CAPITULO 29

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CAPITULO 29

Blanca se tumbó en la cama con ropa y todo nada más llegar a su habitación. Estaba cansada de soportar la tensión con él. No podía quitárselo de la cabeza, estaba tan guapo. Y aquella contestación sobre su estado sentimental que le había dado a su compañera…

¿Qué iba a hacer?¿le podía perdonar? O lo que era más importante ¿le conseguía no perdonar?. Tenía que reconocer que lo que sentía hacia aquel chico era demasiado fuerte, pero la mentira que le había contado era también muy trascendente para ella. Además existía el tema laboral. No se podía saber que tenían relación porque entonces entrarían en conflicto de intereses y la quitarían del proyecto, y ella había trabajado demasiado en ello.

La cabeza le daba vueltas de tanto pensar en todo. Necesitaba airearse. Decidió que se iría a nadar un rato al lago. La noche era un poco fresca pero necesitaba desconectar del mundo. No era capaz de estar en la habitación tan cerca de él y no hacer nada. No poder tocarle la puerta y entrar en su habitación y dejar que le hiciera el amor toda la noche, sin descanso… y despertarse al día siguiente llena de energía. Esa energía que le proporcionaba su compañía, sus besos, sus halagos. ¡Ya! Se dijo a si misma saliendo de la ensoñación.

Se puso un bikini ya que el bañador estaba todavía mojado del baño de la mañana, un vestido, cogió la toalla y se dirigió al lago. Ya no había nadie en el salón y las luces estaban apagadas. No se había cruzado con Marc, menos mal…

No quería tener encuentros demasiado cercanos ya que estaba segura de que se notaba la tensión sexual que había entre ellos. Le daba la sensación de que se podía tocar y de que no se iba a poder controlar y que en cualquier momento se acercaría y le daría un beso.

Se metió en el agua, estaba fría pero le sentó de maravilla. Nado relajada sin alejarse mucho ya que podía ser peligroso adentrarse mucho de noche. Se sentía más relajada.

De pronto notó algo moverse entre la maleza en la orilla. Esperaba que no fuera ningún animal porque le aterraba y no le apetecía montar el numerito delante de todos los de la empresa y despertarles en plena noche chillando… No podía ver muy bien, así que decidió salir y terminar su aventura nocturna.

La única iluminación que había era la de la luna así que aunque se acercó seguía sin ver.

Ya saliendo del agua corrió en busca de la toalla. De pronto notó una presencia. Había alguien allí. Se asustó un poco, pero de pronto notó un brazo que le acercaba la toalla y lo reconoció. Alzó la mirada y allí estaba él, mirándola, con esa mirada intensa que le derretía, bajo la luz de la luna:

-          No deberías estar sola a estas horas de la noche por aquí. Podrías encontrarte con un desaprensivo…

-          ¡Marc! Me has dado un susto de muerte- dijo empujándole como regañándole- sinceramente no sé que es más peligroso si encontrarme contigo o con un asesino en serie….

-          ¿y eso?- dijo riendo- ¿yo peligroso?. El sabía perfectamente a que se refería, a él le pasaba lo mismo. En su presencia no era capaz de controlar nada. Se sentía totalmente indefenso y nervioso y lo único que quería era lanzarse hacia ella, besarla y no soltarla nunca.

-          No me hagas caso, son cosas mías…- dijo intentando evadir el tema. Cuando estaba delante se sentía flotar. Y estando allí los dos solos, en medio de la noche, tan cerca el uno del otro le costaba verdaderos esfuerzos no tener contacto físico con él. Estaba tan guapo siempre, tan impecable. No podía evitar cada vez que le veía el recordar cada momento vivido con él- ¿Qué haces aquí a estas horas?

-          Pasear… no quería subir a la habitación, tenía muchas cosas en las que pensar y me pareció buena idea hacerlo mientras daba un paseo por este maravilloso sitio. Después oí ruido en el lago y decidí acercarme a ver que era, y te he descubierto a ti…. Que en realidad era un poco de lo que huía…

ROMPIENDO REGLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora