«Dos»

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P.O.V ____

—Precioso—dije sin siquiera mirar el vestido que Fuku acababa de probarse en aquella tienda de ropa que de la cual no me acordaba ni del nombre—Me gusta mucho este.

—____, no lo has ni mirado...—se quejó cogiendo todos los vestidos y tirando los en mi cara.

Los aparte lo más rápido que pude y bufé molesta por el echó de ir de compras para ir a una puñetera fiesta la cual, era insignificante para mí y que tampoco me traería algún buen recuerdo o, alguna cosa que contarles a mis hijos cuándo me preguntasen: ¿Cómo eran las fiestas cuando eras joven?

Eso si llegaba a tener hijos.

—¿Por favor me puedes explicar la razón por la cuál estamos aquí? Sabes que siempre he odiado ir se compras...—ella se encerró en el probador para probarse otro vestido.

—Necesito un vestido que me haga una buena figura para llamar la atención de mí sempai— rodé mis ojos y centré mi atención en el teléfono.

De mi Instagram tenía una notificación nueva: Kriis_iluminado a solicitado seguirte.

—No me chingues, eso ya es pasarse de la pinche lanza...—obviamente le rechacé la solicitud sin siquiera pensar, a los segundos volvió a pedírmela.

Estuve así durante 5 minutos maldiciendo la existencia de aquel chico y de las redes sociales. Fuku me quitó mi móvil y aceptó su solicitud sin siquiera preguntarme lo que yo quería hacer. Molesta apague el móvil ya que no quería saber nada del Instagram al menos por un largo tiempo...

—Bueno, ya tengo el vestido, ¿vamos ahora a por el tuyo?—al decirme eso eché a correr por todo el centró, no es que no quisiera que ella eligiera mi ropa, es solo que cuando entras a una tienda de ropa con ella sales con cinco bolsas en tú mano y con la cartera en números rojos.

(...)

—¡Por dios, ____! —gritó Fuku intentando apretar el escote de aquel vestido—¿Cómo puedes tener tanto busto con solo 14 años?

—¿A qué te refieres? ¿No será que tú estás muy plana?—me dio un golpe en el hombro mandándome a callar, cuándo me vi en el espejo no pude evitar sonreír.

Era un vestido completamente negro, tenía dos partes separadas, un top de color negro qué se agarraba del cuello que hacía forma de cruz en la espalda, las mangas eran transparentes de color negro con brillos blancos. Luego seguía una falda larga hasta el suelo ya que tenía una obertura en la pierna derecha.

Llamaras la atención de todos en el baile.

A decir verdad, me enamoré. No quise probarme más vestidos, ya que, ese me había encantado. Por mucho que Fuku insistiera no tenía ni ganas y no cambiaría de opinión así que cada una nos fuimos a casa. Toqué la puerta para que Sans me abriera, a decir verdad me extrañaría que me abriese sabiendo que duerme las mismas horas que un recién nacido.

—Papyrus a estado jugando un tiempo aquí y me daba pereza recogerlo todo—como pensaba estába todo desordenado, no me sirve de nada ordenar las cosas si luego Papyrus lo desordena y Sans no recoge las cosas.

Suspiré, comencé a doblar toda la ropa mientras que Sans cocinaba unos perros calientes. Escuché como el esqueleto utilizaba sus poderes. Entonces decidí preguntar.

—Sans...¿Cómo puedo utilizar tus poderes?—salió de la cocina mordiendo uno de los perros que acababa de cocinar.

—Bueno, no es muy difícil Kiddo...Solo concéntrate en un objeto, lo básico es el poder del control de la gravedad.

Se sentó en el sofá, sacó su mano de su bolsillo y me dió una de sus sudaderas. Intenté hacer lo mismo, pero como era de esperar no funcionó.

—Me siento algo decepcionada—dije después de varios intentos.

Sans solo sonrió como de costumbre y me obligó a irme a dormir, me dio las buenas noches y apagó la luz de su dormitorio.

(...)

Escuché como Papyrus le pedía que le contará un cuento para volver a dormir.

Me levanté y me quedé mirando la puerta, de repente está se abrió. Avergonzada apreté las mangas de mi pijama y miré al suelo mientras movía mi pie.

—¡Kiddo! Me asustaste, no son horas para estar despierta...¿Necesitas algo?

—N-Nunca me han contado un cuento de buenas noches...—escuche cómo se reía, esperé que me dijera que no, pero entonces sentí su mano apoyarse en mí cabeza.

—¿Alguna vez escuchaste la historia de Cenicienta?

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Hi, me a dado por hacer preguntas en cada capítulo así que aquí va el primero:

¿Cuál es vuestro cuento favorito de cuándo erais pequeños?

Yo amaba Mulán, incluso llegué a obsesionarme tanto que me aprendí todos los diálogos y canciones. Claro ahora ya no me lo sé, hace tiempo que no lo veo.

Nueva Misión: Enamorar a ____ [Kris X Reader] Where stories live. Discover now