CAPITULO 23

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CAPITULO XXIII

El vuelo de Blanca llegó puntual a Barcelona. Eran las 22.30. Por un momento se planteó si debía llamar para avisarle, se sentía insegura con la sorpresa. Al fin y al cabo no era su manera de ser y todos los pequeños pasos a veces requerían grandes esfuerzos. Decidió no llamar, era la decisión que había tomado, el ser espontanea y lo iba a llevar hasta el final.

Salió del avión y se fue hacia la zona de recogida de maletas, ya que con el finde semana en Francia había sido completamente imposible meter todo en una maleta de viaje. Se había pasado dos horas revolviendo en el armario. Estaba nerviosa ante la idea de pasar el fin de semana en casa del hermano de Marc. Se dio cuenta de que le importaba mucho causar buena impresión. Se dio cuenta de que le importaba mucho Marc.

Mientras en la fiesta de casa de Marc todo parecía estar saliendo bien.  Los de la marca de lencería habían tenido tiempo de montarlo todo y el jardín de su casa parecía un paraíso, todo estaba precioso decorado, habían puesto farolillos de papel por todo el jardín, así como en la piscina. También habían traído un servicio de catering buenísimo, y habían instalado dos barras de cocktelería Hacía una noche magnifica y todo el mundo parecía estar pasándoselo en grande.

Eran las once de la noche y ya estaban en el punto de la noche en el que los invitados ya solo disfrutaban de la fiesta. Los dueños de la marca de lencería ya habían dado su mini conferencia de presentación de la colección, habían agradecido su presencia a todos los invitados y había repartido los objetos de merchandising.

En ese momento solo había una barra libre de copas, modelos por todos lados y una noche magnifica que disfrutar. La fiesta estaba previsto que acabara a las doce de la noche.

Marc estaba disfrutando mucho de aquella fiesta, sobre todo porque veía que su hermano era muy feliz y que le había salido todo bien. Se alegraba de haberle ayudado. Con la música y con el ajetreo no había oído el móvil en toda la noche. Lo miró ya que se percató de que eran las once de la noche y que blanca no le había llamado. Estará trabajando, pensó y no quiso molestarla. Guardó el móvil y continuo pasándoselo bien en la fiesta. Estaba encontrándose a mucha gente que hacía tiempo que no veía y a muchas modelos de las agencias con las que había tenido alguna cosa más que amistad.

Entre ellas estaba María, una modelo de veintitrés  años con la que había tenido una relación de cinco meses justo antes de empezar con Blanca. Ni siquiera el mismo se explicaba cómo había podido aguantar tanto tiempo con ella, ya que había una diferencia de edad considerable y el carácter de ella era muy infantil. María era guapísima, medía un metro ochenta, era morena con los ojos azules, felinos, grandes. Esa noche iba vestida con un vestido de palabra de honor corto de color azul que hacía juego con sus ojos. Llevaba su larga melena morena suelta. Cuando la vio de nuevo Marc entendió que le hubiera llamado la atención de aquella manera, pero seguía sin explicarse cómo podía haber estado meses con ella, era infantil y caprichosa y siempre se salía con la suya. En cuanto le vio se acercó a él.

-          ¡Marcccccc!- chilló mientras se acercaba a él- no doy crédito, tú en una fiesta- lo dijo en un tono asegurándose de que entendía bien el reproche

-          Hola María- contesto acercándose a darle dos besos de modo poco efusivo.

-          ¿Dónde has estado metido?- le preguntó- desde que me dejaste no te he vuelto a ver….

-          María…. – a Marc no le apetecía meterse en el juego de ella, ni en escuchar los mil reproches que acostumbraba a hacerle.

-          No digas nada, vale, no digas nada… ya sé que soy una pesada. Tenía muchas ganas de verte… - le miraba sugerentemente mientras se acercaba cada vez más a él- te he echado de menos…..

Marc comenzaba a sentirse incomodo con aquella situación. María con dos copas podía llegar a ser muy peligroso. Lo mejor sería apartarse de ella. Se ponía excesivamente pesada y él lo único que quería era que llegara el día siguiente y estar con Blanca. Blanca tan lista, tan graciosa, tan reticente a veces, pero tan dispuesta a tomar nuevos retos a la vez….

El taxi dejó a Blanca en la puerta de la casa de Marc, eran cerca de las once y media de la noche.


ROMPIENDO REGLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora