𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐀 [sin editar]

[02] Shisui vs Danzo

La pequeña niña llamada Mina se encontraba en su habitación como en cualquier otro día, pero no estaba triste por el encierro, esas cuatro paredes eran su lugar adorado porque eran los únicos momentos donde podía decir que se llevaba bien con su padre, ya que no se lo cruzaba y no había peleas. Al mismo tiempo, le daban la seguridad de poder estar a solas con sus mas profundos pensamientos, como los que surgían de poder ver el único objeto que alguna vez robo a su padre: una foto de su fallecida madre. Realmente no sabía nada de ella, él nunca había sacado el tema mas para que contestarle la falta materna en la casa con un casto "Murió al darte luz". No podía decir que la extrañaba, ya que obviamente no tenía recuerdos de ella, pero de alguna forma añoraba poder tener lo que Sasuke o Itachi tenían, una mujer que moriría por ellos y le diera amor incondicional.

—¡Mina!

El llamado de su padre hizo que saltara asustada creyendo que la había descubierto, pero en realidad el grito venía del piso de abajo, por lo que guardo en un libro la imagen y bajo veloz a la planta baja para ver a su progenitor sentado junto a un hombre algo anciano con una yukata grande color blanco, un bastón de madera a un lado y con parte de la cara vendada.

—Hija, el es Danzo, jefe y creador de los ANBU de la Raíz.

—Aha... —dijo ella acercándose y mirándolo detenidamente—. No me gusta —soltó sin pensar viendo su único ojo libre.

—No seas irrespetuosa —advirtió su padre—. Danzo se ofreció a entrenarte y hacerte una verdadera Uchiha —informo observando los ojos sorprendidos y heridos de la menor.

—¿Verdadera? ¡Yo soy una Uchiha! ¡No hay una regla que diga como uno que pertenezca a este clan tiene que ser! —grito explotando como pocas veces había hecho, acercándose rápido a la puerta—. ¡No quiero! —insistió saliendo de la casa, liberando en una de las escasas veces toda la frustración de meses y meses de aguantar a su antecesor.

Sin fijarse, ella termino chocando con alguien en un cruce de caminos.

—Lo lamento —dijo de inmediato.

Al mirar hacia arriba se encontró con el sharingan devolviéndole el reflejo, pero luego una sonrisa en el rostro del chico que tenía en frente hizo que desviara la vista a su boca.

—No te preocupes, pequeña. ¿De que corrías? —pregunto amable.

Parecía mas grande que Itachi, tenia cabellos negros puntiagudos con la banda de Konoha en la frente, unos marcados ojos y unas largas pestañas a los extremos, pero lo que mas fuerte se sentía era el poder que contenía.

—¿Por que tienes el sharingan activado? —inquirió el mayor al ver que Mina se le había quedado viendo.

Ante eso, ella se sorprendió de si misma porque no se había dado cuenta que lo había hecho, pero con esas palabras lo desactivo sintiendo que las cosas a su alrededor volvían, de alguna forma, a la normalidad.

—Yo no quiero ir con Danzo, no quiero ser la Uchiha que esperan que sea —dijo con cierta desesperación, se sentía atrapada.

Con esas palabras, el chico se vio mas interesado y levanto la vista viendo al nombrado y a otro integrante del clan.

—Shisui, lamento las molestias que mi hija te causo —dijo tomándola fuerte del brazo.

—¡Auch! —se quejo la niña teniendo una parte del cuerpo mas elevada por el firme tirón que el hombre le daba.

—No me dio ninguna molestia.

—¿No ha pasado nada? —pregunto Danzo como si se quisiera asegurar, viendo fijo a Shisui que lo miro.