléfono, pero no lo ves realmente, ¿cómo podrías? Con todo lo que pasa por tu mente.

La puerta de entrada del apartamento que compartes con Shawn se abre y cierra detrás de la cansada figura de tu novio, tu te encuentras sentada en la cama de la habitación, estás conciente de lo que pasa a tu alrededor y de que Shawn entrará por la puerta en cualquier momento, pero aún no consigues moverte.

—¡Estoy hecho polvo! –dice Shawn entrando por la puerta.

Levantas la cara a mirarlo, sin decir nada, porque solo puedes hacer eso, mirarlo.

—Qué cara tienes –dice él intentando aligerar el ambiente con una sonrisa brillante, pero solo logra hacer la ira bullir en tu interior.

—¿Qué hiciste ayer? –preguntas. Tu voz suena baja y realmente preligrosa, te asusta.

—Ya sabes, los chicos del viejo magcon decidieron reunirse y fuimos a un bar –dice él, acercándose lentamente a ti— ¿por qué lo preguntas?

No dices nada, así que solo le muestras la pantalla de tu teléfono donde sigue la foto que está dando vuelta al mundo.

Shawn mira fijamente el teléfono y después resopla, molesto.

—¿Qué esperas que te diga? –pregunta, quitándose la chamarra y colgandola en el armario como si nada hubiera pasado.

—¿Que qué espero que digas? –resoplas, cada vez más molesta— ¡oh, no lo sé, Shawn! ¡Puedes contarme un puto chiste, si quieres! –por fin, explotas. Y gritas, tanto que tu garganta arde, pero no podría importarte menos— ¡por qué mierda pasó, eso quiero que me digas!

—Deja los putos dramas, t/n –advierte Shawn, dándote la espalda para buscar ropa de dormir— pasó porque estuve muy borracho y es todo. Solo fue un beso, no es como si hubiera follado con ella.

Sus palabras derrumban la segunda capa de paciencia de la noche y tiras de él para mirarte, mientras cierras la puerta del armario de un portazo.

—¡¿Solo un maldito beso?! ¡Entonces te pido una puta disculpa, porque es claro que no te estás burlando de mi –lo empujas por los hombros y él aprieta la mandíbula.

—No tendré esta conversación –sentencia para darse vuelta y caminar fuera del cuarto hacia la cocina.

—Oh no, Shawn, claro que tendrás esta maldita conversación –amenazas viéndolo servise un vaso con agua— ¡¿en qué estabas pensando?!

—Deja de gritar, maldita sea –gruñe antes de dar un trago al vaso, lo que derrumba tu tercer pared de paciencia.

Tomas el vaso de agua que Shawn sostiene en sus manos y en un ataque de ira, lo arrojas a través de la cocina y hasta la puerta de entrada, al estrellarse, es vaso se hace añicos.

—¡Contesta la puta pregunta! –gritas.

—¡¿Era eso malditamente necesario?! –por fin, Shawn estalla, gritando tan fuerte como sus pulmones se lo permiten.

—¡Tú dime! ¡¿Era malditamente necesario hacerme quedar como una imbécil?! –gritas de nuevo.

El rostro de Shawn se vuelve rojo de la ira, él nunca ha sido un chico agresivo, pero las venas saltadas en su cuello te hacen dudarlo por un instante.

— ¡Entiende que fue solo un maldito beso! ¡No significó nada! –grita, apretando los puños.

—¡Pues tampoco nuestra relación, al parecer! –Shawn se harta, y al ser el más racional entre ustedes, gruñe con frustración y sale de la cocina a paso firme hasta la habitación— ¡vuelve aquí, con un carajo! –gritas, caminando detrás de él.

Cuando llegas a la habitación, Shawn está sacando su ropa del armario a jalones. Toda su ropa. La arroja a la cama y entonces procede a sacar su ropa interior de los cajones mientras tú sólo puedes quedarte ahí, intentando procesar entre la bruma de rabia en tu cabeza, lo que está pasando.

—Que conste que tú me estás haciendo hacer esto, t/n –dice en voz baja mientras jadea, se ha detenido únicamente para mirarte fijamente a los ojos.

Entonces, la última pared de paciencia que tenías se viene abajo.

—Por mi, largate –escupes con odio. Shawn solo logra mirarte con los ojos abiertos, completamente atónito con lo que acabas de decir— ¡que te largues, dije! –gritas de nuevo, entonces corres al armario y sacas de una de las repisas su maleta de viaje extra, donde comienzas a arrojar toda la ropa que ha sacado— que no quiero volver a verte nunca.

Una vez que la has guardado toda y has cerrado a forcejones la maleta, la arrojas al piso a sus pies, donde él sigue completamente petrificado.

—T/n –dice en un murmullo, sabes qué va a decir.

Y no vas a soportarlo.

—¿Qué no entiendes? ¡Dije que te vayas! –él toma la maleta lentamente y tú solo consigues exasperarte más– maldita sea, ¡vete! –comienzas a empujarlo hasta la salida, abres la puerta para él y lo empujas al corredor del piso donde vives, entonces, azotas la puerta con todas tus fuerzas.

Pegas las manos a la madera y es entonces cuando te haces conciente de ti misma, de tu respiración pesada y dificultosa, de tu cuerpo tembloroso y de las lágrimas que no sabes cuándo empezaron a caer.

Y lloras.

Lloras de rabia, impotencia, de dolor y de decepción, porque creíste en todas y cada una de las veces que dijo amarte, creíste cuando te dijo, llorando, a las tres de la mañana, que no se imaginaba una vida sin ti, creíste cuando corrió a ti por refugio en sus ataques de ansiedad porque decía que solo contigo se sentía seguro.

Lo creíste todo. Creíste sus canciones de amor, creíste sus textos románticos, creíste sus palabras bonitas, creíste sus besos, sus caricias, creíste en sus ojos.

Creíste en él.

Y se ha ido.

Sin ti.

Imaginas de Shawn Mendes 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora